Torturó, violó y le cortó la lengua a sobrino de 5 años: pasará tres décadas en prisión
Un hombre pasará 30 años tras las rejas por torturar física y sexualmente en varias ocasiones a su sobrino menor de edad.
El sentenciado, identificado como J.B.G., cometió en 2021 en Santiago de los Caballeros, República Dominicana, “incesto, actos de tortura y barbarie y violación sexual” contra el pequeño de cinco años, al que además le cortó la lengua, explicó la fiscalía de la localidad.
Descuido total de los padres
Las autoridades precisaron que la denuncia contra el hombre se recibió en abril de 2021, luego de que el menor llegara en estado grave a un hospital con signos claros de agresiones físicas en su cuerpo y con evidencias de padecer una enfermedad de transmisión sexual.
La investigación policial determinó que, además de la violación y el corte de su lengua, el niño padecía una lesión en su pie izquierdo hecha con un arma blanca y que era golpeado sistemáticamente con una vara.
Teresa Marlen Peña, médico legista forense adscrita al Departamento de Atención Víctimas de Violencia Sexual Intrafamiliar y de Género, le dijo a Listín Diario que los padres de la víctima tenían completamente descuidado al niño.
La doctora precisó que, debido a este contexto, el menor fue remitido al Consejo Nacional de la Niñez, desde donde fue remitido a una casa de acogida por el riesgo que representaba permanecer en el entorno familiar.
Delitos atendidos de oficio
Tras poco más de dos años desde el hallazgo del sufrimiento del niño, los jueces del Segundo Tribunal Colegiado Osvaldo Castillo, Estephanie Santiago Reyes e Ingrid Liberato, emitieron la condena de 30 años de cárcel contra el hombre.
El condenado cumplirá su tiempo en prisión en el Centro de Corrección y Rehabilitación (CCR) Rafey-Hombres de Santiago.
Osvaldo Bonilla, titular de la Fiscalía de Santiago, instó a los padres de familia a extremar la vigilancia de sus hijos para protegerlos de cualquier peligro al que pudieran estar expuestos.
Además, Bonilla aseguró que “los casos penales que involucren niños, niñas y adolescentes, son de orden público y cuando corresponda serán atendidos de oficio porque en ocasiones nuestros niños deben ser protegidos hasta de su entorno más cercano”.