¿Metabolismo lento? Hábitos y alimentos que te ayudarán a acelerarlo
¿Sabías que acelerar el metabolismo es otro empujoncito para el proceso de pérdida de peso, además de la dieta y el ejercicio? Descubre cuáles son los alimentos y hábitos para mejorar el metabolismo, que deberías empezar a poner en práctica hoy.
#1 No pases hambre
Comer impulsa al metabolismo: entender este concepto es clave (y lo verás repetido en todo el artículo, para que no te lo olvides). Es importante comer con frecuencia, pero también controlar las calorías que ingieres para saber si es necesario aumentar o disminuir tu ingesta.
¡No pases hambre! Intenta aumentar en 500 calorías tu planificación diaria y procura que las nuevas calorías sean limpias, y no comida chatarra. Pon en movimiento a tu metabolismo.
#2 Bebe té de jengibre
¿Sabías que la raíz de jengibre sirve para acelerar tu metabolismo? Ayuda a bajar de peso por su poder diurético. La mejor forma de consumirlo para este fin, es si bebes un té de jengibre casero por las mañanas.
Para preparar un té casero, primero pon un poco de agua a calentar. Luego agrega un pedazo de jengibre con cáscara y retíralo del fuego cuando el agua hierva. Tras quince minutos de reposo, ¡ya puedes beberlo!
#3 Hazte un desayuno proteíco
Desayunar es imprescindible para activar el cuerpo y empezar el día con energía, pero la mejor forma de despertar al organismo y que el metabolismo se ponga en funcionamiento es ingerir una buena dosis de proteínas.
Para digerir las proteínas, el cuerpo necesita realizar mayor esfuerzo que con los carbohidratos, así que procura incluir en tu desayuno diario huevos, fiambre magro, queso bajo en grasa o yogur griego, además de la porción de fruta o tostada.
#4 Bebe agua en ayunas
Un vaso de agua en ayunas es un buen activador del metabolismo, pero también ayuda a rehidratar el cuerpo por los líquidos perdidos mientras dormías o si cenaste alimentos muy salados la noche anterior.
Hay dos claves a tener en cuenta: es importante dormir siempre entre seis y ocho horas, y lo ideal es beberlo media hora antes de desayunar para que funcione mejor. Si no te agrada el agua sola, puedes ponerle unas gotas de limón.
#5 Dile sí al café
Si bien el exceso de cafeína puede tener consecuencias en el cuerpo, una pequeña dosis diaria es muy efectiva para la aceleración del metabolismo, porque estimula la quema de grasas, sobre todo durante el ejercicio.
Según un estudio de Harvard, las personas que consumen 200 miligramos de cafeína al día, que equivalen a 236 mililitros de café o una vaso aproximadamente, tienen menor tendencia a aumentar de peso que las que no lo hacen.
#6 Incorpora la leche
Consumir leche, yogur y queso, entre tres y cuatro veces a la semana, ayuda a perder 70 por ciento más de grasa corporal, que no hacerlo. El calcio de estos productos acelera el metabolismo y ayuda a quemar el exceso de grasa.
A la hora de elegir productos lácteos, es recomendable optar por los que son bajos en grasa. De lo contrario estarás incorporando más de la que quemarás. Si bien hay alimentos como el brócoli o el jugo de naranja que también tienen calcio, no son tan buenos como la leche.
#7 ¡A condimentar se ha dicho!
La sal aumenta la presión y la retención de líquidos, pero hay otras formas de darle sabor a tus comidas que son menos dañinas. Las especias no tienen calorías, por ejemplo. Pero hay una verdura en especial que aumenta el mentabolismo. ¿Sabes cuál es?
Los investigadores canadienses comprobaron que consumir pimiento rojo simula la termogénesis, es decir, la capacidad de aumentar el calor en el organismo. ¿Lo sabías?
#8 Bebe agua helada
Es probable que en verano bebas agua fría, pero que en invierno optes por la que está a temperatura ambiente. Si quieres acelerar temporalmente tu organismo, lo ideal es que bebas el agua helada.
¿Cuál es la razón? Beber medio litro de agua ya aumenta el metabolismo entre un 10 y 30 por ciento , aunque estés en reposo. El efecto dura aproximadamente media hora. Pero, si además la bebida está fría, el cuerpo tendrá que gastar más energía en calentarla a la temperatura corporal.
