Entrevista: Andrea Cruz inicia una nueva etapa con su sencillo, “Caída”

Acabas de lanzar tu sencillo, “Caída”, ¿de qué se trata este tema?
El tema busca desear el bien. Va creando unas imágenes y aclimatando el espacio para un encuentro. Mantiene el misterio, no hace promesas, se sostiene en el presente. De eso va ‘Caída’. De las múltiples formas de dejarnos y hacernos caer sobre algo, alguien y hasta para nosotros mismos.
Este es el primer tema de tu próximo disco,
¿qué podemos esperar de este proyecto musical?
Hubo alguien que me dijo, tan pronto escuchó ‘Caída’ y otros temas del álbum que sentía a una artista escribiendo y cantando de la crudeza humana, pero con la ternura y amabilidad suficiente para que no nos sea tan dura la realidad. En mis palabras, siento la necesidad de mostrar y compartir cosas simples, pero siempre profundas. Me encanta navegar entre esas zonas y tocar la fibra humana con cosas inesperadas y/o elementos sorpresas. En cuestiones sonoras, muchas guitarras de nylon, cuerdas, programaciones y colaboraciones con artistas maravillosos que iro y que están haciendo de este disco uno que marcará un gran momento.
¿Cuál dirías es tu inspiración detrás de este proyecto?
Me encanta esta pregunta. La vitalidad de querer decir algo. Me interesan los juegos de palabras, acercarme a distintas experiencias y transformarlas a través de la canción. A parte, de poder lograr un lenguaje en común que nos encuentre, entre tanto desencuentro. Siento que esa es la inspiración ahora mismo de este álbum y de este nuevo compilado de canciones.
¿De dónde vienes y de dónde nace tu amor por la música?
Soy de un pueblo que queda al centro del archipiélago de Puerto Rico. Le dicen el pueblo de las flores por la producción de las mismas, por el clima frío y por la fauna hermosa que tiene. Todo esto me acompaña desde pequeña y sigue, de forma explícita, en mis canciones. Creo que ese mismo ambiente, me fue formando y acercando a la música. Mi amor por la música nace gracias a mi madre y a mi padre quienes me dieron la oportunidad y los recursos de explorar múltiples disciplinas en la escuela desde pequeña. Pero fue una maestra, Meli Morgaine quién puso una guitarra en mis manos y tengo ese recuerdo de querer ser como ella. Antes de darnos la clase se sentaba, y, en ocasiones, sonaba temas de Mercedes Sosa, Violeta Parra, Haciendo Punto En Otro Son y otros artistas de la época. Esta experiencia me hizo sentir algo, y como bien sabemos, lo que nos hace sentir, se queda en la memoria. Creo que de ahí nace esa respuesta de gratitud hacia la música como oficio de vida.
Has colaborado con grandes artistas, ¿qué es lo que más te gusta de hacer música con otros colegas?
Conocernos. Más allá de lo que se logra, la relación que se forma en ese proceso es importantísima. Creo mucho en ese aspecto ético de las colaboraciones. Mantengo una relación sumamente linda con esos artistas que me dijeron que sí para colaborar y también a quienes me han invitado a ser parte de sus canciones. Les respeto y iro muchísimo. Y me encanta saber que cuento con ellos y ellos conmigo porque fue honesto el junte.
Hablando de tu proceso creativo, ¿qué es lo que más disfrutas de crear temas?
La sorpresa que regala el dejarse llevar. Jorge Drexler lo dice en el tema “Tinta y tiempo” y hago eco de sus palabras: Yo no sé ni porqué ni cuando, esa voz yo no la comando… No hay control de nada. Buscamos, nos sentamos, escribimos, nos levantamos, nos movemos, hasta que algo ocurre en ese movimiento y, en ocasiones, una canción, en otras, intentos.
¿Qué mensaje te gustaría enviarles a tus fans a través de tu música?
Siempre gracias por seguir aquí entre tantas posibilidades para escuchar. Para mí su tiempo es lo más valioso. Y es hermoso que me den la oportunidad de ser parte de sus recuerdos, memorias y vida a través de las canciones. Es una belleza saber que estoy acompañada de mis seguidores.