Qué hay detrás de la conversión de Elon Musk a un duro seguidor (y contribuyente de la campaña) de Trump
Las elecciones presidenciales de la próxima semana no son sólo un referéndum sobre Donald Trump y Kamala Harris. También es una medida de la influencia que ejerce el hombre más rico del mundo sobre la democracia estadounidense.
Elon Musk, el influyente empresario nacido en Sudáfrica, ha gastado al menos 119 millones de dólares para movilizar a los partidarios de Trump para que respalden al candidato republicano.
Su plataforma de redes sociales X se ha convertido en un cañón de propaganda proTrump. Y está desempeñando un papel protagónico en mítines al estilo Trump en estados críticos en disputa.
Además, en el periodo de campañas, se ha convertido en un terreno fértil para la desinformación. En ocasiones el propio Musk ha difundido contenidos engañosos favorables a Trump y su narrativa de supuestos fraudes electorales.
Incluso la organización sin fines de lucro Center for Countering Digital Hate (CCDH), advirtió en un reporte reciente que el programa comunitario de verificación de hechos de X, conocido como Notas de la Comunidad, no es capaz de hacer frente a la avalancha de desinformación en torno a las elecciones.
El organismo descubrió que los mensajes precisos que corregían las afirmaciones falsas y engañosas sobre las elecciones en Estados Unidos no se mostraron en 209 de las 283 publicaciones de muestra consideradas engañosas, es decir, el 74%.
Mientras tanto, está siendo objeto de un escrutinio cada vez mayor. Se saltó una audiencia el jueves en una demanda por su esfuerzo por repartir millones de dólares a votantes registrados, una donación que los expertos legales comparan con la compra de votos.
Está siendo investigado por la Comisión de Bolsa y Valores. Y The Wall Street Journal (WSJ) informó recientemente que Musk se comunicó regularmente con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, un riesgo potencial para la seguridad nacional.
Las preocupaciones del gobierno sobre estos os emanan de los contratos que tiene su empresa aeroespacial SpaceX por miles de millones de dólares con la Agencia Espacial de EEUU (NASA) y el Departamento de Defensa.
Tras las revelaciones del WSJ, el director de la NASA, Bill Nelson, pidió que se lleve a cabo una investigación en torno a las supuestas conversaciones entre Musk y el presidente ruso.
"Si la historia es cierta, que ha habido múltiples conversaciones entre Elon Musk y el presidente de Rusia, entonces creo que eso sería preocupante, particularmente para la NASA, el Departamento de Defensa y algunas de las agencias de inteligencia", dijo Nelson en un foro en Washington.
Musk no es la única persona cuya riqueza lo coloca en el nexo de la política, los negocios y la política exterior. Pero pocos están trabajando tan públicamente para un solo candidato como Musk, cuyos vínculos comerciales expansivos y su creciente bravuconería plantean una prueba al poder político desde la esfera de una una persona que no es elegida para un cargo público por el voto popular.
Su estatura es quizás una de las consecuencias más tangibles de la decisión de Citizens United de 2010 de la Corte Suprema, que eliminó muchos límites a las donaciones políticas.
“Esta es definitivamente una elección presentada por Citizens United”, dijo Daniel I. Weiner, director de elecciones y gobierno del Centro Brennan para la Justicia, quien agregó que el fenómeno era más grande que solo Musk.
"De lo que se trata realmente es de una transformación de nuestro sistema de financiación de campañas hacia uno en el que los donantes más ricos desempeñen un papel central".
Musk no respondió a AP a una solicitud de comentarios realizada a través de su abogado. Tesla, su empresa de autos eléctricos y X no respondieron a las consultas.
SpaceX cuestionó partes de los informes de The Journal en un comunicado y dijo que continúa trabajando en “estrecha asociación con el gobierno de Estados Unidos”.
La reciente conversión de Elon Musk a lo que llama 'dark MAGA'
La conversión de Musk a un fiel seguidor Trump que se describe a sí mismo como 'Dark MAGA' es reciente.
En el pasado, donó sumas modestas tanto a republicanos como a demócratas, incluidos 5,000 dólares a Hillary Clinton en 2016, según muestran los registros.
No contribuyó a los esfuerzos políticos de Trump hasta este año, según revelaciones federales sobre finanzas de campaña.
Musk ahora dirige el America PAC, un supercomité de acción política que encabeza el esfuerzo de Trump para lograr el voto. Como recién llegado a la política, ha habido dificultades crecientes.
Durante el verano, America PAC tuvo dificultades para alcanzar sus objetivos de o con los votantes. Musk contrató a un nuevo equipo de consultores políticos, Generra Peck y Phil Cox, que trabajaron en la derrota de las primarias presidenciales republicanas del gobernador de Florida, Ron DeSantis.
En el papel, las cifras han mejorado. Pero funcionarios, agentes y activistas republicanos dicen que en algunos lugares críticos ha sido difícil saber qué tan activo ha sido el esfuerzo del PAC.
La presencia del PAC no es perceptible en las zonas rurales de Georgia, según tres estrategas republicanos que siguen de cerca el juego en el terreno en ese estado disputado.
Por ejemplo, America PAC ha mostrado poca evidencia de dejar literatura en las puertas, como es común cuando un votante no está en casa, especialmente en lugares remotos, dijeron las tres personas a AP.
Musk se ha sentido frustrado con el funcionamiento interno de su organización política y ha contratado a asociados del sector privado, incluido Steve Davis, presidente de Boring Company, la empresa de construcción de túneles de Musk, según tres personas con conocimiento de la medida.
El papel de Davis en America PAC fue informado por primera vez por The New York Times.
Musk tiene más en juego en las elecciones que el simple derecho de fanfarronear
La istración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras, principal agencia que regula a Tesla, ha demostrado en repetidas ocasiones ser una espina para el fabricante de autos eléctricos dirigido por Musk, que es la principal fuente de su riqueza.
La agencia está supervisando más de una docena de retiros del mercado, algunos a los que Tesla se resistió. También ha abierto investigaciones que han planteado dudas sobre las afirmaciones de Musk de que Tesla está cerca de desplegar vehículos autónomos, una expectativa clave de los accionistas y un importante impulsor del elevado precio de las acciones de Tesla.
A principios de este año, Tesla reveló que el Departamento de Justicia y la SEC habían solicitado y citado información sobre la capacidad de “conducción totalmente autónoma”, la funcionalidad del vehículo, la privacidad de los datos y otros asuntos.
La plataforma de redes sociales X es otra empresa de Musk que ha despertado el interés de la istración Biden.
La Comisión Federal de Comercio ha investigado el manejo por parte de Musk de datos confidenciales de los consumidores después de que tomó el control de la empresa en 2022, pero no ha iniciado acciones coercitivas.
La SEC tiene una investigación en curso sobre la compra de la empresa de redes sociales por parte de Musk.
Muchos de estos problemas, de los que Musk culpa al presidente Joe Biden y a los demócratas, podrían desaparecer si Trump resulta elegido.
El expresidente ha reflexionado que Musk podría tener un papel formal en una futura istración Trump que se centre en la eficiencia del gobierno, un enorme conflicto de intereses dados los amplios tratos de las empresas de Musk con el gobierno.
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