{ "@context": "http://schema.org", "@type": "BreadcrumbList", "itemListElement": [ { "@type": "ListItem", "position": 1, "item": { "@id": "/shows", "name": "Shows" } }, { "@type": "ListItem", "position": 2, "item": { "@id": "/shows/primer-impacto", "name": "Primer Impacto" } } ] }
null: nullpx
PI Reportajes

Un hombre casi octogenario se sentía feo y se sometió a una cirugía plástica: ahora lleva tres años sin poder cerrar los párpados

“Sea quien sea en quien confíes, incluso un cirujano de primera, por favor, ten cuidado porque puede arruinar tu vida”, advierte la víctima, quien ha tenido que usar cinta para cerrar sus ojos y poder dormir.
Publicado 26 Ene 2022 – 10:26 PM EST | Actualizado 26 Ene 2022 – 10:27 PM EST
Comparte
Cargando Video...

Hace más de 60 años, el joven Pete Broadhurst, oriundo de Birmingham, Reino Unido, se sometió a una cirugía dental de rutina que le arruinaría la vida.

El simple procedimiento médico le provocó un notable agrandamiento de mejillas “como de hámster” que le generaron una constante inseguridad, potenciado al ser dejado por la que era entonces su pareja, con quien tenía dos hijos.

Al cuestionarle sus razones para abandonarlo, la mujer le dijo sin tapujos que se viera en el espejo, que no podía estar con alguien tan feo, contó Broadhurst, hoy casi octogenario, al Daily Mail.


Tras el desencuentro, Broadhurst intentó entablar dos relaciones más, sin conseguir aumentar su seguridad por su apariencia.

En 2019, con 76 años cumplidos, Broadhurst decidió tomar cartas en el asunto y entró a un quirófano del BMI The Priory Hospital para someterse a una cirugía que le costó casi 15,000 dólares.

Durante unas nueve horas, el hombre fue sometido a una blefaroplastia debajo de los ojos y a una rinoplastia para reducir sus mejillas. Tras ser dado de alta un día después, Broadhurst recuerda que parecía que lo habían golpeado. “Fue horrible, no podía cerrar los ojos”, rememora.

Luego de pasar un día entero con vómitos y con dificultades para orinar, el padre de dos hijos creyó que se trataban de efectos secundarios del tedioso proceso quirúrgico por el que había pasado.

Un par de semanas después volvería al hospital para que le pudieran quitar los puntos y fue allí cuando les dijo a los doctores que sentía sus ojos muy irritados y llorosos. Los médicos le aseguraron que era normal.

Sin embargo, un mes después, durante un chequeo rutinario de su próstata, el doctor que lo atendió noto un grave daño en sus ojos, por lo que tuvo que ver a un especialista. Fue en ese momento que el hombre se enteró que sus párpados no cerraban completamente cuando dormía.

Por este motivo, Broadhurst volvió a ingresar al quirófano para que se le colocara un injerto de piel que ayudaran a sus párpados a funcionar de manera normal.

A pesar de ello, el afligido hombre sigue sin poder cerrar sus párpados por completo.

Casi tres años después de la última cirugía, Broadhurst dijo sentir sus ojos “distorsionados” y que apenas podía ver algo, por lo que ha tenido que utilizar cinta adhesiva para cerrar sus párpados de manera manual.

Lejos de la apariencia, la cual todavía no mejora ni por asomo, el casi octogenario tiene una vista tan pobre que no puede darse el lujo de siquiera distinguir algunos rostros, ni mucho menos conducir, reportó SWNS .


Aunado a estos problemas, este pintor jubilado ha sufrido el rechazo de centros médicos privados que se han negado a corregir este problema, por el riesgo de que el hombre pudiera perder completamente la vista.

Desesperado, Broadhurst viajó a Turquía para realizarse una blefaroplastia que le costó casi 9,500 dólares y deberá volver en 2023 para un procedimiento de seguimiento.

“Sea quien sea en quien confíes, incluso un cirujano de primera, por favor, ten cuidado porque puede arruinar tu vida”, advierte.

Loading
Cargando galería
Comparte
Widget Logo