A medida que la televisión fue convirtiéndose en algo tan serio y respetable como el cine, por su sofisticación y sus logros creativos, los creadores también comenzaron a dotar a las series de una especial atractivo visual que, de la mano de las pantallas cada vez más grandes y el perfeccionamiento del HDTV, acompañara esta evolución temática y narrativa.