La Corte Suprema toma la cuestión de la inmunidad de Trump: ¿qué pasará ahora?
La decisión de la Corte Suprema de itir a trámite la cuestión de la inmunidad penal que alega el expresidente Donald Trump en su caso de los presuntos intentos de revertir el resultado de las elecciones presidenciales de 2020 y el asalto al Capitolio podría dar pie a que el probable candidato del Partido Republicano esté en juicio cerca del día de las elecciones, o incluso más allá de este año.
El anuncio del miércoles fue una victoria para los esfuerzos de Trump por retrasar el caso ya que, fijando argumentos para finales de abril, supone en la práctica posponer un juicio inicialmente programado para finales de marzo.
La Corte Suprema decidirá una cuestión jurídicamente inédita: si los expresidentes son inmunes a ser procesados por actos oficiales que realizan en el cargo.
La acción llena de incertidumbre el calendario legal y político de los próximos meses. De hecho, podría significar que el día de las elecciones llegue sin que un jurado haya resuelto si Trump es penalmente responsable por sus supuestos esfuerzos para deshacer una elección que perdió en las semanas previas al violento asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.
De los cuatro casos penales que enfrenta Trump, el único cuya fecha de juicio parece firme es el que promueve la fiscalía del estado de Nueva York, que lo acusa de falsificar registros comerciales en relación con pagos de sobornos a la estrella del cine adulto Stormy Daniels, y cuyo inicio está previsto para finales de marzo.
¿Dará tiempo a que haya juicio antes de las elecciones?
Esa es una cuestión que ahora mismo no tiene respuesta.
Si el tribunal rechaza el reclamo de inmunidad de Trump, el momento de la decisión de los jueces será crucial para determinar si es posible que el caso llegue a los jurados antes de noviembre.
La decisión de los jueces de acelerar el caso significaría que un juicio podría comenzar a fines del verano o principios del otoño si la decisión es que Trump no es inmune. Pero si el tribunal se toma varias semanas para emitir su fallo, no está claro si el caso podría programarse o completarse antes de las elecciones.
El caso ha estado en suspenso mientras Trump presentaba sus apelaciones alegando inmunidad, lo que significa que no se han realizado preparativos previos al juicio desde mediados de diciembre. Se espera que la jueza de distrito Tanya Chutkan dé a los fiscales y abogados defensores al menos tres meses más para prepararse para el juicio si el caso regresa a su sala. Y es seguro que habrá más batallas legales previas al juicio, incluso después de que el caso se reanude.
Es probable que el juicio dure meses, lo que significa que probablemente amenazaría con chocar con las elecciones si no comienza, como tarde, en agosto. El equipo del fiscal especial Jack Smith ha dicho que el caso del gobierno no debería tomar más de cuatro a seis semanas, pero eso no incluye ninguna defensa que Trump pueda presentar. Y la sola selección del jurado podría llevar semanas.
La Corte Suprema ha actuado rápidamente en otros casos importantes. En el caso de las cintas de Watergate en 1974, emitió una decisión apenas 16 días después de escuchar los argumentos. La decisión en Bush v. Gore se produjo al día siguiente de las discusiones de diciembre de 2000.
¿Cuál es la disputa legal de fondo en el caso de la inmunidad presidencial?
La Corte Suprema acordó decidir una cuestión jurídicamente que nunca había sido sometida a discusión a este nivel: si los expresidentes son inmunes a ser procesados por los actos oficiales que realizan en el cargo.
La cuestión es novedosa porque ningún expresidente, hasta Trump, había sido acusado de ningún delito. La Corte Suprema sí ha sostenido anteriormente que los presidentes son inmunes a la responsabilidad civil por actos oficiales.
Chutkan rechazó de plano las afirmaciones de inmunidad absoluta de Trump y dijo en diciembre que el cargo de presidencia no confiere un “pase vitalicio para salir libre de la cárcel”.
La corte federal de apelaciones a principios de este mes sostuvo lo mismo. En esa instancia , un de tres juezas dijo que, a los efectos de este caso, " el expresidente Trump se ha convertido en ciudadano Trump, con todas las defensas de cualquier otro acusado penal".
