El neoyorquino que se hartó de que Wendy's y McDonald's no sirvan hamburguesas como las de la publicidad
Si te has topado con el evocador anuncio de la nueva Bourbon Bacon Cheeseburger de Wendy’s es probable que se te haya hecho la boca agua con las imágenes de la suculenta nueva receta de la conocida cadena de comida rápida.
El "pero" es ver luego la hamburguesa.
Quien más quien menos ha sentido la decepción por comprobar la diferencia entre la de la publicidad y la que nos llevamos a la boca. Hasta tal punto es así que se puede decir que lo último que te esperas es una hamburguesa como la de la publicidad.
Digamos que es algo que sabemos y hasta cierto punto aceptamos todos, o casi. No Justin Chimienti, un neoyorquino que dijo basta y presentó en una corte federal de Brooklyn dos propuestas de demanda colectiva contra Wendy’s y McDonald’s por publicidad engañosa.
Y es que aunque la fotografía de publicidad busca precisamente hacer parecer las cosas más deseables, para Chimienti la industria de la comida rápida va demasiado lejos.
Alega el hombre en su demanda que la publicidad de ambas empresas “es injusta y daña financieramente a los consumidroes que reciben comida de mucho menos valor de lo prometido”, cita el diario The Washington Post.
Los trucos de los fotógrafos de comida para hacerla parecer mejor
De hecho, según el diario, en la fotografía de comida los estilistas llegan a usar espuma de afeitar en lugar de nata, salsa de soya diluida en agua para ilustrar café o hasta tampones pasados por el microondas para dar la impresión de que la comida está caliente.
La demanda dice que Wendy's en sus anuncios promueve “hamburguesas grandes comparadas con las de los competidores, además del aspecto irrealmente grueso y jugoso de la carne y los ingredientes”. Asegura que son hamburguesas poco hechas, de apariencia suculenta.
Y sobre los anuncios de McDonald's se queja de que la carne llega prácticamente hasta el borde del pan cuando en las que sirven sus restaurantes queda bastante por dentro.
Pero, como señala el documento, los clientes reciben un producto recocinado, encogido por el calor, con un 15% o 20% menos de carne.
“Las acciones de los demandados son especialmente preocupantes ahora con la inflación, los precios de la comida y la carne muy altos y muchos consumidores, particularmente de rentas bajas, están teniendo problemas de dinero”, dice la demanda.
Chimienti, que de momento es el único demandante, busca una compensación sin especificar y daños punitivos por supuestos incumplimientos de contrato desde mayo de 2016 y violaciones de las leyes de protección a los consumidores.
En marzo, una demanda similar fue presentada contra la cadena de comida rápida Burger King alegando que el Whopper que sirven sus restaurantes es un 35% más pequeño que el de la publicidad.