Maria Butina, la espía rusa que se infiltró en la NRA, es condenada a 18 meses de cárcel
Maria Butina, la joven rusa que fue detenida en el país en julio pasado acusada de actuar de ser una espía de Rusia, fue condenada este viernes por un tribunal federal a 18 meses de cárcel.
El pasado 13 de diciembre, Butina, de 30 años, confesó su culpabilidad de un delito de conspiración y aceptó cooperar con la Justicia.
Según la Fiscalía, la presunta espía rusa tejió una red de influyentes os en el país para beneficiar al Kremlin en una operación que inició en marzo de 2015 y que finalizó en julio de 2018, cuando fue arrestada.
Como parte del acuerdo alcanzado con la fiscalía, Butina aportó información sobre su expareja, el asesor del partido Republicano Paul Erickson, quien por el momento no ha sido acusado formalmente en el marco de este caso, dijo la cadena CNN.
No obstante, el pasado mes de febrero, la fiscalía del estado de Dakota del Sur presentó cargos contra Erickson por fraude electrónico y lavado de dinero.
Butina reconoció, además, haber establecido una relación con un estadounidense, para lo que se sirvió de la herramienta de traducción de Google, con el objetivo de presentarle una "propuesta de proyecto" de cara a las elecciones de 2016.
Washington acepta que los ciudadanos y los extranjeros trabajen en favor de otro país, siempre y cuando estén debidamente registrados para hacerlo, algo que Butina nunca hizo.
La ciudadana rusa inició su misión en territorio ruso, pero en agosto de 2016 se mudó a Washington con un visado de estudiante.
Antes y después de entrar en territorio estadounidense, Butina, que supuestamente trabajaba para un alto funcionario ruso, tejió una red de os influyentes en la política del país que le llevaron hasta el más poderoso lobby de armas, la Asociación Nacional del Rifle (NRA, en inglés), ante la que se presentó como una activista rusa en defensa del derecho a portar estos artilugios.
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