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Tras haber pasado mucho tiempo sin una vivienda estable, Joseph Shaw tenía empatía por todas las personas sin techo, por lo que no era raro verlo de manera regular siendo un voluntario dentro de los albergues que acogían a estas personas necesitadas de un hogar.
A sus 44 años, Shaw –padre de tres hijos– era irado por sus amigos y familiares en Brockton, Massachusetts, quienes lo veían siempre hablando con personas en situación vulnerable a las que escuchaba, para tratar de ayudarlos.
En una de esas jornadas como voluntario en 2017, Shaw conoció a Kathryn Podgurski, una mujer sin hogar de la que se enamoró perdidamente, por lo que la invitó a mudarse a su departamento, explicó Mirror.
Durante varias semanas, la convivencia entre Shaw y la mujer de 33 años no tuvo mayores problemas, hasta que la familia de aquel hombre lleno de empatía por los menos favorecidos no tuvo noticias suyas por varios días.
Preocupados por este inusual comportamiento en el responsable padre de familia, los allegados de Shaw denunciaron su desaparición el 17 de julio de aquel año, sin que nadie de sus conocidos pudiera sospechar el lugar de su paradero.
Mientras la policía realizaba la búsqueda de Shaw, los familiares del desaparecido se toparon con el irritante y sospechoso comportamiento de Podgurski, quien no les permitía entrar en el departamento e incluso alguna vez se puso a llorar, asegurando que no sabía dónde estaba su pareja.
Tan solo cuatro días después de haberlo reportado como desaparecido, Podgurski envió un mensaje a un familiar de Shaw para contarle que, semanas antes, dos ladrones habían matado al joven voluntario en su departamento y que le habían exigido a ella esconder el cadáver.
Alarmado por lo que acababa de escuchar, el familiar se puso en o con la policía, la cual terminó interrogando a Podgurski afuera de un hotel, donde les recomendó buscar en el armario del departamento.
Cuando los uniformados llegaron hasta ese armario no tardaron en notar un fuerte hedor antes de hallar el cuerpo en descomposición de Shaw enterrado bajo un cúmulo ropa y cubierto de arena para gatos, con la intención de absorber los fluidos corporales del cadáver.
Más tarde, los primeros indicios de la investigación policiaca arrojaron que Shaw había sido apuñalado más de 42 veces, antes de ser descuartizado, a tal grado que nunca se pudieron hallar una de sus piernas y un brazo.
A pesar de observar a Podgurski afligida y supuestamente temerosa de que los asaltantes volvieran al departamento para matarla, las autoridades no tardaron en ponerla en la mira de la investigación, sobre todo cuando no se pudo determinar indicio alguno sobre un asalto en la vivienda.
Al poco tiempo, los testimonios de allegados a la pareja sobre los constantes problemas que tenían en su relación que derivaron en que Shaw le pidiera a ella que se mudara de su departamento.
Luego de determinar que las heridas contra Shaw eran consistentes con un ataque personal y no con un asalto, Podgurski compareció ante un tribunal, donde fue acusada de asesinato y de intentar encubrir el homicidio, contó WCVB .
En diciembre de 2021, Podgurski fue declarada culpable de asesinato en primer grado y condenada a cadena perpetua, tras 15 horas en las que un jurado deliberó e hizo caso omiso a lo dicho por la mujer, quien siempre sostuvo que era inocente de lo que se le acusaba.