Las cortes "no deben hacer política", dirá Amy Barret al inicio del proceso de su confirmación para la Corte Suprema ante el Senado
Amy Coney Barrett, nominada por el presidente Donald Trump para ocupar el escaño dejado por la magistrada Ruth Bader Ginsburg en la Corte Suprema, dirá a los senadores que las cortes no deberían hacer política y que esas decisiones deberían quedar para las ramas políticas del gobierno, según un borrador de sus comentarios de su audiencia de confirmación obtenidos este domingo por la agencia AP.
Las audiencias del Comité Judicial del Senado comenzarán el lunes, apenas tres semanas antes del día de las elecciones, en un intento por consolidar su nominación antes de esta fecha.
A pocos días de la muerte de Ginsburg, Trump se apresuró a nominar a Barrett, una apuesta por complacer a su base más conservadora, mientras los demócratas se han opuesto a esta nominación antes de las elecciones.
“Fui nominada para ocupar el puesto de la jueza Ginsburg, pero nadie jamás ocupará su lugar”, dirá Barrett al comité, según el borrador.
En la audiencia, Barrett también dirá que ha decidido mantener la misma perspectiva que su mentor, el difunto juez Antonin Scalia, considerado un adalid de los conservadores dentro del tribunal, y a quien la candidata describe como un "devoto de su familia, resuelto en sus creencias y sin miedo a las críticas".
De acuerdo con el borrador, la nominada del presidente hablará extensamente de su familia y dirá que no va a permitir que la ley defina su identidad o excluya el resto de su vida. Según la magistrada, un principio similar se aplica a los tribunales, que "no están diseñados para resolver todos los problemas o corregir todos los errores de nuestra vida pública".
“Las decisiones de política y los juicios de valor del gobierno deben ser hechos por los poderes políticos elegidos por el pueblo y responsables ante él”, dirá Barret. “El público no debe esperar que los tribunales lo hagan y los tribunales no deben intentarlo”.
La mayoría repubicana del Senado está haciendo todo lo posible por confirmar la nominación de la jueza a la Corte Suprema antes del día de las elecciones, justo a tiempo para que su voz dentro de la más alta corte del país pueda definir cualquier disputada electoral y otros temas como el Obamacare o el aborto.
Tras su declaración de apertura la noche del lunes, Barret se someterá a audiencias de preguntas en el Senado el martes y el miércoles.
Sin éxito, los demócratas han presionado para retrasar todo lo posible estas audiencias, alegando tanto la proximidad de las elecciones como el reciente brote de coronavirus en la Casa Blanca, justamente en la ceremonia de nominación de la magistrada.
De aprobarse su nominación, en tiempo récord, Barrett sería la tercera jueza de la Corte Suprema nominada por Donald Trump. con lo que el máximo tribunal quedaría integrado por una sólida mayoría conservadora de 6 votos contra 3.
En 2016, tras la muerte de Scalia los republicanos alegaron que no se debía nominar a su reemplazo hasta que pasaran las elecciones. Debería ser el nuevo presidente electo por los estadounidenses quien hiciera esta nominación, alegaron entonces. En esta ocasión, la posibilidad de definir la impronta de la corte por las próximas décadas les ha hecho revertir aquella posición.