ICE quiere deportar a una mamá con su hija estadounidense enferma: los médicos alertan que la niña morirá si no es tratada en EEUU
Hay días en los que América Pérez no come y ni puede hablar. Que Yoselin, su hija estadounidense de 11 años, siga con vida depende completamente de que ambas puedan quedarse en Estados Unidos. Pero el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) quiere deportar a esta madre mexicana con su hija: el 8 de mayo debe presentarse a las 8:00am con el comprobante de solicitud del pasaporte para Yoselin, se lee en una carta del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) compartida por sus abogados.
La deportación está prevista pese a las advertencias de los médicos de que irse sería "una sentencia de muerte" para la niña.
Yoselin Mejía Pérez sufre un desorden hereditario conocido como la enfermedad de la orina con olor a jarabe de arce (Maple Syrup Urine Disease o MSUD, en inglés). Esta condición hace que el cuerpo no pueda metabolizar tres aminoácidos específicos que están en los alimentos proteícos. Así que esos aminoácidos se convierten en toxinas en la sangre que pueden causar daños severos a su salud.
Cheryl Garganta, el pediatra especialista en genética y metabolismo de la Universidad de Florida que trata a Yoselin, explicó en una carta a ICE que ella debe llevar una dieta estricta, que requiere una fórmula especial que ellos le proveen y su madre prepara en casa. Asegura que es evaluada en la clínica cuatro veces al año y que se le realizan pruebas de sangre cada una o dos semanas para verificar la estabilidad metabólica de la niña.
"Si ella se enferma, podemos proveerle tratamiento de cuidado intensivo necesario para minimizar el riesgo de daño neurológico y muerte", explica Garganta. "Yoselin necesita estar en los Estados Unidos con su madre para mantener bajo control su MSUD. Aquí tiene a la comida especial que necesita, a sus fórmulas metabólicas especiales y al cuidado de su equipo de salud (...) Ha sufrido complicaciones mínimas hasta la fecha por nuestra terapia de nutrición médica. No sobreviviría sin el cuidado que recibe actualmente".
La enfermedad de Yoselin ha sido la razón por la que América Pérez ha recibido al menos tres suspensiones de deportación de parte de ICE desde julio de 2015, cuenta su abogada Bridgette Bennett. Nunca le habían negado una, hasta ahora que Donald Trump volvió a la Presidencia con la promesa de deportaciones masivas.
Si América y su hija son removidas, la niña se convertirá en la cuarta estadounidense conocida expulsada del país por el gobierno de Trump. El zar de la frontera, Tom Homan, dijo el lunes desde la Casa Blanca que en todos los casos anteriores las madres "pidieron que los hijos se fueran con ellas".
América no quiere ser deportada y tampoco quiere que su hija se vaya de Estados Unidos. "Pido que me dejen quedarme por mi niña, porque ella necesita cuidados médicos", ruega la madre.
Univision Noticias consultó a ICE y al DHS sobre el caso de América Pérez. No hubo respuesta.
La travesía de América en EEUU
América Pérez llegó a Estados Unidos en 2009 con una visa de trabajo H-2B, narra su abogada. Esa visa le permitió estar empleada por más de un año en una granja en Georgia junto a su esposo. Pero en ese tiempo fue víctima de trabajo forzado. Bennett cuenta que sus jefes le quitaron el pasaporte con la visa, y la hicieron trabajar en turnos de 50 o 60 horas semanales y no de 40, como le habían prometido.
Aunque ella decidió dejar ese empleo, nunca le devolvieron el pasaporte. La familia se mudó a un condado rural al norte de Florida en busca de mejores oportunidades.
Esas violaciones de derechos humanos sustentan su caso de tráfico humano, que podría beneficiarle con una visa T —para víctimas de delitos serios que cooperen con las autoridades en las investigaciones— y abrirle un posible camino a la residencia permanente. "Ella tiene una vía para quedarse en el país a pesar de su historia migratoria", explica la abogada, que introdujo la petición en enero de 2025. "Sólo necesitamos tiempo para que la visa T sea aprobada. Y lo triste, además de toda la situación, es que si se va de Estados Unidos, no calificará más para la visa T".
Los abusos que sufrió América Pérez en esa granja dejaron en ella un desorden de estrés postraumático, depresión y ansiedad, según un informe realizado por un psicólogo para sustentar el caso. El nombre de la granja no es mencionado en esta historia porque el caso está en litigio.
La abogada explica que América Pérez tiene además un grillete en el tobillo, que le permite a ICE ubicarla en tiempo real: "Ella no es una criminal, se reporta con ICE, está en sus sistemas. No hay razón para que se vaya".
