Ocho datos que explican la verdadera importancia del voto hispano
A solo una semana y media de las elecciones, organizaciones hispanas e incluso los mismos partidos Demócrata y Republicano confían en que sus grandes esfuerzos por registrar votantes latinos den frutos en la participación del 8 de noviembre.
No olvides ver los resultados en vivo de las elecciones presidenciales el próximo martes 8 de noviembre.
Históricamente, los latinos no votan en masa, pero la población elegible sí ha aumentado y los millenials se han convertido en un poderoso motor del electorado.
Aquí te contamos con datos basados en el censo electoral, investigaciones del centro Pew y del Consejo Nacional de la Raza, las cifras que revelan lo que podemos esperar del voto hispano en estas elecciones .
1. En 2016 hay más hispanos elegibles para votar
El electorado americano es racial y étnicamente más diverso que nunca para estos comicios. De acuerdo con las proyecciones de centro Pew, un récord de 27.3 millones de latinos son elegibles para emitir su voto en 2016, lo que representa el 12% de todos los votantes elegibles.
Desde 2012, el número de votantes hispanos ha aumentado en 4 millones, lo que representa el 37% del crecimiento de todos los votantes elegibles durante ese lapso. La proporción de hispanos en los votantes en varios estados clave también ha subido.
2. Aun así, menos hispanos están completamente seguros de que votarán
De acuerdo con cifras de la Oficina del Censo de Estados Unidos, la participación de latinos ha incrementado en las últimas tres elecciones presidenciales. En 2008 votaron 9.7 millones, 28% más que en las elecciones de 2004, logrando influir el resultado en cuatro estados claves para el presidente Barack Obama: Florida, Nevada, Colorado y Nuevo México.
En 2012 fueron 11 millones los latinos que fueron a las urnas, 15% más que en 2008. Y se estima que para esta elección, 13 millones votarán, es decir un 18% más que en el 2012.
Sin embargo, aunque la población elegible ha crecido, principalmente por quienes cumplen la mayoría de edad y aquellos que deciden hacerse ciudadanos, una encuesta de Pew encontró que de los votantes latinos registrados solo el 69% está "absolutamente seguro" de que va a votar en noviembre, en comparación con el 77% en 2012.
Tradicionalmente, la tasa de participación de los votantes latinos ha sido inferior con respecto a la de otros grupos. Por ejemplo, en 2012 los latinos tuvieron una tasa de participación del 48%, en comparación con el 67% de los negros y el 64% para los blancos.
3. La gran brecha está en el registro de votantes
A pesar de la idea de que los hispanos no votan, esta percepción cambia por completo cuando se mira las cifras de otra forma. En los últimos ciclos electorales, en promedio un 40% de los latinos que podría ir a las urnas no se registró dentro de los límites legales establecidos en cada estado. Pero dentro de quienes se registraron, el porcentaje que fue a las urnas fue alto.
En el año 2000, cuando George W. Bush fue elegido presidente, de los poco más de 13 millones de latinos que podían votar, tan solo 7 millones y medio se registraron. Sin embargo, el día electoral casi 6 millones de los inscritos ejercieron su derecho al sufragio, es decir, el 78.6%.
En 2004, durante la reelección de Bush, 16 millones de hispanos eran elegibles para votar, pero solo un poco más de 9 millones se registró. De esta última cifra, 7.5 millones fueron a las urnas, el 81.5% de los inscritos.
En 2008, en la primera elección de Obama, casi 20 millones de hispanos eran elegibles para votar, pero solo cerca de 12 millones se registraron. Aun así el día electoral, 9.7 millones votaron, lo que representa el 84% de los inscritos.
La tendencia se repitió en 2012 durante la reelección del actual presidente: un poco más de 23 millones de hispanos eran elegibles para votar, pero solo se registraron casi 14 millones. En noviembre, un total de 11 millones salieron a votar, es decir, el 81.6% de los registrados.
Por todo ello, varias organizaciones civicas realizaron este año un esfuerzo muy significativo para registrar latinos: para citar un ejemplo, en Arizona una cifra récord de 150.000 nuevos votantes de minorías, principalmente hispanos, fueron registrados por One Arizona.
