Los perdones presidenciales de Trump, ¿son guiños políticos a sus allegados investigados en el 'Rusiagate'?

Donald Trump le dio un indulto presidencial este jueves a Dinesh D'Souza, un comentarista conservador y financista republicano que en 2014 se declaró culpable de haber violado la ley de financiación de campañas electorales.
El presidente tiene plenos poderes para indultar a ciudadanos condenados a penas de cárcel. De hecho, todos los han otorgado (algunos con mucha polémica), pero Trump ha empezado a ejercer esa facultad antes de lo que se había hecho costumbre en las últimas décadas.
Desde el primer mandato de Bill Clinton, en 1993, ningún presidente, había otorgado perdones en los dos primeros años de sus mandatos, según las estadísticas del Departamento de Justicia. Trump ya ha concedido cuatro, uno de ellos póstumo.
Quienes critican los perdones de Trump afirman que el presidente está favoreciendo causas conservadoras (como con los dos previos concedidos al exalguacil Joe Arpaio y al exjefe de gabinete del vicepresidente Dick Cheney, 'Scooter' Libby) y que lo hace basados en consideraciones políticas y construyendo lealtades.
"Estaremos concediendo un perdón total a Dinesh D'Souza hoy. ¡Fue tratado injustamente por nuestro gobierno!", indicó el mandatario en un mensaje de Twitter este jueves.
En 2014, D'Souza se declaró culpable de usar donantes fraudulentos para aportar 20,000 dólares a la campaña al Senado por Nueva York de la republicana Wendy Long, superando el límite personal de 5,000 dólares que impone la ley. Fue sentenciado a pagar una multa de 30,000 dólares y cinco años de libertad condicional, incluidos ocho meses bajo supervisión en un "centro de confinamiento comunitario".
D'Souza era un feroz crítico del presidente demócrata Barack Obama, a quien este jueves desde Twitter acusó de la "gangsterización de la política". "Jimmy Carter o los Bush no soñarían con atacar a sus oponentes políticos Jimmy Carter o los Bush ni soñarían con atacar a sus oponentes políticos", tuiteó.
Con sarcasmo, D'Souza también celebró este perdón atacando al exfiscal de Nueva York que llevó la causa en su contra, Preet Bharara, quien fue nominado por Obama y despedido por Trump en marzo de 2017.
"El karma es una zorra: @PreetBharara quería destruir a un conciudadano indio-americano en el avance de su carrera. Entonces, a él lo despidieron y a mí me perdonaron", tuiteó.
Pero luego de anunciar el perdón a D'Souza, en un vuelo a Houston, el presidente dijo que estaba considerando ejercer su potestad de dar clemencia en otros dos casos, cuya sola posibilidad generó polémica: Martha Stewart y el exgobernador demócrata de Illinois, Rod Blagojevich.
El caso Stewart:
La autora, personalidad televisiva y empresaria, cumplió cinco meses de prisión después de su condena en 2004 por tráfico de información privilegiada, delito del que se declaró culpable.
En diciembre de 2001, Stewart vendió unas 4,000 acciones de la compañía ImClone Systems, entonces dirigida por su amigo Samuel Waksal. La venta la hizo el día antes de que la empresa anunciara un fallo de la FDA sobre uno de sus medicamentos contra el cáncer que provocó su desplome en la bolsa.
Stwart debió pagar 195,000 dólares para resolver cargos civiles con la Comisión de Valores. Por otro lado, enfrentó un caso criminal por las acusaciones de que mintió a las autoridades durante una investigación sobre dicha transacción.
Tras su condena, Stewart perdió su puesto como CEO de la compañía que fundó, Martha Stewart Living Omnimedia, aunque en 2015 regresó y vendió su participación por unos 355 millones de dólares, según CNN. La empresaria continúa trabajando como creativa de la misma.
El caso Blagojevich:
El demócrata Rod Blagojevich fue gobernador de Illinois entre 2003 y 2009.
En 2008, poco después de que Obama fuera elegido para su primer mandato (que entonces era senador por ese estado), Blagojevich fue arrestado bajo acusaciones de intentar 'vender' el escaño que Obama dejaba vacío a cambio de negocios y prebendas políticas.
Acto seguido, los legisladores del estado lo acusaron de corrupción y abuso de poder y lo destituyeron en un proceso muy mediático que captó la atención de todo el país
Blagojevich fue condenado por 17 cargos incluyendo extorsión, y sentenciado a 14 años de prisión. Aunque posteriormente un judicial dictaminó que cinco de las condenas no eran válidas, la sentencia se mantuvo.
El político caído en desgracia entró a una prisión en Colorado en 2012 para cumplir al menos 12 años de su condena, lo que significa que podría salir en libertad condicional en 2024. Salvo que el presidente le conmute la pena.
El primer perdonado: Joe Arpaio
A los poco más de ocho meses en el poder, el presidente otorgó el perdón a Joe Arpaio, polémico exalguacil del condado de Maricopa, Arizona.
Arpaio es un hombre alineado al extremo en inmigración y tuvo un rol protagónico en la cruzada contra inmigrantes indocumentados librada por las autoridades de Arizona hace unos años. Tuvo su momento álgido con la entrada en vigor de la ley SB1070, en 2010, que autorizaba a la policía a hacer detenciones de acuerdo al perfil racial de los sospechosos que finalmente fue declarada inconstitucional por la Corte Suprema de Justicia.
