El mosaico del Armagedón, la intrigante pieza milenaria que quieren arrancar de su lugar original para un polémico museo de EEUU
Un antiguo mosaico cristiano de unos 1,800 años de antigüedad y con una referencia temprana a Jesús como Dios está en el centro de una controversia que ha irritado a los arqueólogos: ¿Debería ser arrancado y retirado del piso, donde lleva siglos, que está cerca de lo que se cree es el sitio del Armagedón de las profecías, y ser enviado a un museo estadounidense que ha sido criticado por prácticas de adquisición controvertidas?
Los funcionarios israelíes están considerando precisamente eso. El préstamo propuesto para el Museo de la Biblia en Washington también subraya los lazos cada vez más profundos entre Israel y los cristianos evangélicos en Estados Unidos, con quienes Israel ha llegado a contar para obtener apoyo político, dólares del turismo y otros beneficios.
¿Qué es el mosaico de Megiddo o del Armagedón?
El mosaico de Megiddo pertenece a lo que se cree que es la sala de oración cristiana más antigua del mundo que se encontraba en un pueblo de la época romana en el norte de Israel.
Fue descubierto por arqueólogos israelíes en 2005 durante una excavación realizada como parte de la expansión planificada de una prisión israelí.
La prisión se encuentra en una encrucijada histórica a una milla al sur de Tel Megiddo, en la cúspide del amplio y llano valle de Jezreel.
El complejo está rodeado por una valla de acero blanco rematada con alambre de púas y se utiliza para la detención de presos de seguridad palestinos.
¿Por qué es importante el lugar donde fue hallado el mosaico Megiddo?
Al otro lado de un campo sembrado de estiércol de vaca y fragmentos de cerámica, el sitio, coronado de palmeras de una ciudad de la Edad de Bronce y de Hierro, es donde algunos cristianos creen que se producirá una batalla concluyente entre el bien y el mal al final de los días: el Armagedón, según el Apocalipsis.
Para algunos cristianos, particularmente los evangélicos, este será el telón de fondo del clímax largamente anticipado en la Segunda Venida del Mesías, cuando la ira divina destruirá a aquellos que se oponen al reino de Dios, sirve como el foco de sus esperanzas de justicia final.
La Autoridad de Antigüedades de Israel dijo que decidirá sobre la medida en las próximas semanas, luego de consultas con un organismo asesor.
“Hay todo un proceso en el que están involucrados los académicos y los arqueólogos”, señaló el director de la IAA, Eli Eskozido.
La organización dijo que mover el mosaico de su ubicación original era la mejor manera de protegerlo de la próxima construcción en la prisión.
Jeffrey Kloha, director de conservación del Museo de la Biblia, indicó que la decisión sobre el préstamo la tomaría únicamente la IAA.
El museo “por supuesto agradecería la oportunidad de educar a nuestros miles de visitantes sobre piezas importantes de la historia como este mosaico”, señaló a la agencia AP por correo electrónico.
¿Quiénes están en contra de mover el mosaico de Megiddo?
Varios arqueólogos y académicos han expresado enérgicas objeciones a la idea de retirar el mosaico de Megiddo de donde fue encontrado, y aún más para exhibirlo en el Museo de la Biblia.
Cavan Concannon, profesor de religión en la Universidad del Sur de California, subrayó que el museo actúa como una “máquina bíblica nacionalista cristiana de derecha” con enlaces a “otras instituciones que promueven el nacionalismo cristiano evangélico blanco, formas sionistas cristianas”.
“Mi preocupación es que este mosaico pierda su contexto histórico real y se le dé un contexto ideológico que continúe ayudando al museo a contar su historia”, dijo.
Otros se resisten a la idea de mover el mosaico antes de completar los estudios académicos.
“Es muy prematuro mover ese mosaico”, contó Matthew Adams, director del Centro para el Mundo Mediterráneo, un instituto de investigación arqueológica sin fines de lucro, que participa en excavaciones en Tel Megiddo y el campamento legionario romano contiguo de Legio.
Cuando se le preguntó acerca de las críticas a las prácticas del museo de Washington, Kloha explicó: “Los principales museos y las instituciones distinguidas comprometidas con la preservación de la historia han tenido que lidiar con problemas de herencia cultural, particularmente en los últimos años”.
