Los demócratas celebran su éxito al mantener el Senado: ¿por qué 2024 puede ser mucho más complicado?
Los demócratas, que celebran su éxito al mantener el control del Senado en las elecciones de medio término de este año, pronto enfrentarán la dura realidad de que repetirlo en 2024 podría resultar mucho más complicado.
En el próximo ciclo electoral, el Partido Demócrata defiende 23 escaños en el Senado, incluidos los dos ocupados por independientes. Por su parte, los republicanos pondrán en juego solo diez.
Por si eso no fuera suficiente, algunas contiendas de 2024 se realizarán en estados que se han vuelto más hostiles a los demócratas, como Montana, Ohio y Virginia Occidental.
Y otros escaños ocupados por los demócratas que irán a elecciones son de estados que estuvieron muy disputados en las elecciones de este año, como Pennsylvania, Arizona y Nevada. Y aunque ganaron, fue con gran costo y márgenes estrechos.
En Nevada, por ejemplo, la senadora demócrata Catherine Cortez Masto ganó por menos de un punto porcentual, alrededor de 9,000 votos.
Por ahora, ambos partidos insisten en que están muy enfocados en salir victoriosos en la segunda vuelta del Senado del 6 de diciembre en Georgia. Pero los demócratas que están en la boleta electoral en 2024 saben que podrían enfrentar feroces vientos en contra y están estudiando los resultados de las elecciones de este año, cuando el partido superó las expectativas.
Para la senadora de Nevada Jacky Rosen, una demócrata que se enfrenta a su primera campaña de reelección, eso significa mantenerse enfocada en los asuntos de agenda y promocionar legislación como la ley de infraestructura y la legislación sobre violencia armada firmada por el presidente, Joe Biden.
“Sabemos que las elecciones siempre están reñidas”, dijo Rosen en una entrevista. “Nunca damos nada por sentado”.
Que factores afectarán a las próximas elecciones del Senado
La dinámica de la próxima campaña para el Senado podría verse influenciada por una variedad de factores externos, particularmente la elección presidencial y la atención que genera.
Biden, quien cumplió 80 años este mes, ha dicho que su “intención” es postularse para la reelección y que tomará una decisión final a principios del próximo año. El expresidente Donald Trump ya ha anunciado su postulación para ser el candidato republicano a la Casa Blanca por tercera vez, y muchos otros republicanos se están preparando para lanzar campañas.
El eventual candidato en cada partido podría tener un profundo impacto en las contiendas al Senado.
Pero quizás la pregunta más importante para los demócratas del Senado que buscan la reelección sea a quiénes nominarán los republicanos como sus oponentes.
El Partido Republicano perdió varias elecciones al Senado este año, incluidas las de Arizona, Pennsylvania y Nevada, luego de que los candidatos respaldados por Trump tuvieran dificultades para recaudar dinero y conectarse con una gama más amplia y moderada de votantes.
En Nevada, el campo republicano para desafiar a Rosen no ha comenzado a tomar forma, pero se espera que atraiga a varios contendientes. Un nombre que recibe atención es el de Sam Brown, un excapitán del Ejército que recibió un Corazón Púrpura después de haber sido gravemente herido en Afganistán. Brown se postuló para el Senado este año y presentó un fuerte desafío en las primarias republicanas antes de perder ante Adam Laxalt, trumpista que perdió en las elecciones generales ante Cortez Masto.
Richard Hernandez, quien fue asesor de campaña de Brown, dijo: “Se ha comprometido con sus partidarios a que nunca dejará de luchar por sus problemas, pero no ha tomado ninguna decisión sobre si eso implica una futura candidatura al cargo”.
También en el suroeste, estará en juego el escaño que ocupa la senadora de Arizona Kyrsten Sinema, una demócrata del ala centrista. Se espera que la contienda, al igual que otras competencias estatales recientes en ese estado, sea muy competida.
Pero es probable que Sinema, quien no ha confirmado que desee ir a la reelección, se enfrente primero a alguien bien financiado que la rete en las primarias ya que la senadora ha enojado a gran parte de la base demócrata al bloquear o diluir algunas de las prioridades de los más progresistas, como un aumento del salario mínimo o las grandes iniciativas de gasto social de Biden.
El principal retador potencial más destacado de Sinema es el representante Rubén Gallego, quien tiene una larga historia de desavenencias con Sinema. Gallego no ha anunciado sus planes para 2024 pero no ha ocultado que está pensando en el Senado. Incluso recaudó dinero ante la posibilidad de que pudiera lanzarse a las primarias.
Un grupo independiente también está recaudando dinero y dice que apoyará a las organizaciones de base comprometidas con derrotar a Sinema en las primarias demócratas. Y los republicanos esperan que unas primarias demócratas dolorosas les brinden una oportunidad para ganar el escaño después de perder en Arizona en tres elecciones consecutivas.
