La Corte Suprema pone fin a la política de considerar la raza en las isiones universitarias
La Corte Suprema declaró este jueves la inconstitucionalidad en las isiones universitarias basadas en la raza de una persona y que forman parte de las llamadas políticas de acción afirmativa que en Estados Unidos han servido para la promoción social de grupos minoritarios tradicionalmente marginados.
La decisión, votada por los seis jueces de la mayoría conservadora de la Corte Suprema, fue emitida al resolver los casos Students for Fair issions, Inc. (SFAI) v. presidente y becarios de Harvard, y SFAI v. Universidad de Carolina del Norte y declara ilegales las prácticas de acción afirmativa implementadas por esas universidades.
"Los estudiantes deben ser tratados con base en sus experiencias como individuos, no sobre la base de la raza", escribió el juez John Roberts, autor de la sentencia.
Clarence Thomas, el segundo juez negro de la historia de la Corte Suprema y crítico durante años de la acción afirmativa, escribió en un voto separado que la decisión "ve las políticas de isión de las universidades por lo que son: sin timón, preferencias basadas en la raza diseñadas para asegurar una determinada combinación de razas en las clases".
En su voto disidente, la jueza Sonia Sotomayor, quien ha dicho que la acción afirmativa cambió el curso de su vida, calificó la resolución de este jueves de "indefendible".
"El resultado de la decisión de hoy es que el color de la piel de alguien puede jugar un rol en juzgar una sospecha individualizada, pero no en las contribuciones a un ambiente educativo diverso", agrega.
Tanto Thomas como Sotomayor, los dos jueces que han reconocido que la acción afirmativa jugó un papel a la hora de ser itidos en la universidad, leyeron un resumen de sus votos en vivo en la sala.
Por su parte, la jueza Ketanji Brown Jackson, la primera mujer de raza negra en la Corte Suprema, también escribió una opinión en la que se refiere a la decisión de la mayoría como "realmente una tragedia".
'Acción afirmativa' es el nombre por el que se conoce al conjunto de políticas de 'discriminación positiva' diseñadas para favorecer la integración de grupos en desventaja, ya sea por género, raza, sexualidad, credo o nacionalidad, en áreas en las que están subrepresentados, como la educación y el empleo.
Según Richard Lampert, profesor de Derecho y Sociología de la Universidad de Michigan, la decisión rechaza un precedente de 40 años reafirmado en dos oportunidades y contradice “la intención probable de los redactores de la enmienda 14 de la Constitución y la del Congreso que promulgó la ley de derechos civiles”.
Los copresidentes de la Asociación de Estudiantes Asiáticos de Harvard criticó duramente la decisión en Instagram diciendo que resultará en la pérdida de la mitad de los estudiantes negros, latinos, indígenas y de las islas del Pacífico.
"Serán reemplazados por estudiantes blancos", señalan.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, celebró la decisión de la corte diciendo que "ahora los estudiantes podrán competir con los mismos estándares y por el mérito individual".
"Esto hará las isiones universitarias más justas y a partir de la igualdad ante la ley", agregó en Twitter.
Acción afirmativa en Estados Unidos
Aunque el gobierno de Estados Unidos había estado implementando políticas de acción afirmativa desde los años 30 del siglo pasado, su aplicación tuvo un gran impulso en las universidades en la década de 1960, cuando comenzaron a ser usadas para ampliar oportunidades, combatir la desigualdad y garantizar un cuerpo estudiantil diverso.
Durante la década de 1970, la legalidad de las políticas de acción afirmativa fue cuestionada judicialmente. Dos casos terminaron llegando a la Corte Suprema, en 1974 y 1978, con los que se ratificó la constitucionalidad de la práctica.
La última vez que llegó el asunto a la Corte Suprema, en 2016, también fue considerada constitucional, pero eso fue antes de que las nominaciones de jueces hechas por Donald Trump resultaran en una amplia mayoría conservadora.
El propio Trump, que hace campaña por la nominación republicana a las presidenciales envuelto en los escándalos desatados por sus problemas legales, reaccionó a la noticia diciendo que hacía que este fuera "un gran día para EEUU".
"La gente con habilidades extraordinarias y todo lo demás necesario para el éxito, incluyendo la futura grandeza para nuestro país, serán finalmente recompensados", escribió.
Por su parte, el expresidente Barack Obama, señaló en un comunicado que la acción afirmativa ayudó a generaciones de estudiantes como él y su esposa Michelle, quien también es graduada en Derecho por Harvard
"Ahora depende de todos nosotros darles a los jóvenes las oportunidades que merecen y ayudar a los estudiantes de todas partes a beneficiarse de nuevas perspectivas", agregó.
Una encuesta reciente de Maris Poll, comisionada por NPR y PBS, encontró que el 57% de los estadounidenses cree que se deben continuar los programas de acción afirmativa en contrataciones, promociones y las isiones universitarias, mientras que un 59% dijo que no tenía confianza en la actual Corte Suprema.
La mayoría de los estadounidenses parece estar de acuerdo con la juez Elena Kagan, uno de los votos en contra de la decisión, quien dijo en la audiencia en la que se discutieron los casos que "parte de lo que significa ser estadounidense y creer en el pluralismo estadounidense es que en realidad nuestras instituciones reflejan quiénes somos como pueblo, en toda su variedad".
Por su parte, la jueza Ketanji Brown Jackson se abstuvo en el caso contra Harvard, ya que sirvió en la junta de supervisores de esa universidad, donde obtuvo su licenciatura y su diploma de abogada. Aunque no participó directamente en los procesos de isiones de Harvard, Brown Jackson asesoró a la universidad sobre sus prioridades estratégicas.
Brown Jackson sí participó en el caso contra la Universidad de Carolina del Norte, votando en contra de la decisión de la mayoría conservadora.
Con información de AP.