La peligrosa ola de calor extremo en Arizona y el suroeste seguirá por varias semanas
La intensa ola de calor extremo que afecta a varios lugares de Arizona continuará por semanas y, según advierten meteorólogos, apunta a convertirse en la más larga en la historia de ese estado.
Los registros indican que la racha de temperaturas por encima de los 110 °F más extensa en el estado ocurrió en 1974, cuando Arizona sumó 18 días.
Y la actual ola de calor en Arizona continuará, por lo menos, hasta el 16 de julio, según dijo el meteorólogo Isaac Smith, de la oficina del Servicio Meteorológico Nacional (NWS) en Phoenix, a la radio pública NPR. Smith subrayó que el calor puede extenderse incluso más allá debido a la dureza de las condiciones actuales.
Por si fuera poco, el pronóstico indica que las temperaturas nocturnas no bajarán tanto como en otras ocasiones, cuando se situaban alrededor de los 80 °F (26.61 °C). Durante los próximos días, el NWS calcula que no estarán por debajo de los 90 °F (32.2 °C). Toda la zona sur y centro del estado está bajo alerta por calor excesivo hasta, al menos, el próximo viernes.
Phoenix ha registrado ya nueve días consecutivos con temperaturas por encima de los 110 °F, y los pronósticos apuntan que esta tendencia continuará por al menos 10 días más.
A lo largo de la próxima semana, Phoenix registrará temperaturas máximas de entre 106 y 115 °F y el pronóstico indica que se espera que martes, miércoles y jueves sean los peores días.
“El calor peligroso continuará durante la próxima semana con altas temperaturas en la mayoría de las áreas desérticas, que probablemente superarán los 100 °F y los 115 °F cada día”, escribió en Twitter la oficina en Phoenix del Servicio Meteorológico Nacional (NWS).
La ola de calor se extenderá hacia el suroeste del país
El informe más reciente del NWS, disponible en su página web, explica que las condiciones de calor intenso seguirán extendiéndose por otras zonas del suroeste del país, como partes de Texas y Florida.
En Florida, la media máxima de temperaturas se situará entre los 90 °F, subraya el texto, pero las condiciones de humedad causarán una sensación térmica entre 105 y 110 °F en el sur del estado.
Por otra parte, Texas enfrentará condiciones similares en el suroeste del estado (bañado por las costas del golfo de México), que verá máximas entre 90 y 100 °F con una sensación térmica de entre 110 y 115 °F.
¿Qué tan preparadas están las ciudades para enfrentar el calor excesivo?
Los expertos advierten que las ciudades no están suficientemente preparadas para el calor que, señalan los científicos, será cada vez más frecuente y más intenso.
“No conozco una sola ciudad que esté realmente preparada para el peor escenario que temen algunos científicos del clima”, indicó Eric Klinenberg, profesor de ciencias sociales en la Universidad de Nueva York, a la agencia AP.
Ladd Keith, profesor asistente de la Universidad de Arizona, citó las alertas Code Red Extreme Heat de Baltimore como un ejemplo de un sistema de alerta bien diseñado.
Las alertas se emiten cuando el pronóstico indica un índice de calor de 105 °F o más, y pone en marcha cosas como más servicios sociales en las comunidades más vulnerables a los riesgos del calor.
Keith elogió a los oficiales de calor en ciudades como Los Ángeles, Miami y Phoenix, pero añadió que “todavía hay más de 19,000 ciudades y pueblos” sin la preparación adecuada.
Robin Bachin, profesora asociada de participación cívica y comunitaria en la Universidad de Miami, indicó que el gobierno federal tiene leyes para proteger a las personas en climas fríos de que se les apague la calefacción en condiciones peligrosas, pero no cuenta con algo similar para las personas que viven en climas cálidos.
“Para las personas en apartamentos que no están subvencionados públicamente, no hay ningún requisito para que los propietarios proporcionen aire acondicionado”, dijo Bachin. “ Eso es increíblemente peligroso, en particular para nuestra población local de bajos ingresos, y mucho menos para las personas sin hogar o que trabajan al aire libre”.
Klinenberg dijo que hasta ahora Estados Unidos ha tenido suerte con la duración de la mayoría de las olas de calor, pero que las redes eléctricas vulnerables a la alta demanda en algunas regiones, junto con las persistentes desigualdades sociales, podrían traer serios problemas en las próximas décadas.