Sinema, Joe Manchin de Virginia Occidental y Jon Tester de Montana forman un trío de demócratas moderados del Senado que a veces han usado su influencia en una cámara dividida en partes iguales para bloquear o mitigar algunos de los planes de Biden.
Manchin y Tester, de estados que Trump ganó cómodamente en 2020, estarán también entre los senadores demócratas más vulnerables del partido en 2024.
Manchin ya ha atraído a un retador republicano en el representante Alex Mooney, quien declaró una semana después de ganar la reelección que estaba poniendo su mirada en un cargo más alto. Manchin aún no ha dicho si se postulará para la reelección.
Los republicanos ven como vulnerable a Tester, un senador de tres mandatos. Así que la oportunidad para postularse para ese escaño podría provocar una feroz contienda primaria entre el exsecretario del Interior Ryan Zinke y el representante Matt Rosendale.
Zinke, quien ganó un escaño en la Cámara de Representantes en las elecciones de mitad de período de este año, dijo que decidirá si se postula el próximo año y Rosendale se negó a responder.
Tester no ha anunciado si buscará otro mandato, pero ha dicho que anticipa que 2024 será tan difícil como su última elección en 2018, cuando venció a Rosendale en una competencia muy reñida.
En Pennsylvania, el senador demócrata Bob Casey no ha dicho si tiene la intención de postularse para un cuarto mandato. Casey ganó fácilmente la reelección en 2018, pero ese estado ha resultado competitivo para los republicanos, incluso en la elección al Senado de este año ganada por el demócrata John Fetterman.
Un retador republicano potencial cuyo nombre ha salido a la luz en Pennsylvania es el exdirector ejecutivo de fondos de cobertura David McCormick, quien perdió por poco las primarias republicanas este año contra el célebre cirujano Mehmet Oz.
Los asesores de McCormick se negaron a comentar sobre esa perspectiva. La activista conservadora Kathy Barnette, que terminó en un cercano tercer lugar en esa primaria, no respondió a los mensajes sobre si está considerando una campaña para 2024.
En Wisconsin, donde el senador republicano Ron Johnson ganó por poco la reelección este año, también se espera que tenga otra carrera competitiva por el Senado en dos años. Sería una gran sorpresa que la senadora demócrata Tammy Baldwin no buscara un tercer mandato, pero no se ha anunciado oficialmente. Tampoco hay candidatos republicanos oficiales, pero se ha hablado del representante estadounidense Mike Gallagher como una posibilidad.
Gallagher descartó descartó responder sobre si estaba considerando desafiar a Baldwin y dijo en un comunicado que estaba enfocado en abordar temas como la inflación y la frontera durante los próximos dos años después de haber ganado la reelección.
“Cualquier conversación sobre las próximas elecciones, especialmente porque acabamos de tener una elección, distrae del trabajo serio que debemos hacer”, dijo.
Varios senadores republicanos de alto perfil también se presentarán a la reelección en 2024, incluidos Ted Cruz de Texas, Josh Hawley de Missouri y Rick Scott de Florida.
Los excandidatos presidenciales por la reelección en el Senado
Del lado demócrata, varios de los excandidatos presidenciales tienen una cita con las urnas. Las senadoras de Massachusetts Elizabeth Warren, Minnesota Amy Klobuchar y Nueva York Kirsten Gillibrand han dicho que planean buscar otro mandato.
A sus 81 años, Bernie Sanders, independiente de Vermont que forma parte del bloque demócrata y es uno de los progresistas más influyentes en el Congreso, no ha dicho si tiene la intención de postularse para la reelección.
En Utah, el excandidato presidencial Mitt Romney se enfrentará a su primera candidatura a la reelección en el Senado, si decide postularse.
Romney sigue siendo popular entre muchos residentes de Utah, pero se ha enfrentado a la reacción violenta de su propio partido por ser el único republicano que votó dos veces para destituir a Trump de su cargo después en sus dos juicios políticos.
Cuando se le preguntó si Romney planeaba postularse para la reelección, su vocera, Arielle Mueller, no ofreció ningún detalle y afirmó que el senador estaba enfocado en abordar “desafíos importantes que enfrenta el país”.
El fiscal general de Utah, Sean Reyes, un republicano que ha sido aliado de Trump, es una de las figuras políticas que aparece como un posible candidato al Senado en 2024 en el estado. Alan Crooks, asesor de Reyes, Alan Crooks, no dijo si el fiscal general lanzará una campaña, pero argumentó que estaba recibiendo presión dentro de Utah y fuera del estado para presentarse.
“Ciertamente está preparado para postularse, pero eso no significa que lo esté considerando”, dijo Crooks.