#9 Elige el té azul u Oolong
Esta infusión tradicional de China es también conocida como Camellia sinensis y tiene un color azulado, por su proceso de oxidación (está entre el té verde y el té negro). Beber té oolong es muy beneficioso para el organismo.
Además de acelerar el metabolismo, reduce la presión arterial, regula el colesterol, baja el nivel de azúcar en sangre, y mejora el sistema inmunitario y el respiratorio. ¿Lo sabías?
#10 Ríete mucho
Tal vez no lo sepas, pero reír (sí, reír) es increíblemente bueno para la salud física, como para la salud emocional y psíquica. De hecho, impulsa tu metabolismo y desgaste de energía.
¿Cómo funciona? Aumenta la frecuencia cardíaca entre un 10 y 20 por ciento por encima de los valores en reposo. Mirar videos de gatitos aumenta aun más tu energía, según estudios recientes. ¡Es todo lo que necesitabas saber!
#11 Reemplaza el aceite para cocinar
Es hora de dejar de usar tanto aceite de girasol, maíz, mezcla e incluso oliva para cocinar (¡y ni hablar si cocinas con grasa o mantequilla!). Para aumentar el metabolismo, deberías usar aceite de coco.
El aceite de coco tiene los mismos usos que cualquier otro aceite, pero es mucho más saludable. De todos modos es muy calórico, por lo que intenta reducir su uso al máximo.
#12 Intenta con una dieta de bajo índice glucémico
El índice glucémico deriva de la medición del nivel de azúcar en sangre. Este plan de alimentación está basado en verduras, legumbres y frijoles, y en evitar los carbohidratos y las grasas.
Esto no significa no comer carbohidratos, pero sí saber cuáles elegir y reducir las porciones para que el metabolismo funcione mejor y puedas perder el peso que deseas.
#13 Elige alimentos orgánicos
Aunque los alimentos orgánicos suelen ser más costosos y menos vistosos, son muy beneficiosos para la salud. Para empezar, no tienen pesticidas. Si esa razón no es suficiente, además aceleran tu metabolismo.
Investigadores descubrieron que los restos de los pesticidas tienden a reducir el ritmo del metabolismo. Si eliges productos orgánicos libres de químicos, ¡no tendrás ese problema!
#14 Prueba con el té verde
Esta infusión funciona como un purificador del cuerpo. Al beberla, necesitarás ir con más frecuencia a orinar. Esto sirve para eliminar toxinas, acabar con la retención de líquidos y aumentar la energía.
Por sus altos niveles de teína, cafeína, catequinas y polifenoles, el té verde también ayuda a digerir los alimentos. Lo ideal es tomarlo antes de desayunar, para que surta un mejor efecto.
#15 Prueba el entrenamiento HIIT
Seguro ya sabes que el ejercicio es indispensable para estimular al metabolismo. Además de las rutinas más conocidas, existe otro tipo de preparación física clave para conseguir tu meta: el entrenamiento en intervalos de alta intensidad o HIIT.
Las rutinas combinan esfuerzos casi sin descanso con periodos cortos de recuperación. La intensidad de los ejercicios es tan alta, que seguirás quemando calorías hasta 36 horas después de la actividad. Descubre cuáles son las mejores rutinas de entrenamiento HIIT para ti.
#16 No te olvides de las comidas trampa
Las comidas trampa o engañosas, conocidas en inglés como cheat meals, son esos permitidos que sueles darte: una hamburguesa de tu restaurante de comida rápida favorita, el chocolate con el café después de la cena o esa porción de pastel en el té con tus amigos.
El problema con las comidas trampa es que no se conviertan en un hábito. Si las usas estratégicamente, ayudarán a la aceleración metabólica. Lo ideal es comer una porción cada cinco o siete días.
#17 Entrena durante tu SPM
El síndrome premenstrual es un gran momento para estar acurrucada en el sillón, ver series y comer helado, pero también para hacer ejercicio porque activarás el metabolismo y podrás quemar un 30 por ciento más de calorías.
Está científicamente comprobado que las mujeres queman más grasa si se ejercitan durante las dos semanas posteriores a la ovulación y los dos días anteriores a la menstruación, por el alto nivel de las hormonas reproductivas. ¿Lo sabías?
#18 Evita el alcohol
Es difícil decirle NO a una cerveza o un cóctel. Antes de hacerlo, descubre por qué. Está científicamente comprobado que, si bebes mientras comes, ingerirás 200 calorías más.
Un estudio demostró que el cuerpo primero quema el alcohol, por lo que el resto de las calorías ingeridas se almacenarían como grasa. La mejor opción es el vino porque tiene pocas calorías y, si lo mezclas con un jugo o gaseosa, ¡mucho mejor!
#19 Duerme bien
Dormir ocho horas no siempre es suficiente, ni siquiera dormir doce. El objetivo es descansar bien, más allá de la cantidad de horas. Si te levantas muchas veces, es probable que no te relajes lo suficiente. El sueño es esencial, sobre todo cuando se trata del metabolismo.
Una buena noche de sueño equivale a una mejor reconstrucción muscular y recuperación del organismo. Según un estudio realizado en Carolina del Norte, la falta de sueño aumenta los niveles de ghrelin, que genera una sensación de hambre y que te lleva a consumir azúcar y carbohidratos procesados para reemplazar la poca de energía.
#20 Ingiere calorías y carbohidratos
El metabolismo necesita energía para funcionar. Es como un coche y su gasolina son las calorías que provienen de los alimentos. Las dietas bajas en carbohidratos o reducidas en calorías pueden ayudar a perder mucho peso, pero no necesariamente son beneficiosas para el organismo.
Si limitas la gasolina que le pones a tu cuerpo, tendrás poca energía y también quemarás menos calorías. Además, te pondrás en modo "ahorro de energía" como un celular y empezarás a acumular grasas (de ahí el peso rebote). Tienes que comer para que tu metabolismo funcione bien y para perder peso, aunque suene raro.
#21 Come granos integrales
Los alimentos integrales sirven como bujías metabólicas: ayudan a la digestión y aceleran el motor metabólico. Opta por granos enteros, en lugar de productos procesados que dicen ser integrales pero ya no tienen ni el salvado ni el germen.
Un grano de cereal integral tiene tres componentes. La cáscara exterior que es el salvado y aporta fibra, antioxidantes, hierro, zinc, cobre, magnesio, vitaminas B y fitonutrientes; el germen que sería el embrión y contiene vitaminas B, vitamina E, antioxidantes, fitonutrientes y grasas no saturadas; y el endospermo que tiene carbohidratos y proteína.
#22 Controla el estrés
Tal vez creas que el estrés no puede afectar tu peso, pero la realidad es que sí. En primer lugar, porque este estado aumenta la cantidad de hormonas cortisol en el cuerpo, lo cual vuelve lento al metabolismo. ¡Y hay más!
Cuando estás estresado, sueles tener mayores niveles de ansiedad y falta de sueño. Ambas cosas se traducen en un aumento de las ganas de comer (y no de comida saludable, sino chatarra), por lo tanto tu peso aumentará.
#23 Come colaciones saludables
Los lapsos de muchas horas en ayuno no son buenos para el metabolismo. Lo idea es no pasar más de seis horas sin comer y preferentemente hay que ingerir una colación cada tres horas. Obvio, si no tienes hambre, puedes esperar un poco más.
Es importante saber qué elegir a la hora de comer y la colación debe ser igual de saludable que el resto de las comidas. Opta por una fruta, frutos secos o semillas en lugar de de una barrita de cereal comprada, por ejemplo, para evitar los conservantes.
#24 Levanta pesas
A la hora de elegir un tipo de entrenamiento, opta por el de fuerza. Los ejercicios con peso destuyen el tejido muscular y el cuerpo necesita gastar mayor cantidad de energía, es decir, calorías para recuperarlo.
Durante la reconstrucción que dura algunas horas, el cuerpo quema mayor cantidad de grasas. Es indispensable comer una porción de proteínas y una de hidratos de carbono quince minutos después del ejercicio para la recuperación muscular, ¿lo sabías?
#25 Aumenta el cardio
Ir al gimnasio es una excelente actividad pero con pasar 45 minutos levantando pesas o haciendo máquinas no alcanza. Tienes que convertirte en una persona activa: menos sofá, silla de oficina y asiento del metro.
¿Qué opciones hay para mejorar el metabolismo cuando la vida tiende a ser sedentaria? Levantarse una vez por hora del escritorio, subir por escaleras en lugar de tomar el ascensor, caminar antes y después de viajar en transporte público (si puedes caminar a tu trabajo, mejor).
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