Lo que tienen en común (casi) todos los autores de tiroteos masivos: ser hombres

Nikolas Cruz, el joven que ayer quitó la vida a 17 personas en la escuela Marjory Stoneman Douglas de Parkland (Florida), forma parte de un patrón de sobra conocido por los criminólogos que tratan de comprender mejor por qué alguien decide tomar un arma y disparar arbitrariamente a personas inocentes. Es un varón.
Aunque los lugares, las circunstancias y los nombres de las víctimas de los tiroteos cambien, el género de los asesinos en rara ocasión lo hace: en un 96.9% por ciento de las veces los autores son hombres.
Así lo demuestra una base de datos elaborada por la publicación Mother Jones* que recoge los tiroteos masivos que han tenido lugar en Estados Unidos, desde 1982 hasta el de ayer en Florida. De las 97 masacres contabilizadas, 94 fueron obra de tiradores masculinos, mientras que solo dos de ellas tuvieron lugar a manos de mujeres. Hubo una mixta: la de San Bernardino de 2015, cometida por una pareja con vínculos con ISIS.
Sin embargo, en un contexto en que el propio Donald Trump defendió la necesidad de imponer su veto migratorio a los países de mayoría musulmana alegando que protegería a Estados Unidos de ataques de este tipo, el género es una variable a la que se presta menos atención que a la religión de los responsables, a su raza (los hombres blancos cometen este tipo de crímenes más que ningún otro grupo poblacional), o a su edad (como media, los tiradores tienen 35 años).
Un cóctel de explicaciones
Pero el patrón sexual es mucho más obvio y los factores que incitan a los hombres cometer estos crímenes, varían mucho entre caso y caso, explica Stephen Singular, coautor junto con su mujer Joyce Singular del libro ' El cuaderno de espiral: el tiroteo del teatro de Aurora y la epidemia de violencia de masas cometida por la juventud estadounidense', una obra que analiza la masacre de 2012 en Aurora (Chicago) y a su autor, el joven James Holmes, que asesinó a 12 personas durante el pase de una película de Batman en un teatro.
Según Singular, en el caso de Holmes influyeron varios factores: desde la adicción a videojuegos que pudo incitar a un comportamiento violento hasta un transtorno emocional mal tratado pasando por un modelo de masculinidad que penaliza la vulnerabilidad y que exige a los hombres ser agresivos desde edad muy temprana.
En el caso de Cruz, de momento solo sabemos que había sido expulsado por razones disciplinarias de la escuela que atacó y que tenía problemas con los tutores que lo cuidaban después de que sus padres adoptivos hubieran fallecido.
"(Los autores de estas masacres) se sienten impotentes y reaccionan haciendo algo que tiene un enorme efecto en la gente para probar su valor, su importancia", dice por teléfono. "Necesitan buscar venganza en el mundo porque se sienten víctimas de él, pero no son pobres, no están oprimidos ni pertenecen a ninguna minoría", destaca Singular sobre hombres como Holmes o el autor del tiroteo de Las Vegas, Stephen Paddock, una persona adinerada.
La venganza ante un mundo en deuda con ellos
Este detalle (el buscar venganza a través de la violencia a pesar de pertenecer a una clase media-alta o a un género o grupo demográfico favorecido) es algo que ha llamado la atención de varios sociólogos y criminólogos.
El profesor de justicia criminal de la Universidad de Estado de Washington Eric Madfis llegó a la conclusión en un estudio de 2013 sobre los asesinos masivos de que el triple privilegio de la masculinidad heterosexual y blanca hace que "las pérdidas en el curso de la vida sean más inesperadas y, por lo tanto, más dolorosamente vergonzosas". De esta forma, "resultan en un acto acumulativo final de violencia".
O sea, que los hombres, sobre todo si son blancos, son más propensos a reaccionar violentamente si sienten que se les debe algo, ya que es menos frecuente y esperado que no lo obtengan. Así lo explicó a NPR Candice Batton, directora del la Escuela de Criminología y Justicia Criminal de la Universidad de Nebraska:
¿Y las mujeres?
La ira puede ser arbitraria, pero también tener un sesgo de odio. Así sucedió en el caso de Dylann Roof, joven obsesionado con la idea de que negros violaban a mujeres blancas y que asesinó a nueve afroamericanos en una iglesia de Carolina del Sur en el verano de 2015.
También pueden ser las propias mujeres: la misoginia ha sido de hecho uno de los desencadenantes principales de algunos de estos episodios. Uno de los exprofesores de Nikolas Cruz declaró a The New York Times que varios estudiantes le habían contado que el joven estaba obsesionado con una chica de la secundaria "hasta el punto de acosarla".
Antes de acuchillar a tres estudiantes varones y conducir a una residencia femenina para disparar a otras tres alumnas, Elliot Rodger, el joven de 22 años responsable del tiroteo de Isla Vista en 2014, dejó como legado en un video de YouTube que reflejaba bien el sentir que mencionan estos investigadores: "Creen que soy indigno de ustedes. Es un crimen que nunca podré superar. Si no puedo tenerlas, chicas, las destruiré. Me negaron una vida feliz y yo les negaré toda vida. Es justo".
"Recurren a la violencia, porque es su manera de tranquilizarse a sí mismos, de vengarse de personas o incluso de lugares", coincide Dinur Blum, sociólogo que estudia el fenómeno de los tiroteos masivos en la Universidad de California-Riverside.
Un modelo de masculinidad en crisis
Durante su investigación sobre Holmes y los sucesos de Aurora, los Singular descubrieron también que, antes de entrar en el teatro armado, cargado de explosivos y dispuesto a matar, el joven había tratado de pedir ayuda psicológica en varias ocasiones, pero también que sentía miedo a que eso lo hiciera parecer "débil" a los ojos de los demás.
Según Singular, crear modelos alternativos de masculinidad que suavicen los parámetros de lo que significa ser un hombre es tan apremiante como la creación de leyes de control de armas.
"Las viejas ideas sobre la masculinidad son muy profundas: tienes que ser muy fuerte, no puedes mostrar vulnerabilidad y desde muy joven te enseñan a reprimir las emociones", dice. "Necesitamos ayudar a la gente a aprender a lidiar con ellos mismos, porque estos crímenes no son más que rabia pura".
Los hombres matan más, en general
Además de todos estos factores, la mayor propensión de hombres a matar no se deja sentir exclusivamente en los tiroteos masivos, sino en la totalidad de los crímenes cometidos.
Por ejemplo, el porcentaje de asesinatos cometidos por varones oscilan entre el 89 y el 91 por ciento, según datos del FBI. "Los varones son más propensos a ser violentos, especialmente letalmente violentos, que las mujeres", dijo Batton en el mismo artículo citado a NPR.
* Mother Jones considera un tiroteo masivo aquel realizado de forma indiscriminada, que haya dejado más de cuatro víctimas mortales (en consonancia con el criterio del FBI) sin incluir al autor, que haya sido realizado por una sola persona (excepto en los casos de las escuelas de Columbine y Westside Middle School, donde hubo dos) y que haya sucedido en un lugar público.