Título 42: México seguirá aceptando migrantes deportados por EEUU en la frontera
Los gobiernos de Estados Unidos y México llegaron a un nuevo acuerdo migratorio que permitirá a las autoridades federales estadounidenses deportar a inmigrantes que ingresan ilegalmente a territorio estadounidense a través de la frontera.
México, a su vez, confirmó que “seguirá aceptando, por razones humanitarias, migrantes deportados por Estados Unidos” en la frontera que separa a ambos países.
El acuerdo, dado a conocer simultáneamente el martes en la noche por la Casa Blanca y la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México señala que el presidente Andrés Manuel López Obrador y la asesora de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Elizabeth Sherwood-Randall, se reunieron en la Ciudad de México para “desarrollar la iniciativa de migración” que los presidentes Joe Biden y López Obrador anunciaron en enero de 2023.
El anuncio se registra a menos de dos semanas de la eliminación del Título 42, una vieja herramienta activada en marzo de 2020 para contener la propagación de la pandemia del COVID-19, pero que al mismo el gobierno federal ha utilizado para frenar la inmigración indocumentada, incluso de aquellos que vienen en busca de asilo.
Qué dice el acuerdo
El nuevo acuerdo precisa que ambos países “incrementarán las acciones conjuntas para combatir a los contrabandistas y traficantes de personas que explotan a los migrantes”.
Entre las acciones inmediatas, se incrementará por 60 días una campaña de información que Estados Unidos lanzó recientemente con Colombia y Panamá “para contrarrestar el tráfico de personas en el Darién”, uno de los pasos fronterizos más peligrosos del mundo.
En segundo lugar, indica el documento, los dos países se comprometieron a “continuar mejorando sus esfuerzos en Centroamérica para abordar las causas profundas de la migración y ampliar las vías legales”.
Entre las vías legales vigentes, se incluye el plan humanitario lanzado el 5 de enero que exige a los migrantes procedentes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela un patrocinador autorizado por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para entrar a Estados Unidos. Los beneficiarios solo pueden entrar por vía aérea y un pasaporte válido y permanecer dos años. El resto debe calificar para un programa migratorio vigente a través de la aplicación CBP One.
Un segundo plan anunciado la semana pasada crea un programa de reunificación a través de una petición familiar por medio del formulario I.130 para Colombia, Guatemala, Honduras y El Salvador, quienes podrán viajar una vez se apruebe la petición y esperen en Estados Unidos la residencia legal permanente (green card).
Ambos grupos califican para un permiso de trabajo temporal, señalan los programas.
Apoyo a los centros regionales
El acuerdo precisa además que México “reconoce” el potencial de los centros regionales de procesamiento de refugiados que Estados Unidos anunció la semana pasada junto con el nuevo programa de reunificación familiar para Colombia, Guatemala, Honduras y El Salvador.
El documento precisa que Estados Unidos tiene la intención de dar la bienvenida “hasta 100,000 personas” de los paises incluidos bajo los procesos de libertad condicional de reunificación familiar.
Por último, tanto México como Estados Unidos se comprometieron a “modernizar” la frontera compartida de 2,000 millas (3,152 kilómetros). Con este fin, “el presidente Biden aprobó avanzar en un Permiso Presidencial para avanzar en la expansión del Puerto de Entrada Terrestre del Este de Calexico”.
El proyecto será finalizado antes de fin de año, “un paso que beneficiará tanto a la economía estadounidense como a la mexicana”, indica el documento.
La estrategia después del Título 42
El martes el DHS publicó los puntos clave de la estrategia que implementará en la frontera sur tras el retiro del Título 42, previsto para el 11 de mayo.
El plan, elaborado sobre la base de seis pilares, incluye el manejo de la seguridad fronteriza a través de un centro de coordinación creado en 2022, así como un aumento de recursos de personal, transporte, apoyo médico e instalaciones para apoyar las operaciones fronterizas.
El DHS tiene actualmente 24,000 agentes y oficiales de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) a lo largo de la frontera suroeste, además de 2,000 empleados adicionales no uniformadas para ayudar en el procesamiento y las operaciones en las instalaciones de CBP.
El organismo federal también ha ampliado la capacidad de detención de extranjeros y mejoras en la capacidad de transporte aéreo, tant9 para traslado interno de no ciudadanos como para deportarlos a sus países de origen.
El gobierno agrega programas para acelerar procesos y deportaciones, fortalecimiento de la inmigración legal y a representación legal a detenidos cuyos casos de asilo fueron referidos a los tribunales de inmigración para que sea un juez quien decida sus futuros en Estados Unidos.
El DHS reiteró además que las personas con órdenes finales de deportación serán removidas o expulsadas de Estados Unidos, al tiempo que fortalecerá las operaciones para ubicar y desbaratar organizaciones criminales transnacionales (TCO) y contrabandistas de personas que se aprovechan y lucran de los migrantes vulnerables, y que buscan traficar drogas hacia nuestro país.