6 pasos a seguir para decirle adiós de una vez por todas a la piel grasa
Si crees que eres la única que sufre con un cutis graso, te sentirás más cómoda cuando sepas que se estima que un 75 % de la población de entre 15 y 20 años lo posee. Los cambios hormonales son la principal causa de esa apariencia aceitosa, así que es muy probable que te enfrentes a ella durante tu adultez y los cambios de tu cuerpo.
Entonces, ¿cómo enfrentar este problema? Aquí te contamos unos tips superfáciles para que pongas en práctica y tu piel luzca más rozagante.
Lávate
Usa productos para lavarte la cara especialmente diseñados para tu tipo de piel. Es importante que utilices un gel facial suave y sin ingredientes como aceite, cera, perfumes artificiales y jabón, ya que provocarán que tu rostro luzca mucho más brillante.
Hazlo dos veces al día
Lava tu rostro dos veces al día, en la mañana y antes de irte a la cama. Si lo haces con mayor frecuencia, es probable que dejes a tu piel sin sus humectantes naturales y aumente la producción de aceite. El único motivo para que laves tu rostro más de dos veces es si estás sudorosa.
¿Exfoliante? Sí, por favor
Es imperativo que exfolies tu piel dos veces por semana. El exceso de sebo produce células muertas en la superficie de la piel y genera espinillas, acné, puntos negros, blancos, y una piel de terrible aspecto. Para eliminar la suciedad y las células muertas, además de renovar tu cutis, incluye la exfoliación en tu rutina del baño. Sé gentil con tu piel y no la talles con demasiada fuerza.
Usa una mascarilla una vez a la semana
Después de exfoliarte, procede a usar una mascarilla facial. Hazlo una vez por semana. Una buena opción es usar una papaya madura y mezclarla con medio limón. Aplícala en tu rostro y masajea bien, déjala actuar de 15 a 20 minutos y lávate con agua fría.
También puedes pelar una manzana y cortarla en rodajas finas. Mézclala con dos cucharadas de miel hasta que consigas una pasta suave y puedas aplicarla en tu rostro. Déjala actuar de 15 a 20 minutos y enjuaga con abundante agua tibia. Así controlarás el brillo, tensarás tus poros e hidratarás tu piel naturalmente.
Usa un buen tónico
Fíjate que sea libre de alcohol. Este líquido ayudará a remover el exceso de aceite y eliminar las impurezas de la piel. El agua de rosas viene muy bien para esto.
¡Hidrata!
Sí, estás leyendo bien. Contrario a la idea popular, la piel grasosa necesita hidratación y humectación. Esto ocurre porque, al limpiarla, se alienta la producción de más glándulas sebáceas. Eso sí, busca un humectante sin aceite.
¿Quién dice que la piel grasosa no puede lucir hermosa?