Buscan casa por casa: unos 10,000 militares y policías cercan una ciudad salvadoreña como parte de la polémica guerra contra las pandillas
Cerca de 10,000 militares y policías cercaron la madrugada de este sábado el populoso municipio de Soyapango, en la periferia de San Salvador, en el marco de la controvertida guerra contra las pandillas lanzada en marzo por el presidente salvadoreño, Nayib Bukele.
"A partir de estos momentos, el municipio de Soyapango está totalmente cercado. 8,500 soldados y 1,500 agentes han rodeado la ciudad" de 242,000 habitantes, situada en la periferia este de la capital salvadoreña, informó Bukele en su cuenta de Twitter.
El mandatario había anunciado el 23 de noviembre que cercaría ciudades para que los militares busquen casa por casa y arresten a pandilleros. Soyapango es la primera ciudad en la que se aplica esta medida.
"Los ciudadanos comunes no tienen nada que temer y pueden continuar haciendo su vida normalmente. Esta es una operación contra los criminales, no contra los ciudadanos honrados", agregó el presidente en la red social.
Los soldados y policías se apostaron en las primeras horas de la madrugada en todas las calles de al municipio, sin permitir que nadie entrara ni saliera del lugar sin antes ser registrado. Los uniformados se encargarán "de sacar uno a uno a todos los pandilleros que aún se encuentran ahí", dijo Bukele.
Tras varias horas de iniciada la operación, el ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro, dijo que "ya son 12 pandilleros que se encuentran detenidos, todos con antecedentes penales".
El cerco a Soyapango, por aire y tierra
Las colonias en todo Soyapango amanecieron con fuerte presencia de soldados y policías, quienes buscaban pandilleros con caminar lento y con sus fusiles de asalto en mano, observó un periodista de la AFP.
Vehículos de combate del ejército y autos policiales recorrían las calles de la ciudad. Desde el aire, drones de la Policía sobrevolaban la zona para intentar ubicar a pandilleros.
El ministro de Defensa, René Merino, precisó que son 40 "puntos de control" instalados en Soyapango, que ha sido considerado por años como un municipio inseguro debido a la acción de pandilleros. Hace unos meses, las autoridades comenzaron a borrar los grafitis alusivos a las pandillas.
Las acciones implementadas por el gobierno de Bukele en Soyapango, en virtud del estado de excepción, han conducido a "una enorme mejora en su seguridad", reconoció a inicios de esta semana su alcaldesa, Nercy Montano.
"Ha sido una sorpresa (el operativo), lo están registrando a uno y nos piden el documento de identidad para verificar en dónde vivimos, pero está bien, todo sea para nuestra seguridad", dijo a la AFP Guadalupe Pérez, de 53 años, quien vive en una de las colonias del municipio.
Mientras tanto, policías abordaban autobuses de transporte colectivo para registrar a los pasajeros.
La polémica guerra contra las maras de Bukele
La guerra contra las 'maras', que Bukele lanzó el 27 de marzo al amparo de un estado de excepción, ha llevado a la detención de más de 58,800 presuntos pandilleros, según Villatoro, pero ha sido cuestionada por organismos humanitarios.
El estado de excepción, que permite detenciones sin orden judicial, fue declarado por el presidente en respuesta a una escalada de violencia que se cobró la vida de 87 personas del 25 al 27 de marzo. Fue prorrogado por el Congreso hasta mediados de diciembre.
Organizaciones humanitarias y de las Naciones Unidas han cuestionado algunos de los métodos empleados por Bukele en su guerra contra las maras, como el arresto de menores y su inclusión en cárceles regulares.
En un comunicado publicado en abril, el Fondo de Naciones Unidas para la infancia (UNICEF) critió la reforma a la ley penal juvenil que hizo El Salvador para que niños y adolescentes pertenecientes a pandillas que tengan entre 12 y 15 años de edad enfrenten hasta 10 años de prisión y los mayores de 16 hasta 20.
"Encarcelar a los niños, niñas y adolescentes no proporciona un entorno que mejore su desarrollo ni promueve su reintegración como miembro positivo de la sociedad", señaló UNICEF.
Por su parte, Amnistía Internacional ha denunciado detenciones arbitrarias masivas y malos tratos a los reos.
Apoyo ciudadano al régimen de excepción de Bukele
El montaje de los cercos de seguridad en ciudades para la "extracción de pandilleros" es parte, dijo recientemente Bukele, del denominado plan de seguridad gubernamental Control Territorial.
"Las medidas que se están tomando están dando resultados notorias y la población lo ha notado, entonces no es de extrañar que la gente que ha sido afectada por las pandillas, que es la gran mayoría, esté de acuerdo con lo que se está haciendo", dijo el criminólogo Ricardo Sosa.
Una encuesta de la Universidad Centroamericana (UCA) publicada en octubre mostró que el 75.9% de los salvadoreños aprueba el régimen de excepción, y nueve de cada 10 salvadoreños aseguran que la delincuencia "ha disminuido" con la política de Bukele.
Antes de marzo y previo a que iniciara el régimen de excepción, en las cárceles de El Salvador había 16,000 pandilleros encarcelados. La mayoría de los detenidos son de las pandillas MS-13 y su rival el Barrio 18 en sus facciones sureños y revolucionarios.
Nacidas en Estados Unidos, en las calles de Los Ángeles, las maras, según dijo recientemente Bukele, todavía tienen armas y "se están financiando de la venta de droga".