El Senado de México aprueba la polémica reforma judicial del presidente López Obrador con el voto de un opositor
El Senado de México aprobó este miércoles en lo general la polémica reforma judicial para convertir al país en el primero del mundo en adoptar la elección popular de todos sus jueces.
"Queda aprobado en lo general" el proyecto que reforma el poder judicial, señaló el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, tras una jornada caótica que incluyó la invasión del Senado por parte de funcionarios judiciales en huelga y estudiantes.
La reforma fue aprobada en la antigua sede de la Cámara (donde se trasladaron por el acoso de los manifestantes) con 86 votos a favor, equivalentes a dos tercios de los 127 senadores presentes en la cámara alta, que es dominada por el partido oficialista Morena y sus aliados, y 41 votos en contra de los partidos de la oposición.
Luego de la aprobación en la Cámara de Diputados y el Senado, la reforma debe ser avalada por 17 de 32 congresos estatales, lo que se da por descontado considerando el amplio dominio de la izquierda. Después deberá ser promulgada por la presidencia.
La "traición" que hizo posible la aprobación de la reforma judicial mexicana
Aunque antes del inicio del debate al oficialismo le faltaba un voto en el Pleno, al final contó con el apoyo Miguel Ángel Yunes, senador del Partido Acción Nacional, a quien sus compañeros de bancada tacharon de traidor.
En corrillos políticos y redes sociales, desde temprano crecieron rumores sobre un "traidor" que brincaría al oficialismo.
Con las horas, los señalamientos fueron centrándose en Yunes, quien se reportó enfermo y fue sustituido por su padre, un cuestionado político del estado de Veracruz (este).
"Hubiera sido más decente, querido amigo, que nos dijeras 'los voy a traicionar'", le espetó el senador y presidente del PAN, Marko Cortés, a Yunes padre, desde el presidio.
"¡Cobarde y traidor eres tú!", le respondió Yunes.
Más tarde, ya en la sede improvisada a la que se tuvo que trasladar la sesión por las protestas, apareció el propio Miguel Ángel Yunes hijo para confirmar su voto favorable a la reforma.
"Ni cobarde, ni traidor, salí del hospital para venir a dar las razones de mi voto y para responder a quienes en lo últimos días y también hoy me han agredido. He sido objeto de un linchamiento público", dijo Yunes desde el estrado.
La reforma judicial de México, un controvertido proyecto de López Obrador
La aprobada en la madrugada de este miércoles es una reforma impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien la planteó en el marco de un enfrentamiento con la Suprema Corte, que le ha bloqueado iniciativas que ampliaban la participación del Estado en el sector energético y dejaban la seguridad ciudadana en manos de los militares.
El mandatario, que entregará el poder a su copartidaria Claudia Sheinbaum el 1 de octubre y tiene una popularidad del 70%, acusa al máximo tribunal y a algunos jueces de estar al servicio de las élites, de la corrupción de cuello blanco y del crimen organizado.
Pero sus adversarios denuncian que en realidad pretende eliminar la independencia judicial para instaurar un régimen autoritario y perpetuar a su partido en el poder.
La enmienda también es criticada por Estados Unidos y Canadá, que aseguran que dañará el acuerdo comercial T-MEC, cuando México se consolida como principal socio comercial de su vecino del norte.
Washington advierte además que el voto directo dejaría a los jueces a merced de los cárteles del narcotráfico, que ya inciden en las campañas políticas.
Tras la aprobación de la iniciativa, los actuales ministros de la Suprema Corte, jueces y magistrados (unos 1,600) podrían postularse en elecciones en 2025 y 2027. De no hacerlo, permanecerían en sus cargos hasta que asuman los elegidos.
México y su reforma judicial, una posición única en el mundo
La reforma es criticada además por expertos de Naciones Unidas y organizaciones como Human Rights Watch.
Coloca a México "en una posición única en términos del método de elección de jueces", señaló el martes Margaret Satterthwaite, relatora de Naciones Unidas sobre la independencia de jueces y abogados.
El otro caso similar en América Latina es el de Bolivia, donde los magistrados de las altas cortes son elegidos por voto popular, mientras los jueces ordinarios son designados por un consejo de la judicatura.
Pero la independencia de los magistrados de elección ha quedado en entredicho en medio de la disputa entre el presidente Luis Arce y su mentor y exmandatario socialista Evo Morales (2006-2019).
"Lo que más les preocupa a los que están en contra de esta reforma es que van a perder sus privilegios, porque el poder judicial está al servicio de potentados (...), de la delincuencia de cuello blanco", expresó el martes López Obrador.
En vísperas del debate, la presidenta de la Suprema Corte, Norma Piña, habló de la "demolición del poder judicial".
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