En 2017 el exalguacil fue hallado culpable por desacatar la orden de un juez de frenar la persecución de inmigrantes indocumentados, un pulso entre el alguacil y el sistema de justicia que se remontaba a una década atrás.
"El alguacil Joe Arpaio tiene ahora 85 años y después de más de 50 años de irable servicio a nuestra nación es un candidato merecedor del perdón presidencial", justificó en agosto de 2017 la Casa Blanca.
Arpaio contribuyó en la campaña presidencial de Trump, hablando en varios eventos con el entonces candidato en 2016.
El perdón a Libby
El caso de Lewis "Scoter" Libby comenzó en 2002-2003, cuando la Casa Blanca justificó públicamente la inminencia de una acción militar contra el Irak diciendo que el régimen de Saddam Houssein había intentado comprar uranio en Níger.
Seis meses después, el diplomático estadounidense Joseph C. Wilson desmintió las acusaciones del Bush tras un viaje a Níger que organizó el mismo gobierno para verificar la información que había sido obtenida de fuentes de inteligencia europeas.
En 2003, una publicación en medios indicó que la esposa de Wilson, Valerie Plame, era 'agente' de la CIA, algo que la agencia de inteligencia pidió investigar por ser una violación de información clasificada y que algunos pensaron que se trató de una revancha contra el diplomático.
A fines de 2003, el entonces fiscal general se retiró del caso y el vicefiscal general, que entonces era James Comey, designó a un fiscal especial. Tras la investigación de un gran jurado, nadie fue acusado por la filtración, pero Libby fue acusado de obstrucción a la justicia y cargos de perjurio por mentir a los investigadores.
En marzo de 2007, Libby fue declarado culpable de cuatro delitos graves. Tras perder su apelación, Libby fue sentenciado a 30 meses de prisión y una multa de 250,000 dólares. En julio de ese año, Bush conmutó la sentencia de Libby porque consideraba que la prisión era "excesiva". Esto lo libró de la prisión, pero lo dejó con la multa y dos años de libertad condicional.
"No conozco al Sr. Libby (...) pero durante años he escuchado que ha sido tratado injustamente. Con suerte, este perdón completo ayudará a rectificar una parte muy triste de su vida", dijo Trump en un comunicado emitido por la Casa Blanca en abril pasado cuando se le concedió el perdón.
El mensaje 'oculto' en el perdón
En el caso de los perdones que Trump dice que podría otorgar a Blagojevich o Stewart, hay quienes señalan que estaría favoreciendo a personalidades mediáticas que son viejos conocidos, quienes además participaron en el reality show que el presidente conducía, The Apprentice.
El único que no entra en estas categorías es el boxeador afroestadounidense fallecido Jack Johnson, primer campeón mundial negro de peso pesado encarcelado hace un siglo por una relación con una mujer blanca, que recibió un perdón póstumo el pasado 24 de mayo.
Hay quienes señalan que con los perdones, el presidente envía un 'mensaje' a allegados que ahora están bajo la lupa del fiscal especial Robert Mueller, que investiga la intervención de Rusia en las elecciones de 2016 y la posible colusión de la campaña de Trump con emisarios del Kremlin.
Así, ven las decisiones un mensaje 'tranquilizador' que envía a su abogado privado de larga data, Michael Cohen, quien está bajo investigación por la fiscalía de Nueva York por operaciones comerciales.
"El abuso de poder continúa con el perdón del activista conservador que rompió las leyes de financiación de campaña al ocultar las donaciones por encima del límite legal, a diferencia de la ocultación del pago de Stormy Daniels. @POTUS dice que es injusto. ¿Por qué? ¿Por qué fue atrapado? ¿Está intentando enviar un mensaje a Michael Cohen?", tuiteó el congresista demócrata Adam Schiff.
"El perdón a Dinesh D'Souza de Trump hoy, sumado a su indulto de Scooter Libby y Joe Arpaio, tiene sentido solo como un guiño para Michael Cohen y todos los que conocen datos dañinos sobre Trump: protégeme y te daré la espalda. Ponte en mi contra y estás cocinado. ¡Más obstrucción!", indicó el profesor de derecho constitucional en Harvard, Laurence Tribe.
Por otro lado, la causa de Libby es para muchos conservadores un ejemplo de cómo la investigación de un fiscal especial puede sobrepasar la causa inicial. Muchos creen que Libby fue el blanco de una acusación injusta, algo que se asemeja un poco a la 'caza de brujas' que Trump dice que hay en su contra con el ' Rusiagate'.
Trump mismo ha dicho públicamente que el fiscal Mueller que conduce las pesquisas no debería sobrepasar ciertas líneas, en referencia a que no debería indagar, por ejemplo, en las finanzas de sus empresas.
En ocasión del perdón a Lobby, Valerie Plame, la agente de la CIA ilegalmente desenmascarada, dijo creer a The New York Times que el indulto tenía que ver más con los problemas legales del propio Trump que con el caso original. "Diría que está intentando construir una muralla de protección", expresó.