Master of the Grill: Kit de viaje para un parrillero

No puedo recordar un solo viaje desde mi juventud en el que la comida no haya sido cosa prioritaria. Incluso en viajes de trabajo, luego de atender la diligencia a la que fui enviado en cada uno, la siguiente prioridad siempre fue, ¿a dónde voy a comer? ¿Qué cosa nueva podré probar?
Con el tiempo los viajes comenzaron a ser estrictamente gastronómicos. Incluso los de esparcimiento familiar llevan siempre una agenda restaurantera, además de la siempre latente posibilidad de cocinar algo en algún punto, con un amigo y con los ingredientes que se encuentren a la mano.
En todos los casos me he encontrado con que llegar a otra cocina siempre implica un reto extra, no contar con los cuchillos a los que uno ya está acostumbrado o incluso aquellos rios que se han vuelto indispensables. Considere que a veces se llega a un lugar ¡sin cocina! Durante los años universitarios recuerdo haber hecho un par de viajes en los que llevé conmigo una sartén y una cabeza de ajo (además de la navaja); así improvisé un delicioso pescado al ajillo frente a la playa. El sartén quedó inservible de tanto meterlo a la fogata de cocos, pero la experiencia marcó el inicio de mis travesías gastronómicas.
Primero comencé viajando con algunos pocos aditamentos: una navaja muy filosa, un cuchillo y una botellita con sal muy especial; hoy cuento ya con un kit completo de utensilios de entre los que selecciono los más adecuados.
Si usted, como yo, guarda siempre la esperanza de improvisar alguna sesión culinaria durante su próximo viaje, aquí le van mis recomendaciones:
1. Busque una maleta apropiada. Una que pueda cerrar bien y documentar. De preferencia que quede muy claro que lleva una maleta con utensilios de cocina. Si en el aeropuerto le preguntan si es chef, diga que sí: es más complicado explicar que no lo es pero viaja con todos esos cuchillos. Si aún así lo cuestionan, diga que va en un viaje de exploración para entender más la cultura de su destino.
2. Viaje con lo necesario pero bajo el estricto criterio de que es lo indispensable.
3. Lleve cosas que no lamente perder. No se trata de viajar con cosas que no le sirven, pero usted y yo sabemos que hay cuchillos y utensilios menos favoritos; funcionales, pero no entrañables.
4. Lleve una buena base de cuchillos genéricos. Siempre incluya chef de 8 ó 10 pulgadas, pan, fileteros, mondadores. Si su especialidad es la comida del mar, incluya un santoku.
5. Lleve 2 pinzas y una espátula de parrilla. Deje el trinche, que de poco sirve.
6. Termómetro. Indispensable. Recuerde que las brasas se comportan de forma misteriosa en otras latitudes.
7. Sugiero los siguientes complementos: cuchara de servicio, espátula de silicón, rayador, hilo de algodón, tijeras, tabla pequeña, tenedor de servicio, cucharitas para probar, mandil, saca corchos, abrelatas o una navaja suiza.
8. Lleve un par de sales y/o condimentos de su autoría. Sus favoritos. Sólo 2 ó 3. Esto le ayudará a dar un toque muy personal a lo que cocine.
9. Si viaja a un destino de playa y le gusta la pesca, obviamente incluya su caña, pero también un utensilio para retirar escamas.