McConnell ratifica que seguirá como líder de los republicanos en el Senado pese a las crecientes preocupaciones por su salud
El líder de la minoría del Senado Mitch McConnell anunció que planea servir el resto del término del 118º Congreso como a la cabeza del Partido Republicano, informó este viernes la oficina del republicano de Kentucky.
El comunicado responde a las interrogantes del público y los medios sobre la idoneidad del senador de 81 años de edad para llevar a cabo la ardua tarea de liderar la oposición republicana después de un episodio en el que perdió el habla frente a las cámaras en plena conferencia de prensa.
El texto, sin embargo, no habla de sus planes más allá del actual Congreso que concluye en enero de 2025.
McConnell fue elegido para su séptimo y actual término en el Senado en 2020 y, de aspirar a permanecer en el Senado, tendría primero que ganar una vez más la reelección en noviembre de 2026, a los 84 años de edad.
McConnell líder con más años a la cabeza de su bancada en la historia del Senado
Los recientes problemas de salud de McConnell, quien debutó como jefe de los republicanos en el Senado en 2007 y este año se convirtió en el líder con más años a la cabeza de su bancada en la historia de esa cámara del Congreso, han generado cuestionamientos sobre su capacidad para continuar en tan importante cargo.
Su parálisis del habla en plena conferencia de prensa el pasado miércoles y nuevas revelaciones sobre otras caídas recientes, una de ellas en julio al desembarcar un avión en el aeropuerto Ronald Reagan en Washington, DC., han reanimado la conversación sobre el debilitamiento, tanto físico como político, del líder republicano.
Sin embargo, McConnell insiste en que está bien. Así lo hizo saber a los medios después del episodio de parálisis cuando informó que había hablado con el presidente Joe Biden y el presidente de la Cámara de Representantes Kevin McCarthy después del incidente.
Las preocupaciones sobre la salud del líder republicano se acrecentaron de principios de marzo, cuando sufrió una caída en un evento privado de recolección de fondos que le causó una concusión cerebral que lo mantuvo alejado del Senado durante varias semanas.
Su ausencia y problemas de salud lo obligaron a jugar un papel secundario en las negociaciones sobre el techo de la deuda, cuyos resultados dejaron insatisfechos a muchos de su partido.
Según The New York Times, existe una carrera en desarrollo para suceder a McConnell entre John Thune, de Dakota del Sur, quien es el segundo al mando de la bancada republicana, John Barrasso, de Wyoming, presidente de la Conferencia Republicana y tercero a cargo de la bancada, y John Cornyn, de Texas.
Sin embargo, tal carrera se ha mantenido en el ámbito privado de los senadores republicanos.
Cornyn dijo el jueves a los periodistas del Capitolio que McConnell se mantenía “tan inteligente como siempre” y aseguró que los apoyará “mientras quiera seguir sirviendo”. Barrasso aseguró que McConnell “es un líder fuerte”. “Estuve con él anoche, dio un discurso maravilloso. Está al 100 por ciento con eso”, agregó el senador por Wyoming.
El miércoles, horas después del episodio, McConnell asistió a una recepción de la organización de Béisbol Grandes Ligas, donde bromeó con los asistentes y restó importancia al incidente, mientras que el jueves habló al pleno del Senado, sin hacer ningún tipo de referencia sobre la parálisis.
McConnell no es el único senador anciano con problemas de salud
McConnell, quien sufrió un fuerte ataque de polio a los dos años de edad y ha estado mostrando problemas al caminar, al punto en que en los últimos meses ha usado una silla de ruedas en los aeropuertos, no es el único senador de avanzada edad con problemas de salud.
La senadora demócrata de California Dianne Feinstein, quien tiene 90 años de edad, nueve más que McConnell, ha mostrado una salud muy frágil en los últimos meses, especialmente después de sufrir un cuadro culebrilla o herpes zóster en marzo, que derivó en un episodio del síndrome de Ramsay Hunt, que le causó una parálisis facial y la obligó a mantenerse alejada del Senado entre marzo y mayo.
Feinstein también ha mostrado episodios de problemas de memoria y confusión. El más reciente de ellos ocurrió el jueves, cuando la senadora demócrata Patty Murray, de Washington, tuvo que recordarle que estaban en una votación sobre la ley de gastos militares. “Solo di que sí”, le dijo Murray a Feinstein, quien comenzaba a dar un discurso.
Sin embargo, a diferencia del líder republicano, Feinstein anunció que no se postulará a la reelección y pidió ser sustituida temporalmente en su puesto en el poderoso comité de la judicatura, algo que los republicanos han impedido.
A pesar de su avanzada edad y sus problemas de salud, Feinstein solo ha estado ausente en 10 de los últimos 86 votos desde su regreso al Senado y no ha dejado de asistir a ninguno de ellos desde junio.
Feinstein, nacida el 1933, es actualmente la miembro de mayor edad del Senado, seguida por Chuck Grassley, republicano de Iowa, de 89 años; Bernie Sanders, el independiente liberal de Vermont, de 81, quien supera a McConnell por poco más de cinco meses, y McConnell en el cuarto lugar.