Esto concuerda con la posición del fiscal especial Jack Smith. Su oficina ha dicho que no solo no hay base en la ley para la inmunidad presidencial penal absoluta, sino que los actos de los que se acusa a Trump (incluida la participación en un plan para reclutar electores falsos en estados disputados ganados por el presidente Joe Biden) no son de ninguna manera parte de los deberes oficiales de un presidente.
Los abogados de Trump han advertido repetidamente sobre una posible avalancha de procesamientos contra expresidentes si no se reafirma este derecho a la inmunidad, pero ese argumento no ha sido convincente hasta la fecha para los jueces. El equipo de Trump también le pidió a un juez federal en Florida que supervisa un caso separado que lo acusa de acaparar documentos clasificados que desestime el caso por los mismos motivos de inmunidad.
¿Qué alternativas tiene la Corte Suprema sobre la cuestión de la inmunidad de Trump?
Los jueces escucharán los argumentos la semana del 22 de abril y probablemente se reunirán en privado poco tiempo después para realizar una votación preliminar sobre el resultado. El presidente del tribunal, John Roberts, sería el principal candidato para asumir la redacción de la opinión, suponiendo que esté con la mayoría.
La rapidez con la que el caso avance a partir de ese punto podría depender del grado de acuerdo que haya entre los magistrados. Las opiniones unánimes casi siempre toman menos tiempo para redactarse que aquellas que dividen marcadamente al tribunal.
Los magistrados dijeron el miércoles que la cuestión en consideración es "si, y en su caso hasta qué punto, un expresidente disfruta de inmunidad frente a un proceso penal por una conducta que supuestamente involucra actos oficiales durante su mandato".
Si el tribunal confirma el fallo de la coerte de apelaciones en el sentido de que Trump no es inmune a ser procesado, se reiniciarían los preparativos del juicio en Washington DC.
Pero los jueces también podrían decir que los expresidentes conservan cierta inmunidad por sus acciones oficiales. Tal resultado establecería límites para futuros procesamientos y desalentarían el tipo de persecución vengativa de adversarios políticos que, según los abogados de Trump, presagia un fallo en su contra.
Si los magistrados revocan la decisión del tribunal inferior, declararían por primera vez que los expresidentes no pueden ser procesados por conductas relacionadas con actos oficiales durante su mandato. Una decisión así paralizaría la acusación.
¿Qué puede ocurrir después de que la Corte Suprema decida?
Si los jueces fallan en contra de Trump y a favor del gobierno, el caso se devolvería a Chutkan, la jueza de distrito, quien entonces estaría facultada para reanudar el proceso y fijar una fecha para el juicio. Pero aún faltarían meses para cualquier juicio, en parte debido a la decisión de Chutkan en diciembre pasado de congelar efectivamente el caso en espera del resultado de la apelación de Trump.
Eso significa que las disputas legales pendientes que han estado sin resolver durante meses volverán a ocupar un lugar central, sin mencionar nuevos argumentos y mociones que aún no han surgido pero que también ocuparán tiempo en el calendario.
¿Por qué la estrategia de Trump es retrasar el juicio?
El momento del juicio —y si Trump se verá obligado a comparecer en un tribunal de Washington en las semanas previas a las elecciones— conlleva enormes ramificaciones políticas.
Si Trump consigue la nominación republicana y derrota a Biden en noviembre, podría intentar ordenar a un nuevo fiscal general que desestime los casos federales en su contra o incluso podría darse un perdón a sí mismo, una decisión sin precedentes.
El equipo de Smith no mencionó las elecciones en su escrito instando a la Corte Suprema a rechazar el intento de Trump de retrasar aún más el caso. Pero los fiscales señalaron que el caso tiene “importancia nacional única”, y agregaron que “la demora en la resolución de estos cargos amenaza con frustrar el interés público en un veredicto rápido y justo”.
Mientras tanto, Trump ha acusado a Smith de intentar apresurar el juicio por razones políticas. Los abogados de Trump dijeron a la Corte Suprema que la celebración del juicio “en el apogeo de la temporada electoral alterará radicalmente la capacidad del presidente Trump para hacer campaña contra el presidente Biden, lo que parece ser el objetivo de las persistentes demandas de celeridad del fiscal especial”.
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