Por qué AMLO rechaza reunirse con las 'madres buscadoras', las mujeres que buscan a sus seres queridos por todo México
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, rechazó este lunes mantener una reunión que han solicitado con él los colectivos de madres buscadoras, que intentan hallar los restos de sus seres queridos desaparecidos.
La cifra oficial de personas cuyo paradero se desconoce en México rebasaba los 100,000 en mayo de 2022, pero organizaciones temen que el número real sea aún mayor.
El sistema judicial mexicano deja más del 90% de todos los delitos cometidos en el país sin resolver, de acuerdo con cifras de la organización México Evalúa. Por ello, son los padres –y sobre todo, madres– quienes intentan encontrar a sus hijos con sus propios medios, apoyos de sociedad la civil y, en algunas ocasiones, una minúscula ayuda de las autoridades. En otras, esa ayuda es inexistente.
El presidente, quien hace solo unos días se reunió con Estela de Carlotto, presidenta de la asociación Abuelas de Plaza de Mayo en una reunión con tantos reflectores que una búsqueda en Google arroja cerca de 18,500 resultados de artículos, fotos y videos del encuentro, consideró que reunirse con las madres mexicanas era “politiquería y publicidad”.
En su conferencia matutina de este lunes, que duró más de tres horas, López Obrador no explicó la diferencia entre su muy pública reunión con De Carloto y el encuentro que le piden las madres mexicanas.
Además, puso en duda las cifras de su propio gobierno, que señala que hay más de 100,000 mexicanos desaparecidos, según los datos de la Secretaría de Gobernación.
“Sí hay desaparecidos”, dijo, “pero no la cantidad que establece el censo”.
López Obrador no dijo en qué basaba su afirmación, no citó un número concreto, y dos correos electrónicos enviados por Univision Noticias a la Secretaría de Comunicación Social de su gobierno (cuyo titular, Jesús Ramírez Cuevas, funge como portavoz del presidente) no fueron respondidos hasta la publicación de esta historia.
AMLO aseguró que su gobierno decidió "llevar a cabo un programa de búsqueda, de ir casa por casa y, lo estamos haciendo y afortunadamente estamos encontrando muchos, un porcentaje considerable de personas que estaban registradas como desaparecidas. Vamos a dar a conocer más adelante los datos, pero está sucediendo eso".
¿Qué piden a López Obrador las madres de desaparecidos de México?
La visita de Carlotto a México motivó un mensaje de uno de los principales colectivos ciudadanos.
La Brigada Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas, uno de los mayores grupos dedicados a esta labor -que en México suman decenas– publicó un video en su cuenta de Facebook en el que subrayaron su iración por Carlotto y dijeron que la situación en México era “igual o más grave” que la tragedia vivida en Argentina en la dictadura militar.
“Somos como Estela de Carlotto, madres, hermanas, hijas rotas por el dolor que buscamos saber qué pasó con las personas a quienes más queremos”, dice una de las participantes.
Las amenazas contra las madres buscadoras en México
Las madres buscadoras en México no solo se enfrentan a la indiferencia del gobierno mexicano. También son víctimas de constantes amenazas y atentados que incluso culminan con la muerte.
La frecuencia de los casos es abrumadora. En febrero, Araceli Rodríguez, de 70 años, ofreció una conferencia de prensa en febrero de este año, en la que denunció al estado mexicano por la desaparición de su hijo, Luis Ángel León, quien era policía federal y cuyo rastro se perdió en 2009 mientras cumplía una misión oficial en el estado de Michoacán.
Un comando de encapuchados la encañonó en una carretera hacia Acapulco el 4 de marzo de 2023, poco después de la conferencia. Rodríguez contó a la revista Gatopardo que estaba segura que la iban a matar y que uno de sus escoltas, también arrojado al piso y sometido por los sicarios, le dijo llorando: “Perdóneme, señora, por no haberla protegido”.
Pero el ataque, al parecer, fue una intimidación. Rodríguez planeaba unirse la siguiente semana a una búsqueda a otra fosa clandestina, otra de las tantas que se hallan con una frecuencia escandalosa en México, y la dejaron ir viva. “Todo el tiempo nos decían ‘los estamos investigando’ y conmigo se ensañaron más”
Rodríguez sigue buscando a su hijo y hablando con otros padres y otras madres, que no cejan de luchar por hallar a sus seres queridos, o al menos un rastro, una pista, que les diga qué fue lo que pasó.
El caso de Rodríguez no es, en absoluto, aislado. Hace apenas unos días que en Tlajomulco, Jalisco, seis personas murieron cuando estalló un artefacto explosivo cuando se dirigían a investigar una fosa clandestina denunciada, de nuevo, por un colectivo de madres buscadoras.
El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, ordenó la “suspensión indefinida” de búsqueda en fosas por denuncias de madres desaparecidas, pese a que las autoridades no aportan mayor dinero o recursos a su labor, según denuncian ellas mismas.
"Ellos no pagan las búsquedas, es raro que apoyen, las búsquedas de las Madres Buscadoras de Jalisco se pagan con recursos propios, así que nosotras nos gobernamos", dijo Ceci Patricia Flores, líder de las Madres Buscadoras de Sonora quien ha extendido sus labores a Jalisco, al periódico El Universal.
Añadió: "Trabajamos con nuestros propios recursos y haciendo el trabajo que al gobierno le corresponde" .
Después de las declaraciones de esta mañana de López Obrador, Flores respondió: "Que vaya a una búsqueda con nosotras y podrá distinguir la diferencia entre desesperación y politiquería".
Las palabras de los padres y madres que buscan sin descanso a sus hijos suenan más a las que pronuncian quienes han experimentado un dolor que no tiene nombre que la “publicidad y politiquería” a la que aludió el mandatario esta mañana, quien ha ofrecido más de 1,000 “conferencias de prensa” en lo que va de su gobierno.
En su conferencia de prensa de hoy, el presidente repitió que “en México ahora no se violan los derechos humanos” (sin citar cifras oficiales que sostengan su dicho) y terminó el encuentro con una frase: “Ya vámonos a desayunar”.
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