«Decidí amamantar a mi bebé después de los 3 años»: el testimonio de una mamá
Hoy, al ver a mi hijo crecer tan fuerte y correr por toda la casa lleno de energía, me siento orgullosa de todas las noches en que me desperté para amamantarlo.
Han pasado tres años y ya no somos los mismos. Confieso que tenía mucho miedo de todo lo que pasaría luego del parto, pues me advirtieron que nunca más dormiría igual y tenían razón, ahora duermo enamorada de su sonrisa.
Quiero compartir un poco de mi experiencia con las futuras madres, porque sé que tienen un mundo de dudas, pero es preciso confiar en la sabiduría de nuestro cuerpo. Todo está listo para la llegada de tu bebé: en tu pecho ese nuevo ser encontrará una mezcla de amor y nutrientes.
Les mentiría si digo que la lactancia ha sido fácil, pero puedo asegurarles que será hermoso; las palabras no me bastan para describir esta experiencia. Al tenerlo entre tus brazos tu hijo desarrollará seguridad, y al beber de tu seno sabrá que a tu lado nada le hace falta.
Han pasado tres años y me siento orgullosa de seguir amamantando. Mientras lo veo alimentarse lo comprendo todo: entiendo su fragilidad y mis miedos, pero al mismo tiempo sé que le estoy dando el mejor alimento para que crezca sano y fuerte.
Amamantar es mucho más que alimentar
Gracias a la lactancia, mi bebé y yo compartimos emociones y he llegado a creer que hasta pensamientos, porque a sus tres años percibe cuando mamá está agotada y me abraza fuerte para compartirme su energía.
Me prometí amamantar donde sea
Agradezco que mi jefa también es mamá y se portó muy linda conmigo. Ella me apoyó muchísimo, pues cuando terminó mi permiso de maternidad sólo tenía que ir medio día a la oficina y por las tardes trabajaba desde casa.
Si eres amiga, jefa o familiar de una futura mamá, ahora es cuando más te necesita. No la juzgues por amamantar a su bebé en lugares públicos, ni por llegar desvelada luego de despertar más de cuatro veces en la madrugada para alimentar a su bebé.
Siempre habrá retos
Uno de los grandes retos que enfrenté fue tener que buscar al pediatra indicado. El primero que consulté no estaba actualizado con temas de lactancia y me dijo que tenía que dejar de comer varios alimentos. Afortunadamente, después encontré un médico que apoya la lactancia y reconoce el esfuerzo.
Decidí amamantar por más de tres años
Estaré para mi hijo siempre que me necesite y seguir amamantando es mi mayor prueba de amor. El tiempo pasó más rápido de lo que imaginaba y lo único que puedo decir es que tomé la mejor decisión de mi vida.
Futuras madres, confíen en la sabiduría de su cuerpo y nunca permitan que otros decidan lo que es mejor para sus bebés. No todas las mamás tienen la oportunidad de amamantar, a ellas les pido que no sientan culpa o angustia, nuestros pequeños pueden sentir nuestro amor de diferentes formas.
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