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Criminalidad y Justicia

Hallaron el cuerpo de un bebé mutilado por animales en una bolsa de basura: su madre fue sentenciada a cadena perpetua 30 años después

No fue hasta más de un cuarto de siglo después que se hizo justicia para la criatura. Se cree que fue abandonado en el bosque en una bolsa de basura y allí se lo comieron las alimañas.
Publicado 24 Abr 2022 – 02:45 PM EDT | Actualizado 17 Sep 2022 – 06:33 PM EDT
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En marzo de 1993 repartidores de periódicos que pasaban cerca de un camino rural en Thompson, condado de Geauga, Ohio, encontraron algo espeluznante: el cadáver de un bebé prácticamente recién nacido, que había sido mutilado y arrastrado por animales salvajes.

El hallazgo conmovió a la comunidad y, al no aparecer nadie que reclamara a un bebé perdido, los residentes pagaron un funeral, un entierro y una lápida en la que bautizaron al pequeño con el nombre que con el que todavía se le recuerda: "el bebé de Geauga".

No fue hasta más de un cuarto de siglo después que se procesó a alguien por este caso y en abril su madre, quien lo había abandonado en el bosque en una bolsa de basura, fue acusada de asesinato. En mayo fue condenada a cadena perpetua.

La mujer, identificada como Gail Eastwood-Ritchey, de 51 años y natural de Euclid, Ohio, fue absuelta de otro cargo de homicidio agravado, ya que los del jurado, que deliberaron durante cinco horas, determinaron que los fiscales no habían conseguido demostrar que el asesinato fue premeditado.

Tras el veredicto su fianza fue revocada. Todavía no hay fecha para la sentencia.

El bebé de Geauga: identifican a la madre 26 años después

Durante años, los investigadores del condado de Geauga siguieron buscando pistas para lograr identificar a aquel bebé y encontrar a sus padres.

Pero no fue hasta 2019, cuando un detective de la oficina del sheriff del condado envió ADN del bebé a un sitio web de genealogía, lo que generó al menos 1,400 parientes, que se fueron reduciendo por diferentes patrones de búsqueda y comparaciones hasta dar con sus abuelos y a partir de ellos, con la madre.

Gail Eastwood-Ritchey itió finalmente que había abandonado al bebé y confesó que había hecho algo similar con otro bebé dos años antes.

El caso judicial del bebé de Gauga

El juicio contra Gail Eastwood-Ritchey se atrasó debido a la pandemia y no fue hasta este mes que la mujer fue hallada culpable. Su defensa alegó que el bebé había nacido muerto pero Joseph Felo, el médico forense del condado de Cuyahoga, quien revisó la autopsia realizada por otro médico forense años antes, testificó que el bebé no había nacido muerto si no que había fallecido por “alguna acción”.

Como alegato final, uno de los abogados de la madre dijo que la mujer había creído que el bebé había nacido muerto y que no “actuó con un propósito específico o con la intención de causar la muerte del bebé”.

Por su parte, los fiscales dijeron que aunque no era posible especificar la causa de muerte, creían que la mujer había matado al bebé, lo había puesto en una bolsa de basura y lo había abandonado en el bosque.

La historia detrás del hallazgo del bebé de Geauga

En el verano de 1992 Gail Eastwood-Ritchey tenía 22 años y vivía con sus padres y su hermana menor, informó uno de los abogados defensores, citado por The New York Times. Trabajaba como niñera a tiempo completo y salía con quien luego se convertiría en su esposo. Era miembro de la iglesia bautista local. En el otoño descubrió que estaba embarazada.

“Ella no podía aceptar el hecho de que estaba embarazada”, dijo el abogado. “Ni mentalmente, ni emocionalmente, ni subconscientemente, ni físicamente”. “Estaba asustada”, agregó. “No tenía idea de qué hacer”. La propia Eastwood declaró que temía la reacción de su padre, ya que al salir embarazada no estaba casada con su novio.

Según el abogado defensor, la mujer nunca le dijo a nadie del embarazo y en febrero de 1993, mientras trabajaba en un hogar cuidando niños tuvo dolores y contracciones y menos de 30 minutos después dio a luz a un bebé que nació muerto.

Entonces caminó hacia la cocina, tomó una bolsa de basura de plástico y puso al bebé dentro, con el cordón umbilical aún conectado. Luego lo metió en el maletero de su auto. Días después, mientras llevaba a un grupo de niñas de su iglesia a un retiro de fin de semana en el bosque, tiró la bolsa debajo de un árbol, en el bosque nevado.

Los repartidores de periódico lo encontraron en marzo. Le habían arrancado un brazo y una pierna y la piel de la espalda estaba desgarrada, según dijeron los fiscales, que mostraron dos fotos.

La mujer luego se casó con el padre del niño y tuvieron tres hijos, que ya son adultos.

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