El anuncio sobre el futuro de DACA en manos de Jeff Sessions, un 'halcón' en inmigración
La Casa Blanca había prometido hacer un anuncio sobre DACA para este martes (o fin de semana, o “a más tardar el lunes”, según dijo el presidente Donald Trump) pero al final será el secretario de Justicia Jeff Sessions quien explique al país qué se va a hacer con el programa que protege de la deportación a jóvenes indocumentados que fueron traídos a EEUU por sus padres.
Que vaya a ser Sessions, considerado un 'halcón' en asuntos de inmigración, y no Trump, quien dé la cara agudiza la incertidumbre que padecen los 800,000 beneficiarios del Acción Diferida sobre el futuro del plan, una sensación que arreció este fin de semana con la circulación de versiones sobre su eliminación.
Notable es que Trump deje el asunto en manos de un subordinado del que aseguró estar decepcionado hace pocos meses por inhibirse en el ‘Rusiagate’, la investigación por los supuestos nexos entre la campaña republicana y operarios rusos, cuya continuación tanto molesta al presidente.
Con esto Sessions retoma su protagonismo. El fiscal general es uno de los que ha aconsejado al mandatario eliminar el beneficio que dejó su predecesor, el demócrata Barack Obama en 2012, de acuerdo con reportes de varios medios. Una ficha suya, Stephen Miller, hoy asesor presidencial, también ha presionado para que DACA sea eliminado.
Aunque en campaña prometió acabar con el programa, desde que llegó a la Casa Blanca Trump ha dado señales confusas sobre sus intenciones cuando ha dicho que “ama” a todos los dreamers o que decidirá sobre el tema con “gran corazón”, aunque sin dar indicios sobre cómo se reflejará eso en su política.
Sin preguntas
La presentación está prevista para las 11:00 am (ET) del martes y de acuerdo con la convocatoria hecha por el Departamento de Justicia, el fiscal general no responderá preguntas, aunque previsiblemente serán muchas las que se generarán a partir de lo que vaya a anunciarse. A medianoche del lunes no había trascendido el contenido del mensaje, que los dreamers esperan en vilo.
Que el vocero vaya a ser Sessions ratifica la opinión de muchos de que si quizá el gobierno no va a eliminar inmediatamente el programa (para dar una impresión compasiva), sino que introducirá fuertes reformas para limitar su vigencia (para proyectar decisión a la base más conservadora que apoya a Trump).
También existe la posibilidad de que Sessions no anuncie ningún cambio en la aplicación del programa pero que exija al Congreso procesar las iniciativas que hay en ambas cámaras para codificar una protección a los dreamers que tenga rango de ley. Aunque no está claro que el Congreso, pese a las declaraciones de varios de sus , sea capaz de ponerse de acuerdo en un proyecto que suplante a DACA.
En cualquier caso, eso dejaría al programa a merced de la justicia, ya que un grupo de fiscales estatales, encabezados por Texas, habían dado hasta el 5 de septiembre a la Casa Blanca para que eliminara DACA o se enfrentara a una demanda en su contra en cortes federales.
El cálculo de esos estados es que la decisión que se tomó sobre el programa paralelo DAPA (Acción Diferida para Padres de Estadounidenses), ideado para proteger a personas con hijos que son ciudadanos pero que tras ser bloqueado en cortes en 2015 fue rescindido por el gobierno de Trump, sirva de antecedente.
Aunque el Departamento de Justicia lo niega, algunos medios han reportado que Sessions habría expresado su acuerdo con la iniciativa de los estados, porque, cuando era senador por Alabama, se sumó a quienes criticaron a Obama por extralimitarse en su poder y legislar en materia migratoria sin la anuencia del Congreso.
Como senador, el actual secretario de Justicia fue un conocido opositor a toda reforma migratoria que pudiera tener la apariencia de una “amnistía”, un concepto inaceptable para la clase política conservadora estadounidense.
“’Reforma migratoria’ puede ser la frase más abusada en el idioma inglés. Se ha convertido en un honor legislativo reservado casi exclusivamente para proposiciones que benefician a todos menos a los ciudadanos estadounidenses”, escribió en un panfleto que distribuyó entre los republicanos del Congreso en 2015 tras el fracaso de una iniciativa para hacer la esquiva reforma de un sistema que todos reconocen que ya no funciona.