¿Cómo manejar la ansiedad financiera por la inflación durante las fiestas de fin de año?
Las fiestas de fin de año están a la vuelta de la esquina. Atrás quedaron esos días de confinamiento debido a la pandemia y en teoría, este año 2022 deberíamos de sentarnos a la mesa en familia y sin ansiedad; pues gracias a la vacunación, el riesgo de contagio por COVID-19 ha bajado considerablemente.
Sin embargo, con el Día de Acción de Gracias en la puerta, tenemos un nuevo reto: la crisis financiera y la inflación. Las conversaciones ya no giran alrededor de contagios, cubrebocas, pruebas de coronavirus, gel antibacterial y hasta muertes. Ahora, la preocupación está en cómo pagar las cuentas, los regalos, el pavo y las vacaciones.
Todo esto se ha convertido en una fuente de ansiedad y estrés que, si no aprendemos a manejarlo; nos puede arruinar los buenos momentos y hasta convertirse en un problema de salud mental, como la depresión. Nosotros consultamos con Jacqueline Lapidus, quien es psicóloga y especialista en temas de ansiedad, para saber qué podemos hacer para no sobre preocuparnos por la situación económica hacia la recta final de este año. Esto fue lo que nos dijo:
" La ansiedad está muy vinculada con el hecho de estar pensando constantemente qué es lo que va a pasar en el futuro. Y muchas veces nos perdemos de vista del presente. Así que, en estas fiestas, una de las cosas que podemos empezar a practicar es frenar un poco esa ansiedad anticipatoria, frenar un poco esos pensamientos negativos recurrentes que nos llegan acerca del futuro y todo lo que hemos atravesado en este año, Es hora de pensar en cuántas dificultades hemos atravesado y darnos cuenta de que sí somos capaces de afrontar y que sí somos capaces de sobrevivir a muchísimas de las dificultades que tenemos”.
Inflación en el punto más alto y los precios por las nubes
Y es verdad, hemos logrado sobrevivir a una pandemia que ha sido implacable con la humanidad y eso sin duda hay que agradecerlo. Sin embargo, la inflación ha llegado ahora a su nivel más alto en 40 años, ubicándose en 7.7% de acuerdo con un informe del Departamento del Trabajo; lo cual representa el avance anual más pequeño en todo el 2022. Esto se traduce en uno de los mayores aumentos de precios en artículos de primera necesidad, comenzando por los alimentos, la ropa, la gasolina, el alquiler, etc. y provocando también que muchas familias tengan que recortar gastos de manera abrupta. Ante este panorama, no parece tan fácil controlar la ansiedad, aunque tratemos de disfrutar el momento, las fiestas o las vacaciones. Esto es lo que nos recomienda Jacqueline Lapidus:
" A veces las preocupaciones se hacen como si fueran adicciones. En este afán de querer resolver todo posible problema nos olvidamos del disfrute del día cotidiano. Y la preocupación empieza a ser un patrón que se repite una y otra vez y después es tan adherente que nos cuesta salirnos de esa preocupación. Justamente porque tiene un componente adictivo, se nos hace un hábito la preocupación y en ese sentido nos olvidamos de lo que está sucediendo en el día a día. Así que, si me voy de vacaciones, si tomé esa decisión, lo más sano puede ser conectarme con esos momentos, con ese presente que muchas veces nos perdemos de vista."
Pero probablemente, para muchos este no era el panorama perfecto que se imaginaban para cuando pasara el punto álgido de la pandemia. El hecho de tener que "apretarnos el cinturón", de acumular cada vez más deuda en las tarjetas de crédito o de simplemente no cumplir con nuestras expectativas o con los escenarios que teníamos planeados, también genera ansiedad. La solución, según Jacqueline Lapidus, es más sencilla de lo que parece:
"Hay una creencia que tiene que ver con pensamientos que nos dicen que no podemos disfrutar o estar plenos o ser felices hasta que todo alrededor esté perfecto o como nosotros lo esperábamos. Una creencia que tenemos que trabajar muchísimo es justamente esta otra opción de que podemos ser felices o podemos disfrutar y podemos conectarnos con nuestro presente inclusive cuando tenemos dificultades. Podemos trabajar en dónde ponemos el foco, es muy difícil porque tenemos un montón de inconvenientes alrededor pero, aun así, para estar bien emocionalmente sí tenemos que tratar de encontrar esa forma de frenar ese perfeccionismo."
Sin embargo, estas técnicas no han sido tan efectivas para los jóvenes de California, pues de acuerdo con una encuesta realizada por el California Endowment, más de tres cuartas partes de los adultos jóvenes entre 18 y 24 años reportaron ansiedad, más de la mitad reportó sentirse deprimido, el 31% experimentó pensamientos suicidas y el 16% se provocó autolesiones. Las cifras reflejan un acelerado aumento en cuanto a problemas de salud mental, que se han visto exacerbados por la pandemia del COVID-19.
¿Cómo reconocer que la ansiedad está afectando mi vida?
Entre las principales preocupaciones de estos jóvenes están: el costo de la vivienda, el costo de la universidad, la falta de trabajos bien pagados, la falta de vivienda, abuso de drogas y alcohol, así como el costo y la disponibilidad de asistencia sanitaria. Por eso es tan importante atender los problemas de salud mental cuando nos rebasan, cuando sentimos que el pensamiento adictivo por la preocupación nos genera una ansiedad fuera de lo normal; tal vez sea momento de consultar con un especialista. ¿Cómo reconocer ese momento? la psicóloga nos responde:
“Cuando nosotros sentimos que no podemos controlar los pensamientos, cuando sentimos que los pensamientos nos están controlando y no puedo salir de esa situación es un buen momento para ir con un profesional. Cuando los síntomas de ansiedad son tan fuertes que me generan dificultades para poder dormir, para poder vincularme, para cuando noto que justamente empiezo a abandonar las actividades que solía hacer o empiezo a abandonar las actividades que solía disfrutar.”
Pero si sentimos que nuestra ansiedad es temporal o que tal vez sólo necesitamos una ayuda para estar en paz en estas fiestas a pesar de las deudas y la inflación, Jacqueline Lapidus nos da consejos prácticos para empezar desde hoy mismo:
“Hay varias cosas que uno puede hacer: por un lado, toda la parte que tiene que ver con las emociones y la fisiología así que la actividad física es una estrategia fundamental para paliar las consecuencias a veces del invierno o la falta de luz. Pero por otro lado, está lo relacionado con nuestros pensamientos. Cuando hacemos una evaluación de nuestro año o hacemos una proyección del próximo año, siempre tenemos que tratar de tener grises. Así como vemos todo lo que no nos salió y todo lo que no nos pasó como hubiéramos deseado, también tenemos que pensar en todas aquellas cosas que sí nos salieron. Por ejemplo, todo lo que ahora sí podemos disfrutar después de la pandemia."