Bennett ha trabajado en el caso de deportación de América desde 2015. Para entonces Yoselin tenía un año y ya había sido diagnosticada con MSUD. Tras nacer, pasó seis meses en coma y fue entonces que llegaron a la conclusión médica. Que la bebé sobreviviera entonces era fundamental para América Pérez. Antes había perdido dos bebés con la misma condición genética de Yoselin. Por eso decidió prolongar su estancia en Florida, pese a que eso significara dejar al resto de sus hijos en México por más tiempo.
Ahora la madre se encuentra frente al mismo temor de perder a Yoselin. La vida de su hija depende de su tratamiento en Florida, del a sus médicos y a las fórmulas. "Si yo estuviera sola, no me importaría que me boten a mi país, pero es por la niña", dice América Pérez, quien está a cargo de Yoselin por completo. Ella le prepara la comida acorde con las instrucciones médicas: es la única que sabe cómo mezclar la fórmula especial y cuál es la dieta de la niña. Ella la lleva a las citas con los especialistas y también es la única que trabaja para mantenerla. Su esposo se encuentra en prisión.
La doctora Karen Dolins, investigadora y miembro de la junta directiva del Grupo de Apoyo de Familias con MSUD, explicó a Univision Noticias los retos que tienen los pacientes con MSUD incluso en Estados Unidos y que pueden complicarse en México. Señala que son pocos los laboratorios en el país que pueden analizar el nivel en sangre de los aminoácidos causantes de la enfermedad: "Si un niño va a una emergencia, por ejemplo, y tratan de hacerle un examen de sangre, posiblemente no puedan decir cuáles son los niveles de estos aminoácidos. Son laboratorios muy especializados".
La abogada explica que incluso en Florida sólo hay cuatro centros con capacidad para atender a pacientes con MSUD.
Dolins asegura que mandar a Yoselin con su madre a México es exponerla a los problemas que tiene ese país para la atención efectiva a los personas con MSUD: "Escuchamos con frecuencia de familias que nos ruegan que les enviemos la fórmula especializada porque no la consiguen. No podemos enviar la fórmula a cada persona en México. Es una situación muy difícil".
La especialista duda que en México la niña pueda recibir la atención que tiene en Estados Unidos. Cree posible que sin ella, posiblemente pueda sufrir complicaciones neurológicas que puedan hasta dejarla en silla de ruedas y sin la capacidad para hablar: "Si sufre una infección y no hay nadie que pueda atenderla, corre el riesgo de morir. Además, si no puede obtener la fórmula médica en las cantidades necesarias para su sustento, sufrirá complicaciones graves".
Yoselin tiene miedo, igual que su madre. Bennett cuenta que la niña llora y está deprimida por la posibilidad real de que deporten a su mamá. Además, está conciente de lo que representa para su vida que también la expulsen a ella de Estados Unidos.
El único freno temporal a la deportación: el pasaporte de Yoselin
El temor de ser deportada comenzó el 3 de abril de 2025. América Pérez cuenta que se presentó, como lo ha hecho por años, en su cita ante ICE. Ese día le pusieron un grillete y le dieron un papel con la notificación de que tenía que comprar un billete de avión a México "sin conexiones" para marcharse el 16 de abril de 2025 o antes.
Ella volvió a presentarse en la siguiente fecha. Cuenta que le preguntaron si tenía con quién dejar a Yoselin. Ella les dijo que no y le respondieron que comprara entonces el boleto para las dos. Pero la niña no tiene pasaporte estadounidense así que, por ahora, es esa la única razón que mantiene frenada la deportación de América y su hija.
"Tan pronto como esté disponible el pasaporte de Yoselin se espera que se vayan", lamenta la abogada. Ella cuenta que desde 2015 ha pedido al menos tres suspensiones para la deportación de esta madre y siempre habían sido otorgadas, incluso durante la primera presidencia de Trump, constató Univision Noticias tras revisar los documentos. Esta vez le respondieron verbalmente: "¿Por qué tenemos que darle otra? Tiene que abandonar el país".
"Esto es pura crueldad. Entiendo que necesiten deportar a personas que son criminales, que están cometiendo delitos, pero no a alguien como América, que está aquí cuidando de su familia, trabajando, pagando impuestos, sin cometer ningún crimen", dice la abogada.
Bennett asegura que ha hecho todo lo que ha podido como abogada de inmigración para representar a América y mantenerla en Estados Unidos, al lado de su hija enferma. Ahora reza, igual que su equipo, que ha visto crecer a Yoselin desde que era una bebé. Dice que si les toca despedirla será "devastador", que no puede ni pensar en ello.
"Es un momento decisivo" para la niña, asegura la abogada. "Es una de las cosas que más recordará de su infancia".