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Cambio Climático

Calor sofocante: la nueva normalidad que sufrimos todos que crea el cambio climático

A medida que el cambio climático recrudece las temperaturas en todo el planeta —incluido EEUU, donde continúa la ola de calor— los científicos investigan cómo nos afectará el aumento de las temperaturas, especialmente a los más vulnerables. No hay respuestas fáciles.
Publicado 16 Jun 2022 – 12:04 PM EDT | Actualizado 17 Jun 2022 – 06:35 AM EDT
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La relación entre las emisiones de gases de efecto invernadero y las temperaturas sofocantes es ya tan clara que los científicos afirman que pronto dejará de tener sentido tratar de determinar si las olas de calor más extremas de hoy p odrían haber ocurrido antes de que los humanos empezaran a calentar el planeta. Ninguna de ellas podría haberse producido.

Y, si no se frena el calentamiento global, algo que parece cada vez más improbable, la ola de calor más intensa que muchas personas han experimentado se convertirá simplemente en la nueva normalidad en verano. "No va a ser algo de lo que se pueda escapar", señaló Matthew Huber, científico del clima de la Universidad de Purdue, en declaraciones al The New York Times.

Calor: la forma más devastadora del cambio climático

Si el cambio climático extremo ya está aquí, ¿cómo afectará a la salud? El calor es su forma más íntima y devastadora. No sólo arrasa paisajes y ecosistemas, sino también los cuerpos humanos.

El estrés térmico es producto de tantos factores —humedad, sol, viento, hidratación, vestimenta, estado físico, entre otros— y causa tal variedad de daños que resulta difícil proyectar con precisión los efectos futuros. Según Huber, tampoco se han realizado suficientes estudios sobre la vida a tiempo completo en un mundo más cálido, en lugar de limitarse a experimentar el ocasionalmente asfixiante verano.

En un estudio reciente, investigadores de la fisiología de la Universidad de Pennsylvania colocaron a hombres y mujeres jóvenes y sanos en cámaras especialmente diseñadas, donde pedaleaban en una bicicleta estática a baja intensidad. A continuación, los investigadores aumentaron el calor y la humedad.


Descubrieron que los sujetos empezaban a sobrecalentarse peligrosamente a temperaturas de "bulbo húmedo" —una medida que tiene en cuenta tanto el calor como la humedad— mucho más bajas de lo que esperaban basándose en estimaciones teóricas anteriores de los científicos del clima.

Efectivamente, en condiciones de “baño de vapor”, nuestros cuerpos absorben el calor del entorno más rápido de lo que podemos sudar para enfriarnos.

Teniendo en cuenta que muchas personas no tienen a los aparatos de aire acondicionado, que a su vez hacen que el planeta se caliente más al consumir enormes cantidades de electricidad, las sociedades deben encontrar defensas más sostenibles.

Cuando el cuerpo no tiene capacidad para enfriarse

Las enfermedades relacionadas con el calor, como el agotamiento por calor o el golpe de calor, que se produce cuando la temperatura central del cuerpo alcanza los 104 °F o más, suceden cuando el cuerpo no tiene la capacidad para enfriarse adecuadamente.

Aunque el cuerpo normalmente se enfría mediante el sudor, cuando el calor es extremo, puede que no sea suficiente. En estos casos, la temperatura del cuerpo aumenta más rápido de lo que el cuerpo puede enfriarse. Esto puede causar daño al cerebro y a otros órganos vitales, según los CDC.

Los altos niveles de humedad, la obesidad, el uso de determinados medicamentos, consumo de alcohol o la mala circulación son algunos factores que podrían aumentar las probabilidades de tener una enfermedad relacionada con el calor.

Por otra parte, aunque incluso las personas jóvenes y sanas pueden verse afectadas por el calor, las personas mayores, los niños pequeños y aquellas con enfermedades crónicas son más susceptibles.

Cuando hace calor, el cuerpo se enfría principalmente mediante el sudor. La evaporación del sudor regula la temperatura corporal. Sin embargo, cuando se realiza un ejercicio intenso o se hace un esfuerzo excesivo en un clima caluroso y húmedo, el cuerpo es menos capaz de enfriarse eficazmente.

Calambres de calor: forma más leve de enfermedad relacionada con calor

Como resultado, el cuerpo puede desarrollar calambres por calor, la forma más leve de enfermedad relacionada con el calor. Los signos y síntomas de los calambres por calor suelen incluir sudoración intensa, fatiga, sed y calambres musculares. Un tratamiento rápido suele evitar que los calambres por calor se conviertan en agotamiento por calor.

Los calambres por calor suelen tratarse bebiendo líquidos o bebidas deportivas que contengan electrolitos (Gatorade, Powerade, etc.), poniéndose a temperaturas más frescas, como un lugar con aire acondicionado o a la sombra, y descansando.

Si no se trata, el agotamiento por calor puede provocar un golpe de calor, que requiere atención médica inmediata para evitar daños permanentes en el cerebro y otros órganos vitales que pueden provocar la muerte.

Catálogo de los horrores del calor

El catálogo de los horrores que produce el calor es amplio. Además de la insolación, puede causar colapso cardiovascular e insuficiencia renal. Daña nuestros órganos y células, incluso nuestro ADN. Sus daños se multiplican en los muy ancianos y los muy jóvenes, y en las personas con hipertensión, asma, esclerosis múltiple y otras afecciones. En las mujeres embarazadas, los estudios han relacionado la exposición al calor con los nacimientos prematuros y los bebés con bajo peso.

Nuestras funciones motoras y de pensamiento se ven afectadas. El exceso de calor también se asocia a una mayor delincuencia, ansiedad, depresión y suicidio.

Fórmulas ecológicas y baratas para reducir la temperatura

El aire acondicionado no es la única manera de refrescar el ambiente sofocante. Hay otras fórmulas más baratas, creativas y saludables (aunque menos eficaces, desafortunadamente) para dormir mejor y acercar la temperatura (aunque sea levemente) a los 68 grados F que los expertos recomiendan como ideal para el descanso nocturno.

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