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Incendios

¿Qué te llevarías si estalla un incendio en tu casa? Yo empaqué álbumes de fotos y un peluche

Había jugado con la pregunta muchas veces, como tanta gente, pero la semana pasada tuve que responder en la realidad y a toda prisa cuando las llamas se acercaban peligrosamente a mi vivienda. Lo que te llevas en un incendio da muchas pistas sobre cuáles son tus prioridades.
Publicado 24 Jul 2022 – 08:53 AM EDT | Actualizado 24 Jul 2022 – 08:53 AM EDT
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Sucedió la semana pasada, cuando uno de tantos incendios que asolan España, en una ola de calor sin precedentes, al igual que buena parte de Europa, alcanzó la zona donde está mi casa en la comunidad de Castilla y León, en el centro del país.

Había sentido el olor a humo desde temprano por la mañana, y con él una sensación de angustia creciente. Pero el incendio se había desatado a unas cuantas millas de distancia y nos creíamos a salvo. Sin embargo, el viento viró súbitamente y también la dirección de las llamas. El trajín de camiones de bomberos y helicópteros sobrevolando la zona no anunciaba nada bueno.

Inicialmente nos resistimos a las órdenes de evacuación. Nos quedamos, mi esposo y yo, regando la zona circundante para salvar una casa que es para mí tan querida como una persona. Es un hogar con alma, y perderlo habría sido como despedirme para siempre de un buen amigo.

Continuamos regando con nuestras humildes mangueras hasta que el fuego nos rodeó por los costados y entendí lo que es un incendio en la realidad, no en las fotografías o los vídeos. El aire irrespirable y las llamas abrasadoras.

Son esos momentos en los que una se da cuenta de que, como dice la canción de Bruce Springsteen, un minuto estás ahí, y al siguiente ya te has ido. Mientras me esforzaba por regar la zona de alrededor, con el agua de manguera y también muchas lágrimas, pensaba en otra gran pérdida que experimenté al inicio de la pandemia, esa gran maestra de la transitoriedad y la impermanencia.

“El arte de perder se domina fácilmente: tantas cosas parecen decididas a extraviarse que su pérdida no es ningún desastre”, dice un bellísimo poema de Elisabeth Bishop que me sirvió de refugio en aquel momento. El caso es que mi casa finalmente no se perdió, a diferencia del monte de alrededor, que quedó calcinado. Y todo esto solo es la antesala de tiempos peores, la nueva normalidad que nos espera con el cambio climático.

¿Hizo alguna diferencia ese afán nuestro de último minuto por salvar la “vida” de nuestra casa? Quién sabe. Mientras ojeo ahora los álbumes que rescaté, amontonados en el suelo a la espera de ser reubicados, veo otras muchas cosas y personas que he perdido a lo largo de los cerca de 20 años que reflejan las imágenes. Y tantas otras experiencias y personas ganadas, que es de lo que se trata.

La casa en llamas: lo que la gente se lleva en un incendio

Vuelvo a la pregunta del principio: ¿qué te llevarías de tu casa en caso de incendio? En vista de la situación global, con las brutales olas de calor que asolan medio mundo, y los incendios que abaten California, esta pregunta tiene más sentido, tristemente, que el otro clásico de cuestionarse lo que uno se llevaría a una isla desierta.

El caso es que cuando más tarde me encontré con otros vecinos, evacuados como yo en una zona segura con montañas de botellas de agua mineral, les hice esta pregunta. Muchos metieron en sus mochilas improvisadas carpetas con registros de propiedad y otros documentos importantes, algo que ni se me había pasado por la cabeza (afortunadamente, mi esposo se había encargado de eso).

Otros cuantos se llevaron joyas y la mayoría, según me dijeron en mi encuesta improvisada, había rescatado álbumes de fotos, igual que yo. Una niña me contó que había metido una bolsa de pipas en su mochila, y otra un flotador con forma de pato. Pensando en mi hija pequeña, no dudé en dejar un hueco en la bolsa para Juana, su muñeca de peluche.

De deportivas viejas a vestidos de boda

En una encuesta de la aseguradora AA (Automobile Association) los portátiles, álbumes de fotos y joyas están al principio de la lista de lo que se lleva la gente, seguido de colecciones de sellos, vinilos e instrumentos musicales (yo pensé que al dejar mi ukelele en casa haría un favor a más de uno). Otros objetos frecuentemente rescatados son consolas de video juegos y vestidos de boda.

El proyecto The Burning House (“La casa en llamas”) nació hace años justamente con esa idea: preguntar a la gente qué se llevarían en caso de sufrir un incendio, y es curioso ver la selección de objetos variopintos, desde bikinis hasta deportivas viejas o piedras decoradas. En cualquier caso, en la vida real no hay tiempo para pensar ni para rebuscar el reloj heredado del bisabuelo. Has de elegir rápida y apresuradamente.

Lo que te llevas de tu casa refleja tus intereses y prioridades y pone sobre la mesa el conflicto entre lo práctico, lo que tiene un valor económico y lo que posee un valor sentimental, dice el creador del proyecto The Burning House. En suma: hay que elegir, como en la vida misma, que tantas veces parece arder incluso cuando no hay llamas.

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