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Elecciones en EEUU 2020 San Antonio

El muro en Texas: unos 20 kilómetros pagados por contribuyentes, algunos en riesgo de derrumbe

Del muro "grande y bello" que Trump prometió en 2016, en Texas quedan unos 20 kilómetros adicionales a 400 que ya existían, en investigación por fraude y desvío de dinero público y su estructura está en riesgo de derrumbe.
11 Nov 2020 – 07:06 PM EST
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Donald Trump prometió en 2016 que para inicios de 2020 habría terminado un muro “grande y bello” en la frontera con México, el que además no costaría a los contribuyentes estadounidenses puesto que los mexicanos pagarían por él, pero a poco más de dos meses de terminar su gestión, el panorama es muy diferente.

Cuatro años después, el muro fronterizo está muy lejos de estar terminado, los trozos que están construidos están en riesgo de derrumbe y el Congreso ha destinado al menos 15,000 millones de dólares de dinero de contribuyentes en Estados Unidos para pagar la estructura. La mayoría de esos fondos provienen del presupuesto militar de Estados Unidos.

En los hechos, el gobierno de Trump consiguió añadir unas 12 millas a la barrera de 400 millas que ya existía antes de que asumiera el poder en enero de 2017. Esas 12 millas (unos 20 kilómetros) están además en riesgo de derrumbe y bajo investigación por presuntos fraudes y desvíos de dinero, según una investigación de ProPublica y el Texas Tribune difundida en septiembre. “La pregunta no es si se va a caer, la pregunta es cuándo”, indica el artículo, firmado por Jeremy Schwartz y Perla Trevizo.

Los trozos de muro construidos en la región de Rio Grande Valley, en el sur fronterizo texano, reflejan un fallo en los cimientos de la estructura debido a que no se tomó en cuenta el paso del Río Bravo y que la región sureste de Texas enfrenta usualmente el paso de tormentas y huracanes.

Del muro que ha construido el gobierno de Trump en Texas quedan unas vallas en riesgo de derrumbarse, construidas por empresarios cercanos al presidente. Uno de ellos es Tommy Fisher, encargado de una construcción de unas tres millas (poco más de 4.2 kilómetros), dueño de una empresa constructora de Dakota del Norte y quien recibió más de dos mil millones de dólares para construir un pequeño tramo llamado The Mission Wall Project, en la región de Rio Grande Valley. Dinero que provino del bolsillo de los contribuyentes estadounidenses, según reflejan los datos del Gobierno de Estados Unidos.

Las vallas construidas por Fisher, un abierto simpatizante del presidente Donald Trump y colaborador frecuente de Fox News, fueron construidas en una zona con alto riesgo de erosión debido al paso del río. El proyecto, que Fisher calificó como “El Lamborghini de los muros”, es parte de la acusación por fraude que ha puesto el foco en la organización We Build The Wall, que recolectaba dinero de simpatizantes de Trump para pagar el muro y que ha involucrado a Steve Bannon, quien fue arrestado por la presunta trama de corrupción, de acuerdo con otra investigación de ProPublica y el Texas Tribune.

El escándalo llevó incluso al propio Trump a desmarcarse del proyecto a través de un mensaje que envió a través de su perfil en Twitter.

“Cuando el río crece, debilita la estructura y podría provocar que grandes porciones [del “muro”] caigan sobre el Río Bravo”, explicó Alex Mayer, profesor de ingeniería civil de la Universidad de Texas en El Paso, que ha investigado esta construcción en concreto.

Los fondos destinados al muro, además, afectan el presupuesto de militares, un asunto de especial importancia en Texas, que es hogar de bases militares como Fort Hood, una de las más grandes de todo el país: cubre un área de casi 87,000 hectáreas de acuerdo con datos oficiales.

El legado más vistoso del muro que prometió Trump en Texas son esos pocos kilómetros de una frontera que mide más de 3,140 kilómetros.

“No sabía que se podía hacer algo así”, explicó Roy Snipes a la cadena NPR en octubre. “Pensé que si uno intentaba hacer algo así, los Texas Rangers o Texas Parks & Wildlife intervendrían y dirían: ‘Oiga, usted no puede hacer esto. Usted no es dueño del río’. Evidentemente, se puede hacer lo que se les dé la gana”.

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