4. El voto hispano es clave solamente en cuatro estados
Los estados que concentran más de la mitad de los hispanos que viven en Estados Unidos son California, donde se da por descontado que los 55 votos electorales irán al Partido Demócrata, Nueva York, cuyos 29 votos también irán a los azules y Texas, cuyos 34 votos generalmente van al Partido Republicano, aunque este año, ese estado está un poco más disputado.
Así las cosas, sólo hay un puñado de estados competitivos en las elecciones presidenciales de este año, donde los latinos representan una parte significativa de los votos.
De los siete estados competitivos, los latinos tienen una presencia significativa en cuatro: Arizona (22%), Colorado (22%), Florida (18%) y Nevada (17%). Los latinos constituyen el 5% o menos de los votantes elegibles en cada uno de los cuatro restantes: Georgia, Iowa, Carolina del Norte y Ohio.
5. Cada 30 segundos, un latino alcanza la mayoría de edad: los millennials son el principal motor del electorado
Según cifras de Latino Community Foundation, cada año 800,000 latinos cumplen 18 años y se vuelven elegibles para votar lo que hace que en esta elección 2016, el 44% de la población latina que puede ir a las urnas sea parte de los llamados millenials. Entre 2012 y 2016, 3.2 millones de jóvenes latinos nacieron en EEUU.
En un sondeo de Pew, 36% de los votantes del milenio, aquellos entre 18 y 29 años de edad, respondió que con seguridad emitirá su voto por primera vez, una tasa de participación relativamente baja.
Un informe publicado por la organización Circle, que conduce investigaciones entre población joven encontró que los millenials latinos reportaron estar “demasiado ocupados” o “no disponibles” como la principal razón para no votar en las elecciones de 2012. Un gran número de los encuestados dijo que no emitir un voto porque sentían que no haría una diferencia.
6. Los latinos tienen preferencias por el Partido Demócrata
Desde la década de 1980, los latinos han favorecido más al Partido Demócrata que al Partido Republicano en cada elección presidencial, pero su impacto electoral se ha visto limitado por la baja participación de los votantes y una población concentrada en los estados no disputados.
La más reciente encuesta del Consejo Nacional de La Raza (NCLR), la organización hispana más importante del país, encontró que cerca de siete de cada diez votantes registrados latinos (68%) están a favor de Clinton, mientras que solo el 19% apoya a Trump.
Un sondeo del centro Pew, que preguntó por las razones de preferencia electoral halló que dos tercios (64%) de los latinos del Milenio (edades 18 a 35) que respaldan a Clinton dicen que su apoyo es más un voto en contra de Donald Trump. Lo contrario también es cierto entre los mayores de 36 años: 65% dice que su apoyo a Clinton es un voto más para ella que contra Trump.
7. El 'factor Trump' ha sido sobreestimado
Un estudio de USA Today, publicado el 16 de octubre, encontró que el crecimiento del voto hispano obedece más al aumento de la población que al rechazo a la retórica anti-inmigrante de Donald Trump. El estudio se centró en los 50 condados con la mayor población hispana en los 10 estados clave: Arizona, Colorado, Florida, Iowa, Michigan, Nevada, North Carolina, Pennsylvania, Virginia y Wisconsin. Si bien el registro de votantes en estos condados incrementó en un 3.8% entre enero de 2015 y agosto de 2016, en ese mismo periodo en las elecciones del 2012, el aumento fue parecido: un 3.5%.
Ambos crecimientos pueden explicarse por un aumento en la población en el mismo periodo: 2.9% en 2016 y 2.7% en 2012. De hecho, l a población hispana ha crecido aún más que la población en general, cerca de un 10% desde 2010. Eso no quiere decir que para algunos latinos que se hicieron ciudadanos, el voto anti-Trump no haya sido un gran aliciente. Simplemente las cifras reflejan que no es tan masivo como se piensa.
8. Las peticiones de ciudadanía se dispararon, pero la mayoría de ellas no alcanzaron a ser procesadas
Según datos de la Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS, por su sigla en inglés) 718,430 personas solicitaron la ciudadanía entre 1 de octubre de 2015 y el 30 de junio de 2016, un aumento del 25% con respecto al mismo período del año anterior y el número más alto para ese periodo de tiempo en un año electoral desde 1996.
Sin embargo para esa misma fecha, más de 520,000 aplicaciones aún estaban espera de procesamiento para la naturalización en todo el país. Ese número es de aproximadamente 100,000 más que estaban en espera de un año antes.