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Donald Trump

Por qué preocupa al mundo el retroceso de Estados Unidos en la lucha contra el cambio climático

Desde inicios de la istración Trump, las autoridades se han esmerado por desmantelar una a una las acciones climáticas que estaban en proceso o por entrar en vigencia. Este es un resumen de los principales retrocesos en legislación ambiental, inversión en acciones e investigación nacional, federal y estatal, cambios en las normativas de incentivos para energías limpias.
30 Jun 2019 – 04:02 PM EDT
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Activistas contra el cambio climático marchan contra Trump en Londres. Crédito: Mike Kemp/In Pictures via Getty Images

SAN JOSÉ, California.- Los países del G20, menos Estados Unidos, alcanzaron este sábado un consenso sobre el clima en la declaración final de la cumbre anual en Osaka, que reafirma su apoyo al acuerdo de París. La tradicional firma se ha visto afectada en los últimos años por la negativa del presidente Donald Trump a suscribir una declaración firme en favor de la lucha contra el cambio climático.

En en la cumbre se habló de la posibilidad de que varios países emergentes siguieran la línea de Estados Unidos, pero finalmente 19 países firmaron.

En el variopinto carnaval global que se ha convertido últimamente la lucha global contra el cambio climático, el gobierno de Estados Unidos ya no lidera más la comparsa —como ocurrió alguna vez— y más bien se ha hecho a un lado a montar su propio festival.

Aunque el país siga siendo uno de los principales contribuyentes en las emisiones de efecto invernadero del mundo, este gobierno perdió el respeto en las negociaciones globales y cedió el liderazgo a países como India, China y la Unión Europea que son también grandes emisores.

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Trump cancelará el plan para combatir el cambio climático creado por Obama

Desde inicios de la istración Trump, las autoridades se han esmerado por desmantelar una a una las acciones climáticas que estaban en proceso o por entrar en vigencia.

Refiriéndose al cambio climático como “cuento chino para perjudicar la economía estadounidense”, el mandatario ha hecho mofa de la ciencia cada vez que puede, asegurando que “no cree” en el cambio climático y que su misión es detener la "guerra al carbón" lanzada por el expresidente Barack Obama para fortalecer la industria del carbón, golpeada por la competencia del gas natural y de las energías renovables.

Sus asesores, muchos de los cuales son negacionistas del fenómeno y promotores de los combustibles fósiles, son afines a esta línea de pensamiento.

Así las cosas, desde la toma de posesión en enero del 2017 hasta ahora han ocurrido importantes retrocesos en legislación ambiental, inversión en acciones e investigación nacional, federal y estatal, cambios en las normativas de incentivos para energías limpias.

"La escandalosa estafa de la istración de Trump es un regalo asombroso para los grandes contaminadores, dando a los intereses especiales y sucios la luz verde para asfixiar nuestros cielos, envenenar nuestras aguas y empeorar la crisis climática", ha dicho públicamente la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, demócrata de California.

Este es un resumen de los principales retrocesos:

No todo son malas noticias

Como reacción a tanta negativa, muchas empresas y grupos ciudadanos han emergido para tomar las acciones en sus manos, sin importar las decisiones que se tomen en Washington. Movimientos infantiles manifestándose en las calles y múltiples iniciativas que incluyen autoridades locales de los diferentes Estados siguen promoviendo herramientas que permitan una reducción voluntaria de emisiones.

En su nuevo podcast Indignación y Optimismo, Christiana Figueres asegura: "Está ocurriendo. La descarbonización de la economía ya es imparable porque ya se salió de la esfera política, ideológica y de creencias que es donde estábamos desde hace unos 10 años. Ahora si estamos en una etapa de avance tecnológico que conlleva no solo a la mayor existencia y diseminación de todas esas tecnologías limpias y renovables sino que también se ha disminuido muchísimo el costo”.


La diplomática costarricense asegura que desde el 2010 ha bajado el costo de la energía renovable en un 80% y sigue bajando exponencialmente. “No se trata de una ideología de los fósiles contra los renovables sino de una decisión financiera y económica, se trata de cuál es la energía más barata que se puede lograr. No hay ninguna duda que la energía que más está avanzando es la energía solar, tanto por la baja precipitada de costos como por el avance en la efectividad. Pero no se le queda atrás la energía eólica, que sigue bajando en sus costos".

Los datos lo confirman en 2018, el sector energético en EEUU había reducido sus emisiones en un 27% respecto a 2005.

Además, el nacimiento del Green New Deal también es motivo de esperanza para quienes ven en él una herramienta para mejorar la acción climática en EEUU.

A poco más de un mes de asumir el nuevo Congreso, la representante por New York Alexandria Ocasio-Cortez introdujo el proyecto en colaboración con el senador por Massachusetts, Ed Markey.

En resumen, esta iniciativa no solo afirma que la actividad humana es la responsable primordial del cambio climático sino que estipula las acciones que son necesarias para enfrentar los desafíos en infraestructura, economía y educación. Ocasio asegura que es vital una movilización nacional de 10 años que requerirá inversiones significativas y encontrar la forma de satisfacer la demanda energética de EEUU con energía renovable y cero emisiones y de implementar vehículos de cero emisión, transporte público accesible y trenes de alta velocidad según lo que sea tecnológica y económicamente viable y posible.

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