Descubre los increíbles beneficios de las almendras para tu bebé
Pasados los seis meses de edad, los bebés ya pueden comenzar a incorporar diferentes alimentos cuya función es complementar la leche materna. Este momento puede generar dudas en muchos papás y mamás respecto de qué comidas sumar y cuáles no.
Los frutos secos son de esos alimentos que tienden a producir mayor incertidumbre. En este sentido, las almendras son un producto que nos brinda la naturaleza y realmente vale la pena aprovechar. Hoy te contamos más, entonces, sobre las bondades de estos nutritivos frutos secos, sus posibles efectos secundarios y las mejores formas de sumarlos a la dieta del bebé.
Beneficios de las almendras para el bebé
Controlan el colesterol
Si bien el colesterol no suele ser un problema a tan temprana edad, sí resulta más común en la adolescencia y la adultez (incluso hoy día ya hay casos de criaturas pequeñas con desequilibrios en sus niveles). Ingerir almendras ayuda a mantener estables estos niveles a medida que el niño va creciendo.
Previenen la diabetes
Esta afección no será una preocupación en tan tierna edad, pero sí es importante prevenirla, y la alimentación es un gran aliado para lograrlo. Gracias a su nivel bajo en glicemia, las almendras ayudan a prevenir futuras apariciones de la enfermedad.
Ayudan al buen desarrollo cerebral
Gracias a su cantidad importante de nutrientes, las almendras promueven la inteligencia del bebé en diferentes niveles y fomentan, además, un buen desarrollo cerebral. De hecho, estos frutos secos contienen riboflavina y carnitina, que incrementan la actividad cerebral del pequeño y previenen la aparición de Alzheimer en la edad adulta.
¿A partir de cuándo podría empezar a ofrecerse?
Los especialistas coinciden en que lo mejor es esperar a los 10 o 12 meses de edad para agregar frutos secos a la alimentación, aunque siempre resulta recomendable consultar con el pediatra del pequeño antes de incorporarlas a su dieta.
Posibles efectos secundarios de las almendras
Estos frutos secos tan beneficiosos no tienen por qué generar ningún efecto secundario en el bebé, pero deben ser consumidos, como todos los alimentos, de forma moderada. Consulta con su pediatra en caso de que existan antecedentes familiares de alergia a las almendras.
Cómo incorporarlas en la dieta del bebé
Lo mejor será dejarlas en remojo toda una noche antes de consumirlas. Pasado este tiempo, se recomienda quitarles la piel exterior y picarlas en trocitos. También podrías procesarlas hasta pulverizarlas y agregarlas al yogur, por ejemplo, o cualquier otra comida. Otra opción es ofrecerlas convertidas en una leche vegetal.
Como ves, las almendras poseen múltiples beneficios para el bebé y pueden incorporarse fácilmente a su dieta. Recuerda que las almendras que se recomiendan son siempre aquellas que no contienen azúcares ni sal refinada. Y tú ¿conocías todas sus bondades? ¿A tu bebé le agradan? ¡Comparte tu experiencia con nosotros!
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