Con base en otros hallazgos encontrados en la excavación y el estilo de las letras en las inscripciones, los arqueólogos de la IAA han fechado el piso de mosaico en el siglo III, antes de que el Imperio Romano se convirtiera oficialmente al cristianismo y cuando los adherentes aún eran perseguidos.
No obstante, uno de los donantes que pagó para decorar la antigua casa de culto fue un centurión que servía en el campamento legionario romano adyacente.
El mosaico lleva inscripciones griegas, entre ellas una ofrenda “A Dios Jesucristo”.
¿Por qué ha enfrentado críticas el Museo de la Biblia en Washington?
Desde que abrió sus puertas en 2017, el Museo de la Biblia ha enfrentado críticas por sus prácticas de recolección y por promover una agenda política cristiana evangélica.
En 2018, tuvo que repatriar una tablilla mesopotámica antigua saqueada de Irak y itir que varios de los fragmentos de los Rollos del Mar Muerto en su colección eran falsificaciones modernas.
Las autoridades estadounidenses también incautaron miles de tablillas de arcilla y otras antigüedades saqueadas del fundador del museo, el presidente de Hobby Lobby y cristiano evangélico Steve Green, y las devolvieron a Irak.
El museo patrocina dos excavaciones arqueológicas en Israel, tiene una galería curada por la IAA. Kloha comentó que el museo también está planeando una serie de conferencias con arqueólogos de la IAA.
Los lazos entre Israel y el cristianismo evangélico
Los cristianos evangélicos, cuyas filas han ido creciendo en todo el mundo, se han convertido en algunos de los partidarios más fervientes de Israel, donando grandes sumas de dinero y visitando el país como turistas y peregrinos. En EEUU también presionan a los políticos en el Congreso para que apoyen a Israel.
Los evangélicos, que constituyen más de un tercio de los 2,000 millones de cristianos estimados en el mundo, dicen que su afinidad por Israel proviene de las raíces judías del cristianismo.
Algunos ven la fundación de Israel como el cumplimiento de la profecía bíblica, marcando el comienzo de una era mesiánica anticipada cuando Jesús regresará y los judíos aceptarán el cristianismo o morirán. Ese principio ha generado inquietud entre algunos israelíes, pero los políticos han adoptado el apoyo evangélico para el estado, no obstante.
Desde su descubrimiento, el mosaico ha permanecido enterrado bajo los terrenos de la prisión de Megiddo. Pero en los últimos años, el gobierno israelí ha comenzado a avanzar en un plan de varios años para trasladar la prisión de su ubicación actual y desarrollar un sitio turístico alrededor del mosaico.
El sitio arqueológico de Tel Megiddo ya es una gran atracción para los cristianos evangélicos que visitan Tierra Santa. Autobuses llenos de peregrinos se detienen en su camino hacia o desde Galilea para ver las ruinas de una ciudad bíblica y orar en el lugar donde creen que ocurrirá el apocalipsis.
Ni la IAA ni el museo discutieron los términos exactos de la propuesta de préstamo, pero Eskozido sugirió algo similar a la gira mundial de una década de un mosaico romano encontrado en la ciudad central israelí de Lod hasta que Israel haya completado un museo para albergarlo.
Los expertos siguen escépticos de desarraigar el mosaico. “Una vez que sacas cualquier artefacto de su contexto arqueológico, pierde algo, pierde el sentido del espacio y el entorno en el que fue excavado por primera vez”, relató Candida Moss, profesora de teología en la Universidad de Birmingham.
Rafi Greenberg, profesor de arqueología en la Universidad de Tel Aviv, afirmó que la propuesta olía a colonialismo, donde los poderes históricamente dominantes han extraído descubrimientos arqueológicos de las colonias.
“Incluso si Israel nunca se reconoce a sí mismo como una colonia, en realidad se está comportando como tal, lo que me parece extraño”, dijo.
Greenberg añadió que los hallazgos arqueológicos “deben permanecer donde están y no ser arrancados y llevados al extranjero a un país diferente y básicamente apropiados por una potencia extranjera”.
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