La muerte súbita infantil es uno de los mayores temores de los padres que, muchas veces, llegan a levantarse durante la noche solo para verificar si su hijo está respirando. La preocupación tiene sentido, ya que los avances en la prevención y el tratamiento de otras patologías (como la diarrea o las infecciones respiratorias) hacen que esta sea la principal causa de muerte de niños menores al año en países desarrollados.