Huelga en puertos de EEUU: Biden pide "fuertes" mejoras a los trabajadores
El presidente Joe Biden apoyó de forma explícita la huelga de trabajadores en puertos clave de Estados Unidos y pidió para ellos contratos "justos" y con mejoras "fuertes", mientras las negociaciones siguen estancadas y crece la amenaza de que un paro prolongado afecte los precios y la economía.
Los estibadores paralizaron sus labores el martes, cuando venció el contrato actual sin que se pusieran de acuerdo los 45,000 de la Asociación Internacional de Estibadores (ILA por su sigla en inglés) y la Alianza Marítima de Estados Unidos (USMX por su sigla en inglés), que representa a los puertos.
La huelga ha detenido por primera vez en décadas el movimiento de barcos y contenedores en 36 puertos de la Costa Este y el golfo de México, desde Maine hasta Texas. Este miércoles había 38 embarcaciones con contenedores esperando en el mar, lo que representa un aumento significativo frente a las tres que había el domingo, de acuerdo con datos de la analista Everstream Analytics citado por la agencia Reuters.
Los trabajadores exigen dos puntos principales: un alza salarial superior a la del 50% que han ofrecido los puertos y que no se automaticen labores como el manejo de las grúas que mueven los contenedores.
Es una demanda que ha sido respaldada por la Casa Blanca en una publicación del presidente Biden en su cuenta en la red X. "Las empresas de transporte marítimo han tenido ganancias récord desde la pandemia, cuando los estibadores se pusieron en riesgo para que los puertos permanecieran abiertos", escribió.
"Es el momento de que esas compañías ofrezcan un contrato justo y fuerte que refleje el aporte de los trabajadores de la ILA a nuestra economía y sus ganancias históricas", agregó.
Por qué los trabajadores portuarios parecen tener ventaja en las negociaciones
El apoyo explícito de Biden en su tuit se suma a una declaración previa en la que descartó invocar una ley que obligaría a los trabajadores a retornar a sus puestos, la ley Taft-Hartley. Y ese respaldo también ilustra una situación laboral en la que los estibadores parecen tener una ventaja en la mesa de negociación, según expertos.
Los sindicatos vienen de lograr victorias recientes en otras industrias en Estados Unidos. Y, esta huelga en específico, se entremezcla con un contexto algo apremiante: una cadena de suministros presionada por las secuelas del devastador azote del huracán Helene y un momento del año crucial para las tiendas por las festividades.
Los trabajadores en huelga también han enfatizado, como hizo Biden, en las ganancias récord que han registrado las empresas del sector y en el contrato más generoso que alcanzaron el año pasado sus colegas en la Costa Oeste.
También tienen a su favor el hecho de que sus cargas de trabajo han aumentado, el que la acelerada inflación de los últimos años erosionó sus salarios y el creciente traslado en las mercancías que entran y salen de Estados Unidos.
"Creo que este grupo tiene un tremendo poder de negociación", consideró Harry Katz, profesor experto en este tema en la Universidad de Cornell. "Son trabajadores esenciales que no pueden ser reemplazados y a los puertos también les está yendo bien", dijo a la agencia AP.
Cómo se encuentran las negociaciones en los puertos de Estados Unidos
Casi no hubo avance en las conversaciones en las semanas previas al arranque de la huelga.
La Alianza Marítima de Estados Unidos ofreció una mejora salarial del 50% de modo gradual en los seis años que duraría el próximo contrato. La Asociación Internacional de Estibadores (ILA en inglés) pide un alza mayor, en torno al 77%, también de forma gradual durante los años del siguiente contrato.
El tono del último comunicado de la ILA sugiere que las partes seguían hasta este martes son lograr acercar posiciones. "La ILA rechazó el llamado 'aumento salarial del 50%' porque no aborda adecuadamente las demandas de nuestros ", dijo el grupo.
"Puede que hablen de un incremento significativo, pero de forma conveniente omiten que muchos de nuestros operan equipos que manejan contenedores de millones de dólares por apenas $20 por hora. En algunos estados, el salario mínimo ya es de $15. Además, nuestros deben pasar por una duro proceso en el que su salario va subiendo durante seis años antes de que puedan siquiera alcanzar el escalón más alto, sin importar las horas que trabajen o el esfuerzo que le pongan", agregó.
La Casa Blanca sigue firme en no usar la ley Taft-Hartley, menos en medio de las elecciones
Esa ley abre la puerta a que, si la Casa Blanca lo pide a una corte, se decrete un período de 80 días para que los trabajadores retomen sus labores y traten de alcanzar un acuerdo.
Biden dijo el domingo pasado que no tiene previsto recurrir a la ley Taft-Hartley, algo que podría derivar en que su gobierno pierda el apoyo de sindicatos en un momento que según expertos podría afectar a los demócratas en las elecciones presidenciales.
"Mientras nuestra nación se levanta de las secuelas del huracán Helene, los estibadores jugarán un rol esencial en llevar los recursos que necesitan las comunidades", dijo Biden citado por la agencia AP. "No es el momento para que las empresas de transporte marítimo rehúsen negociar un salario justo para los trabajadores esenciales mientras logran ganancias récord", agregó.
Expertos creen que la Casa Blanca no intervendría hasta que los consmidores comiencen a ver estantes vacíos en los supermercados o una escasez de bienes cruciales como los medicamentos. "Si el gobierno quiere un motivo para involucrarse, sería por cosas como esas", dijo Ben Nolan, analista de transporte de la empresa Stifel.
Con información de la agencia AP.
Mira también: