Por qué el intercambio de prisioneros con EEUU es en realidad una victoria para Rusia (y qué riesgos conlleva)
La histórica liberación de 16 personas encarceladas en Rusia fue calificada por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, como una verdadera “hazaña diplomática”.
No es para menos. Al acuerdo se llegó tras las históricas negociaciones “difíciles y complejas” entre los dos países y al menos cinco más (Alemania, Eslovenia, Polonia, Noruega y Turquía), para acabar así con el “calvario brutal” — dijo el mandatario — al que habían sido sometidos los ahora liberados tras ser enviados injustamente a prisión.
Entre las personas liberadas están el periodista de The Wall Street Journal Evan Gershkovich, el exoficial de la Marina estadounidense Paul Whelan, el ciudadano ruso-británico Vladimir Kara-Murza y la reportera rusa-estadounidense Alsu Kurmasheva.
Según la Casa Blanca, también fueron liberados cinco ciudadanos alemanes y siete rusos como parte del grupo. “Dice mucho de nosotros que este acuerdo incluye la liberación de prisioneros políticos rusos. Se manifestaron a favor de la democracia y de los derechos humanos y sus propios líderes los enviaron a prisión", argumentó Biden.
En la noche del jueves, el grupo de excarcelados fue recibido por Biden y la vicepresidenta Kamala Harris en una base aérea cercana a Washington. “Estoy en casa”, dijo el periodista Gershkovich nada más bajar del avión.
Su liberación, como es sabido, fue posible tras pactar un masivo intercambio de prisioneros entre Rusia y EEUU por el que Moscú obtuvo a cambio la liberación de ciudadanos rusos presos en Occidente.
Así, ocho rusos que permanecían en cárceles estadounidenses y europeas fueron recibidos el jueves en la capital rusa por su presidente, Vladimir Putin, quien abrazó en primer lugar a Vadim Krásikov, un presunto agente ruso encarcelado en Alemania por el asesinato de un excomandante separatista checheno en Berlín en 2019, indicó la presidencia turca encargada de organizar el canje de prisioneros.
Mientras el gobierno ruso advirtió a los “enemigos” que salieron de sus cárceles que se mantengan alojados de Rusia, el de EEUU celebraba el éxito de la negociación junto a familiares de algunos liberados.
Sin embargo, expertos coinciden al alertar sobre el costo significativo que esta operación puede tener para Washington y el riesgo de repetición al que podría enfrentarse en el futuro.
¿Por qué los republicanos criticaron el intercambio de prisioneros entre Rusia y EEUU?
Biden tiene motivos para celebrar este significativo logro a corto plazo, pero lo cierto es que esta operación podría haber supuesto un mayor beneficio para Moscú que para Washington.
Dicho de otro modo, EEUU accedió a la liberación de rusos condenados por delitos graves a cambio de estadounidenses que Washington considera que fueron detenidos injustamente.
Este hecho no pasó desapercibido entre los republicanos, que pronto atacaron el intercambio.
“Es curioso porque nunca hacemos buenos negocios, en nada, pero todavía menos cuando se trata de canjes de rehenes. ¡Nuestros negociadores siempre son una vergüenza para nosotros!”, escribió Donald Trump en redes sociales.
El candidato presidencial republicano exigió al gobierno de Biden que “revele los detalles” de la operación y aclare si se ha pagado dinero a Moscú por el canje. El consejero de Seguridad Nacional estadounidense, Jake Sullivan, ya aseguró que el acuerdo no implicó ningún pago ni el levantamiento de ninguna sanción.
Los republicanos ya han criticado intercambios similares en el pasado por considerar que Washington paga un alto precio. Por ejemplo, cuando en 2022 se realizó el intercambio de la jugadora de baloncesto estadounidense Brittney Griner por el traficante de armas ruso convicto Viktor Bout.
¿Cuál podría ser el riesgo para EEUU de intercambios de prisioneros como el que hizo con Rusia?
De hecho, expertos alertan de otro riesgo de cara al futuro: que este trato que podría interpretarse como beneficioso para Rusia podría alentar a la toma de rehenes por parte de países enemigos de EEUU para tratar de llegar pactos similares.
"Sigo preocupado por el hecho de que seguir intercambiando estadounidenses inocentes por verdaderos criminales rusos detenidos en EEUU y otros lugares envía un mensaje peligroso a Putin que solo alienta a su régimen a tomar más rehenes", dijo en un comunicado Michael McCaul, presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes.
"Si bien es o sería grandioso que se libere a estos individuos, esto pone de relieve cómo la toma de rehenes se ha convertido en un elemento prominente y frecuente -si no creciente- de la estrategia rusa hacia EEUU y Occidente", dijo a Reuters Ian Brzezinski, exfuncionario de Defensa estadounidense.
Expertos recuerdan que los pactos de intercambio de prisioneros no suelen realizarse en igualdad de condiciones, ya que en muchas ocasiones se llevan a cabo entre gobiernos autoritarios y países con Estados de derecho y sistemas judiciales independientes, los cuales tienen mucho más limitada su capacidad de acción ante la presión o represalias de los primeros.
“Las democracias que se preocupan por su gente son especialmente vulnerables, por lo que existe una ventaja asimétrica que Estados autoritarios como Rusia explotan”, le dijo al diario The Wall Street Journal Vina Nadjibulla, investigadora principal del Centro Soufan, una consultoría de seguridad que ha trabajado en casos de alto perfil de detención arbitraria
Volviendo a EEUU, su postura respecto a estos pactos de intercambio de prisioneros no siempre ha sido la misma.
Brett Bruen, exasesor de Política exterior en el gobierno de Barack Obama, le dijo a Reuters que acuerdos similares que alcanzados durante el mandato presidencial de Biden habían cambiado la práctica mantenida durante décadas “que dicta que no se negocia con tiranos la liberación de estadounidenses".
¿Qué dice el gobierno de Biden de la práctica de intercambiar prisioneros con otros países?
En efecto, el gobierno de Biden llevó a cabo una serie de grandes intercambios de prisioneros no solo con Rusia, sino también con otros países a los que considera “hostiles”.
El año pasado, por ejemplo, Venezuela liberó a 10 estadounidenses a cambio de que Washington excarcelara a Alex Saab, un empresario colombiano aliado de Nicolás Maduro.
El gobierno estadounidense ha definido en ocasiones estos pactos de intercambio como dolorosos, pero los defiende asegurando que son inevitables cuando todos los demás medios de negociación han fracasado.
El asesor de Seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, dijo en una entrevista que el presidente “está dispuesto a tomar la difícil decisión para asegurarse de traer a casa a personas inocentes, y van a hacer todo lo posible para lograrlo, incluso si tienen que pagar un precio”.
Rusia o Corea del Norte son algunos de los países clasificados por EEUU como lugares que suponen un riesgo tan grave en caso de detención que desalienta a sus ciudadanos para que los visiten.
Según The Wall Street Journal, funcionarios estadounidenses los califican en privado como “estados secuestradores” y temen que aumenten en número a menos que haya nuevas medidas para disuadirlos de estas prácticas.
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