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El fenómeno 'Juanga' en la Ciudad de México dispara las ventas... hasta en la piratería

Una estrella lo mismo para ricos que para pobres. Sus discos se venden como pan caliente, sean originales o del mercado informal.
30 Ago 2016 – 09:16 PM EDT
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La Ciudad de México ya comenzó el homenaje a Juan Gabriel

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CIUDAD DE MÉXICO, México - Hay quienes lo esperan, y no necesariamente se consideran sus fanáticos. Los vendedores tienen confianza en que el recuerdo de Juan Gabriel se traduzca en mejores ventas, lo que efectivamente ha comenzado a ocurrir desde que se supo que el llamado 'Divo de Juárez' falleció el domingo pasado.

El gusto por Juan Gabriel no distingue de clases sociales. “Desde la noche en que se supo de su muerte ha llegado mucha gente, cada uno comprando entre tres o cuatro piezas de Juan Gabriel, de formatos DVD o los últimos discos que sacó en vida. Esperamos que la disquera nos refuerce los materiales para todo el público que sigue llegando”, cuenta a Univision Noticias un vendedor de una tienda de discos establecida, que prefirió no dar su nombre.

Mismo caso de otro establecimiento, donde el último material que queda disponible se encuentra sobre una mesa. Apenas una treintena de discos. Este segundo lugar está ubicado justo frente al Palacio de Bellas Artes, declarado monumento artístico por la Unesco en 1987 y el mismo recinto que el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto ofreció para rendir homenaje al cantautor fallecido esta semana.

La respuesta de la famila a tal ofrecimiento recién llegó. Será el lunes cuando el homenaje se realice en el recinto.

Y mientras en los comercios establecidos un disco de Juan Gabriel cuesta alrededor de 200 pesos mexicanos (10.6 dólares al tipo de cambio de hoy), el comercio informal ofrece materiales desde 10 pesos (0.5 dólares), tanto discos musicales como de video, apócrifos, por los que las casas disqueras no obtienen un solo peso.

“Sí, definitivamente hemos vendido mucho más”, explica a Univision Noticias un vendedor que no da su nombre, mientras complementa una transacción con una mujer que gustosa se lleva su disco de videos de Juan Gabriel en concierto. Otro vendedor confía en que con el tiempo se vayan incrementando aún más las ventas de los materiales del Divo de Juárez.

Ellos no hablan mucho con la prensa. Aunque su actividad se desarrolla fuera de la ley, es popularmente aceptada, pues ofrece artículos de imitación a bajos precios a quienes no pueden o no quieren pagar lo que cuesta un original.

La plaza de Garibaldi, donde tuvo lugar el primer homenaje espontáneo a Juan Gabriel tras saberse de su muerte, en la Ciudad de México, así como el Palacio de Bellas Artes, se han erigido esta semana como epicentros de la recordación del ídolo que se fue. Se han llenado de gente que canta sin descanso las casi dos mil canciones que compuso su ídolo, y que tras cada una de ellas aplaude e incluso vitorea a la estrella.

Fotografías y postales del 'Divo de Juárez' se venden como pan caliente, aunque los vendedores a ratos tienen que escapar de la policía, que no les permite ofrecer sus mercancías libremente. No al menos cuando la prensa se acerca. Estas imágenes cuestan entre 10 y 20 pesos mexicanos (entre medio dólar y un dólar al tipo de cambio actual), dependiendo de su tamaño. Ya hay también tazas de cerámica con la imagen de Juan Gabriel por 50 pesos.

¿Se venden? Por supuesto, sobre todo en momentos en que los fans esperan ansiosos por la llegada de los restos mortales de su ídolo, aun antes de saber con exactitud la fecha del homenaje.

“Él es mi inspiración, me ayudó a construir mi propia historia y contarla con sus canciones. Ni yo ni la mayoría de quienes estamos aquí nos vamos a ir hasta que nuestro Divo llegue”, dice a Univision Noticias Javier Lavat, vestido como Juan Gabriel y quien lleva “toda una vida” dedicándose a imitar.

Con las marcas de las lágrimas en su rostro, Geraldine Sánchez asegura que no va a moverse de las afueras del Palacio de Bellas Artes. “ Es como si hubiera muerto una parte de mí y no me voy a ir hasta despedirme de él”, dice emocionada.

Un grupo de mujeres llega incluso a la indignación: María, Perla y Guadalupe platican entre ellas casi olvidando que las escuchábamos. “¿Por qué se tenía que morir él, si era tan joven? ¿Por qué no lo han traído a despedirse de nosotros? Lo que queremos es poder cantarle ‘Amor Eterno’”. Celia coincide: “Que se le traiga a despedirse del pueblo y que se cumpla su voluntad de llevarlo descansar junto a su madre”.

El mismo ambiente comienza a recorrer toda la zona centro de la capital mexicana. Aunque no sean de venta de discos, los negocios animan a la clientela con las canciones de Juan Gabriel. Restaurantes reproducen videos de sus últimas presentaciones y hasta en el sonido oficial del metro de la Ciudad de México se escucha “ La Frontera”, coreada por más de un pasajero.

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