Jesús Campos y su esposa, Gabriela Crespo, son oriundos de la ciudad venezolana de Valencia pero hace cuatro meses viven en la ciudad colombiana Cúcuta. Como muchos venezolanos, optaron por migrar al país vecino para huir de la rampante crisis que tiene sumido a su país en una profunda escasez de alimentos y medicinas, creciente inseguridad y una hiperinflación sin precedentes. Crédito: Manuel Rueda
Para ganarse la vida, la pareja trabaja largas horas elaborando bolsos hecho de billetes de bolivares. En su país natal, la hiperinflación ha disparado los precios y ha hecho que el dinero pierda capacidad de compra. Un café vale ya 200,000 bolívares en las panaderías de Caracas y un kilo de pollo sobrepasa el millón de bolívares. Crédito: Manuel Rueda
Después, las trenzas se cuecen con un hilo de nylon y toman la forma de un bolso o una cartera. El Gobierno venezolano anunció que
a partir del 4 de junio se le restarán tres ceros al bolívar y comenzará a circular una nueva familia de billetes. Crédito: Manuel Rueda
Los bolsos causan asombro y iración entre los habitantes de Cúcuta que recuerdan épocas donde el bolívar era 17 veces más fuerte que la moneda local. Según Steve Hanke, un profesor de economia de la universidad John Hopkins, la inflación en Venezuela sobrepasó el 16,000% en los ultimos 12 meses.
Crédito: Manuel Rueda
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Cuando llegaron a Cúcuta, Gabriela y Jesús empezaron vendiendo arroz con leche a venezolanos que cruzaban la frontera. Muchos de ellos les pagaban con muchos billetes de 100 (un arroz con leche lo vendían a 40,000 bolívares) y se les ocurrió usar esos billetes para hacer bolsos. Crédito: Manuel Rueda