¿Qué dicen de Trump sus comentarios sobre gobernar como dictador y no votar más si él gana?
Cuando el expresidente Donald Trump pidió su voto a una audiencia de cristianos conservadores reunida en West Palm Beach, Florida, les dijo que si votaban por él nunca más tendrían que volver a votar, disparando alarmas de alerta entre quienes temen que Trump pueda tratar de perpetuarse en el poder de llegar de nuevo a la presidencia como lo han hecho gobernantes autócratas a quienes el republicano ira como Vladimir Putin de Rusia o Viktor Orbán de Hungría.
“Salgan y voten, sólo esta vez”, dijo el candidato presidencial republicano agregando: “No tendrán que hacerlo más. Cuatro años más, ¿saben qué? Se arreglará, todo estará bien, ya no tendrán que votar más, mis hermosos cristianos”.
En una entrevista el lunes con la comentarista Laura Ingraham en Fox, Trump trató de explicar el comentario afirmando que los cristianos no son propensos a votar, aunque según The Pew Research Center en 2020 al igual que en 2016 “Trump obtuvo un fuerte apoyo de los protestantes evangélicos blancos”.
El senador republicano por Arkansas, Tom Cotton, minimizó los comentarios en una entrevista con CNN al decir que Trump “obviamente estaba bromeando”.
Trump, más allá de la búsqueda de titulares
Durante su carrera política, Trump se ha distinguido por hacer declaraciones sensacionalistas tanto en entrevistas como en sus mítines que le ha asegurado permanencia en los titulares. Sin embargo, comentarios como el del encuentro en Florida podrían no solo responder a esa estrategia, sino también revelar algo más de su pensamiento y sus ambiciones políticas.
La afinidad de Trump por gobernantes autócratas quedó claramente establecida durante su primer gobierno, cuando hizo alarde constante de sus supuestas buenas relaciones con el presidente ruso Vladimir Putin, el presidente chino Xi Jinping y el dictador norcoreano Kim Jong Un.
Después de abandonar la Casa Blanca, Trump no cesó de demostrar su iración por los gobernantes autócratas. “Xi es un hombre brillante con la apariencia, el cerebro, todo” dijo Trump en abril durante una entrevista con Tucker Carlson, días antes de que el polémico presentador fuera despedido de Fox News. En la misma entrevista dijo que Putin, cuya invasión en Ucrania había calificado de “brillante’, era un hombre “muy inteligente”.
Trump también ha mantenido os con gobernantes autócratas de menor prominencia como Orbán, quien lo visitó recientemente en su residencia en Palm Beach, Florida, después de participar en la cumbre de la OTAN a principios de julio.
Orbán había visitado a Trump previamente en marzo cuando habló a puertas cerradas en la sede de la Heritage Foundation en Washington ante una audiencia que, según The New Republic, incluía “reconocidos políticos estadounidenses, analistas y personalidades públicas de derecha”.
La Heritage Foundation es la creadora del controversial plan de reforma gubernamental ultraconservador ‘ Proyecto 2025’ del que Trump se ha tratado de desligar por la impopularidad y extremismo de algunas de sus propuestas, a pesar de haber sido redactado por 140 ex de su gobierno.
Según explica la periodista e historiadora estadounidense Anne Applebaum, autora del libro “Autocracia Inc. Los Dictadores que quieren Gobernar el Mundo”, los comentarios de Trump son motivo de preocupación porque “buscan que nos acostumbremos a un grupo de ideas como que el voto no es importante o solo importa cuando son para él, así que mientras el gane nada más importa”.
Durante una entrevista en el podcast Pivot, Applebaum aseguró que existe una red de gobernantes autócratas que se ayudan entre sí, a través del uso de tecnologías de represión y de la corrupción, a la cual Trump no pertenece, pero a la que envidia, porque “instintivamente ira su capacidad de salirse con la suya”.
La acostumbrada retórica autocrática de Trump
Durante un discurso pronunciado en la ciudad de Claremont, New Hampshire, en ocasión del día de los veteranos en noviembre, el expresidente llamó a sus oponentes políticos y críticos "alimañas" y advirtió que constituyen una amenaza para Estados Unidos.
El discurso provocó las críticas de historiadores y analistas que escucharon en él ecos de la retórica incendiaria y deshumanizante usada por líderes autoritarios del pasado como Adolfo Hitler y Benito Mussolini.
Ya en octubre Trump había dicho en una entrevista con el medio en línea The National Pulse, que los inmigrantes indocumentados estaban “envenenando la sangre de nuestro país”, una frase usada frecuentemente por los supremacistas blancos en Estados Unidos, que viene directamente del manifiesto autobiográfico Mein Kampf o Mi Lucha, publicado Hitler en 1925, donde advertía sobre la “contaminación de la sangre” en referencia a los judios de Europa.
¿Dictador por un día?
Y en una entrevista en Fox News en enero antes de los caucus de Iowa que marcaron el comienzo del proceso de primarias republicanas, el comentarista Sean Hannity, le preguntó a Trump si prometía a Estados Unidos esta noche bajo ninguna circunstancia, "¿nunca abusaría del poder como represalia contra nadie?".
“Excepto el primer día”, respondió Trump, evadiendo la oportunidad presentada por Hannity para dar una respuesta institucional.
“Quiero cerrar la frontera y quiero perforar, perforar, perforar”, añadió Trump, en referencia a la explotación petrolera que los republicanos creen que es la clave para reducir precios de combustible y a pesar de que durante cada año del gobierno de Biden Estados Unidos ha producido más petróleo que cualquier otro país en la historia, según la istración de Información Energética.
Por qué ven en Trump un "peligro para la democracia"
Los temores de quienes creen que Trump representa un peligro para la democracia estadounidense no nacieron de los comentarios que hizo en Florida y ni siquiera por su afinidad por los gobernantes autócratas.
Ese temor proviene del hecho de que el expresidente trató de revertir su derrota frente al presidente Joe Biden en las elecciones de 2020 y de cómo sigue socavando las bases de las instituciones democráticas cuando afirma constante y falsamente que hubo un fraude en ese proceso electoral.
Trump no solo usó la vía judicial para combatir en resultado de las elecciones de 2020, sino que también usó otros medios, que le ocasionó cargos criminales federales relacionados la toma violenta del Capitolio del 6 de enero de 2021 por sus partidarios, y cargos en el estado de Georgia donde presionó al secretario de Estado para que “consiguiera” los votos suficientes para eliminar la ventaja de Biden en ese estado.
¿Tres mandatos para Trump?
Durante la convención anual del grupo de cabildeo de los fabricantes de armas Asociación Nacional del Rifle en Dallas en mayo, Trump jugó con la idea de gobernar por un tercer mandato.
“Ya saben, FDR durante 16 años, casi 16 años, estuvo cuatro mandatos. No lo sé, ¿vamos a ser considerados para tres mandatos? ¿O dos mandatos? dijo Trump, ante los partidarios de las armas.
Trump hacía referencia a Franklin D. Roosevelt, quien gobernó durante tres mandatos completos y murió al inicio de un cuarto, por un total de 12 años entre 1933 a 1945.
Para poder gobernar por más de dos períodos, Trump necesitaría modificar la Constitución, que en la Enmienda 22 ratificada en 1951 limita a los presidentes a un máximo dos mandatos de cuatro años cada uno.
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