Las citas que se consiguen a través de Internet, si bien algunas veces van muy bien, otras pueden ser muy incómodas. No conoces de nada a tu cita, ni siquiera la habías visto nunca; un par de conversaciones por chat resultaron en una invitación a tomar café. Además de los nervios y de no saber de qué hablar, puede presentarse otro problema: esa persona no es la que habías visto en las fotos.