El pastor latino que por casi 40 años ayudó a miles de adictos y falleció de covid al contagiarse atendiendo a desamparados
La noticia del fallecimiento de un pastor cristiano debido al coronavirus ha causado enorme tristeza en miles de personas que lograron beneficiarse de su trabajo. Willam Betancur murió en Miami el pasado mes de septiembre pero su legado sigue latente dentro de una comunidad que señala seguirá trabajando para que su misión de vida continúe.
Originario de Medellín, Colombia, Betancur fundó su ministerio en Nueva York a principios de los años ochenta, siempre enfocado en jóvenes con problemas de drogadicción viviendo en las calles.
De acuerdo a José 'Tito' Ruscalleda, una de las personas que Betancur ayudó, su partida deja un enorme vacío en miles de familias que hoy en día tienen una vida normal gracias al trabajo del pastor.
"William me salvó de morir y yo le agradeceré por siempre su amor incondicional", dijo Ruscalleda a Univision Noticias, indicando que en 1991 el pastor visitó Puerto Rico para dar unas charlas en una iglesia donde él asistía.
"Yo tenía en ese momento 17 años y era adicto al crack y a la heroína. Al final de su charla decidí acercarme y contarle mi historia y desde ese momento nunca me dejó solo. Me fui a vivir a su fundación en Nueva York y allí logré renacer y dejar atrás una vida que me conducía a la muerte", señaló Ruscalleda, enfatizando que a diario consumía hasta 15 bolsas de heroína.
Ruscalleda, que hoy en día también es un pastor cristiano, siguió trabajando junto a Betancurt y juntos abrieron en Miami una nueva corporación llamada 'Jóvenes de Miami en acción', con la que lograron sacar de las calles a cientos de personas con adicciones.
Según Ruscalleda, el ministerio de Betancur ha llegado a varios países centroamericanos, así como a Colombia y Puerto Rico.
"Él era mucho más que un pastor para nosotros, era un padre, una guía que nos iluminaba a diario", dijo Ruscalleda, indicando que no dejarán que su trabajo se diluya con su partida.
Un pastor que vivía en la austeridad
De acuerdo al pastor Juan Rivera, Betancur fue el ejemplo perfecto de lo que cualquier líder religioso debe ser frente a su comunidad, ya que nunca vivió entre lujos, ni intentó en ningún momento enriquecerse con los dineros que recibía.
"William invirtió cada dólar que recibía en ayudar a los demás. Él creía con convicción que todos teníamos una oportunidad para rehacer nuestras vidas y esa fe ciega fue la que nos salvó a tantos de nosotros", adujo Rivera, que en el año 1994 también fue auxiliado por Betancur.
Rivera, procedente de Nueva York, conoció al pastor en un momento caótico de su vida debido a su adicción con las drogas.
" Mi matrimonio se deshizo debido a que perdimos a nuestro hijo de 8 meses por las drogas (...) Yo no encontraba una salida a mi caos y debido a mi adicción extrema y mi dolor perdí mi sanidad mental y me internaron en un hospital psiquiátrico", indicó Rivera, explicando que al salir de aquel sitio, su hermana lo llevó a conocer al pastor Betancur, quien desde ese momento se hizo cargo de su vida.
"Nadie daba un centavo por mi suerte, pero él se apiadó de mí y me enseñó que con Dios todo es posible", adujo.
Rivera siguió trabajando por muchos años junto a Betancur y, ayudado por él, prosiguió sus estudios y se hizo pastor.
"El mayor legado que nos deja William es la forma en que vivía cada momento. Era un hombre que nunca tuvo nada propio, que incluso dejaba de comer para alimentar a otros, que predicaba la palabra de Dios pero también la vivía en sus actos. Es el hombre que todos deberíamos ser para que el mundo esté mejor", adujo Rivera, explicando que Betancur se contagió de coronavirus mientras ayudaba a varios jóvenes desamparados.
" Al parecer uno de estos muchachos tenía el covid y así fue como se contagió. Es muy triste su partida, pero todos los que creemos en Dios, sabemos que ahora está en un lugar privilegiado", señaló.
"Predicar en la iglesia no era lo suyo, su trabajo era en la calle"
Nury Romeu es la propietaria de un restaurante ubicado en la ciudad de Davie, Florida, y fue amiga personal de Betancur por más de 15 años. Según ella, el pastor era la persona a la que ella acudía cada vez que tenía un problema y con la que podía contar a pesar de pertenecer a iglesias diferentes.
"El pastor Betancur no solo ayudaba a las personas con adicciones sino también a quienes teníamos cualquier clase de inconveniente. Con los años se convirtió en mi confidente y en el de muchas personas de mi comunidad", dijo Romeu, señalando que el pastor se diferenciaba de otros líderes espirituales debido a que se enfocaba más en su trabajo por fuera de su templo que en sus prédicas cristianas.
" Él siempre me decía que predicar en la iglesia no era lo suyo, que su misión era en la calle junto a los que sufrían. A veces venía a visitarme y se notaba muy agotado, pero me decía que no podía parar en su labor, porque siempre había una oportunidad de cambiar la vida de alguien", adujo la mujer.
"Es un ser irremplazable. Era un hombre lleno de amor y muy sacrificado para beneficio de otros, de los extraños. Creo que por eso se fue tan pronto", finalizó Romeu.