Se convirtió en el primero en escalar las 7 cumbres más altas sin una pierna y ahora planea atravesar la Antártica

Las limitaciones en la vida de Nelson Cardona Carvajal solo existen en su mente. Para este colombiano de 57 años cada día es una oportunidad para hacer algo diferente y así lo ha comprobado a pesar de los enormes obstáculos que ha tenido que enfrentar.

Ahora, Cardona se prepara diariamente para su próximo reto extremo: Atravesar la Antártica con dos compañeros en condición de discapacidad, una hazaña que hasta ahora no se ha realizado por nadie más.

"La verdad es que a mi me falta una pierna, pero de discapacitado no tengo nada y estoy seguro que mis compañeros tampoco", indicó Cardona a Univision Noticias.

El escalador señaló que encuentra la motivación principal para llevar a cabo este nuevo capítulo profesional en algo que pocos entienden.

"Estoy vivo y esa es la razón más grande para no detenerme. Muchas personas no se dan cuenta del poder ilimitado que tenemos solo por respirar. Yo estuve al borde de la muerte en varias ocasiones, lo perdí todo, pero ahora, solo por el hecho de seguir aquí he decidido aprovechar mis días y no desperdiciarlos", aseguró.

Llegar a la cumbre y caer al infierno

Cardona comenzó a escalar montañas teniendo solo 5 años, cuando su padre, escalador aficionado, comenzó a llevarlo los fines de semana a las cimas más altas de Manizales, la ciudad en la que nació. Junto a él aprendió las lecciones básicas del andinismo, pero también a amar el hecho de conquistar las cimas de esas montañas que veía a diario.

Su trabajo por 20 años como guardaparques en los nevados más importantes de Colombia, lo llevaron a conocer al equipo de escaladores del país, con el que comenzó a entrenar y con el que en pocos años ya estaba recorriendo el mundo para coronar las montañas más altas, logrando éxito y reconocimientos internacionales.

A pesar de haber intentado subir el monte Everest en dos ocasiones sin suerte, Cardona no se rendía ante ese desafío, por lo que comenzó a entrenar con mayor nivel de rigurosidad en el Nevado del Ruíz, una cumbre de 5,321 metros de alto localizada en su region natal.

Pero en la mañana del 2 de marzo su vida cambió para siempre mientras escalaba ese volcán.

" Perdí el equilibrio y caí unos 20 metros al vacío. Sentí como si volara por unos instantes y al tocar tierra me quebré todo el cuerpo", señaló Cardona.

Fractura doble de pelvis, pérdida completa de su dentadura, cinco fracturas maxilofaciales y la pierna derecha desastillada, fueron las lesiones que lo dejaron en un principio cuadrapléjico.

"Estuve 3 años sin poder caminar, analizando mi vida y pensando que mis días de aventura habían llegado a su final", dijo Cardona, indicando que los médicos le dijeron que su pierna derecha se salvaría, pero que quedaría cojo y usando un bastón de por vida.

"Con el paso de los años mi pierna derecha comenzó a desmejorar. Mi pie se hinchaba y supuraba sangre, además los dolores eran intensos. Mientras mis amigos subían el Everest, yo vivía mi propio Everest por dentro. Sabía que nunca más escalaría una montaña, ya que difícilmente me podía mover. Me entró una gran depresión y tomé la decisión de quitarme la vida", dijo.

Con dificultad, Cardona logró subirse a una roca de varios metros que se encontraba en las afueras de su casa.

"Estaba listo a lanzarme al vacío, pero en ese instante, allí arriba, sentí que una fuerza interior se apoderó de mí. Fue algo que jamás sentí otra vez en la vida. Entonces cambié mi decisión de matarme por una que me llenara de vida: amputarme la pierna", señaló Cardona.

Una pierna menos, una esperanza más

Cardona indicó que tuvo que convencer a un grupo de 11 médicos de que lo mejor para su futuro era amputarse la piena derecha, ya que con ella siempre tendría que estar impedido y no podría volver a tocar la cima de una montaña por sí solo.

"El día que salí de la operación sin mi pierna derecha, volví a ver la esperanza en mi vida. Fue ahí cuando renací y comencé a planear el futuro", indicó.

Usando una prótesis especial, Cardona comenzó nuevamente a entrenar poco a poco. En su mente estaba solo una idea: escalar de una vez por todas la montaña más alta del planeta: el Everest.

El momento más esperado en su vida

Dos años más tarde, Cardona regresó al monte Everest para enfrentar por tercera vez el reto que pocas personas en el planeta pueden superar, solo que esta vez llevaba una prótesis que para muchos resultaba un impedimento en su objetivo.

"Yo me había preparado muy bien, especialmente en mi manera de pensar. Sabía que escalar esta montaña sería mucho más complicado en mi estado, pero también aprendí que los límites no son físicos, sino mentales", dijo el montañista.

Cardona se convirtió durante el mes de junio de 2010 en el primer latinoamericano en condición de discapacidad en subir el Everest y en la tercera persona en el mundo en lograrlo. A partir de ese momento nada más lo detuvo.

" Soy el único humano con prótesis que ha escalado desde la base hasta la cima las 7 cumbres más altas del mundo. La verdad es que estoy muy orgulloso de haberlo hecho, especialmente porque he logrado que otras personas que no tienen una extremidad, o tienen una discapacidad, puedan motivarse a alcanzar sus propias cumbres en la vida", indicó.

Cardona señaló que cada vez que escala una de las montañas más altas del mundo, tiene que batallar con los obstáculos que significa tener una prótesis en su pierna, ya que durante el tiempo que dura la escalada es normal perder peso y debido a eso la prótesis comienza a desajustarse, creando llagas alrededor de la pierna, con las que tiene que continuar.

" Todo es posible en la vida, pero es uno mismo el que debe tomar la decisión de dejar de ser víctima y convertirse en protagonista", finalizó Cardona, indicando que ahora está buscando patrocinios y apoyos para su expedición a la Antártica.