El atentado a Donald Trump: resumen de las falsedades y teorías que circularon tras el ataque al presidente electo

El 13 de julio de 2024 marcó la campaña presidencial de Estados Unidos. Ese día, en un acto de campaña en Pensilvania, el candidato republicano Donald Trump recibió un tiro en la oreja derecha. Sumado a la conmoción que este hecho violento generó en la política nacional, en las redes sociales hubo una convulsión paralela de teorías sin evidencias y falsedades sobre las razones del atentado en Butler, la identidad de quién había disparado y si realmente había ocurrido el ataque.
En elDetector hicimos una amplia cobertura del atentado contra Trump en Pensilvania, con un total de ocho verificaciones. Aquí te presentamos un resumen de lo que comprobamos.
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Teorías sin evidencias
Los detractores del republicano afirmaron en redes sociales, sin aportar pruebas, que el ataque armado se trató de un montaje, mientras que sus defensores acusaron al deep state o estado profundo de haber atentado contra la vida de Trump.
El estado profundo es una teoría conspirativa sobre una supuesta red de personas que ocuparían cargos en el Estado no elegidos por voto popular, que trabajan para ejercer control sobre la Casa Blanca y que en realidad son los verdaderos dueños del poder. También lo vinculan, sin pruebas, a redes de pedofilia.
Igualmente desmontamos que el ataque no se trató de un montaje “con salsa de tomate”, como afirmó un en redes sociales. Un grupo de trabajo bipartidista en el Congreso, publicó este diciembre un informe con sus conclusiones sobre el hecho: se trató de algo real, derivado de una serie de fallos de seguridad antes y durante el mitin en Butler (Pensilvania). Una de las conclusiones del documento dice que se pudo evitar.
Sobre la supuesta planeación del atentado por parte del estado profundo, es una teoría sin evidencias que, además, fue desmontada por las autoridades con las investigaciones posteriores. El FBI, en una actualización del 15 de julio de 2024, dijo que estaban investigando el suceso como un intento de asesinato al expresidente, y entonces candidato republicano, como un acto de terrorismo interno.
Identidades y aspectos erróneos sobre el atacante, una foto alterada y una interpretación de las redes
Mientras las investigaciones estaban en curso, en redes sociales se difundieron no menos de cuatro supuestas imágenes sobre cómo lucía o quién era el francotirador.
El atacante, Thomas Matthew Crooks, de 20 años, era –porque fue abatido por agentes del Servicio Secreto–, un joven de cabello castaño oscuro liso, cara ovalada, lentes de lectura y acné en la cara, de acuerdo con la imagen divulgada por las autoridades.
Sin embargo en redes, circularon las fotos de una mujer trans, de un hombre con cabello rubio largo, de un YouTuber italiano de cara redonda, lentes y pasamontañas, y de un hombre de contextura delgada que cuatro años antes había gritado a un grupo de republicanos en la Universidad Estatal de Arizona, señalándoles a los cuatro como los supuestos tiradores.
Ninguna de estas cuatro personas resultó ser el atacante de Trump, lo que recuerda que en momentos de convulsión, las redes sociales suelen ser un foco de desinformación.
Las fotografías del evento de campaña en Pensilvania y del momento en que Donald Trump resultó herido fueron ampliamente difundidas. Una en particular circuló en redes sociales con la falsedad de que mostraba un orificio en la chaqueta del expresidente, pero no fue así, puesto que no recibió un disparo en el pecho o abdomen.
Trump, de acuerdo con un informe médico publicado por su equipo de campaña, sufrió una herida de bala en la oreja derecha “a menos de un cuarto de pulgada [0.6 cms] de entrar en su cabeza, e impactó la parte superior de su oreja derecha”, lo que ”produjo una herida de 2 cm [0.8 cms] de ancho que se extendió hasta la superficie cartilaginosa de la oreja. Al principio se produjo una hemorragia importante, seguida de una marcada hinchazón de toda la parte superior de la oreja”. No se hace mención a otra herida.
Luego de un análisis y comparaciones con fotos del hecho, en elDetector verificamos que no había un supuesto agujero, y que se trataba de una arruga en el traje de la agente que se colocó delante de él para protegerlo.
¿Los agentes que protegían a Trump en Pensilvania sonreían mientras lo desalojaban del sitio? No, es una desinformación que partió de una foto manipulada en redes sociales. Al comparar la foto que circuló en X (antes Twitter) y Facebook, con las que las agencias de noticias tomaron al momento del atentado, y el testimonio del fotógrafo que hizo la foto, verificamos que era falso que los agentes sonreían y que la imagen estaba manipulada.
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