Profesor universitario convierte en esclavas sexuales a salvadoreñas que convenció para que migraran a EEUU
La Fiscalía Federal del Distrito Sur de Nueva York anunció el arresto el jueves de Jorge Alberto Ramos, un exprofesor adjunto de química en el City College de Nueva York, quien es acusado de haber traído a Estados Unidos a tres mujeres desde El Salvador a las que mantuvo prisioneras en su apartamento del Bronx para abusar sexualmente de ellas.
Según la acusación, Ramos de 43 años de edad y quien al igual que sus presuntas víctimas es originario de El Salvador, prometió a estas mejor vida y educación e incluso pagó miles de dólares a “coyotes” para facilitar el cruce ilegal de las mujeres por la frontera con México.
Ramos presuntamente dominaba a sus víctimas con violencia física y mental
Según la fiscalía, Ramos comenzó a implementar el esquema “desde al menos 2013 hasta este año". Los fiscales indicaron que el acusado convenció a sus víctimas "enviándoles regalos y dinero, y fingiendo preocuparse por ellas y sus familias".
Cada una de sus víctimas conoció a Ramos a través de familiares y amigos en El Salvador, dice la acusación.
Una vez que las mujeres estaban con él, Ramos se volvió agresivo y obligó a las mujeres a quedarse en su apartamento, donde las violó y las sometió a otros abusos, según alega la acusación.
La acusación detalla cómo Ramos mantuvo cautivas a sus víctimas amenazándolas con denunciarlas a las autoridades de inmigración y aislándolas de otras personas.
La primera víctima llegó a Estados Unidos en 2013 después de que Ramos arregló su paso a través de la frontera para lo que pagó $3,500, según la acusación.
La mujer llegó al país creyendo que sostendría una relación romántica con su victimario, pero según indican los fiscales, la violencia comenzó desde el primer día que llegó a la residencia de Ramos.
Un mes después, cuando la primera víctima le dijo a Ramos que había conseguido un trabajo, este le dijo que ella estaba en Estados Unidos para que él “pudiera tener relaciones sexuales cuando quisiera” y luego procedió a violarla dos veces, de acuerdo a la acusación.
La acusación continúa narrando cómo en noviembre de 2015 Ramos arregló el viaje a Estados Unidos de otra mujer, de 27 años de edad, también de El Salvador, a través de Guatemala y México y pagó $4,000 para liberarla de la custodia de las autoridades fronterizas.
Ramos luego pagó su boleto de avión de Texas a Nueva York, y según la acusación, cuando finalmente se conocieron en persona en un aeropuerto de Nueva York, la segunda víctima “notó que el comportamiento de Ramos había cambiado de cariñoso a agresivo y enojado”.
Una vez en su departamento, Ramos le dijo a la mujer que “tenía que atenderlo sexualmente”, y procedió a violarla durante varias semanas hasta que la víctima logró huir, según los documentos federales.
La tercera víctima mencionada en la acusación es una mujer de 18 años, cuyo paso por la frontera en 2017 le costó al acusado $6,000, según alega la acusación.
Una vez que llegó a la residencia de Ramos en marzo de 2017, este la manoseó y le dijo que la trajo a Estados Unidos “para que fuera su mujer y por ninguna otra razón”, alega la acusación.
Ramos mantuvo a la tercera víctima en su casa, donde continuó abusando sexualmente de ella durante un mes antes de que finalmente lograra escapar, según la acusación.
Ramos enfrenta la posibilidad de pasar varias décadas en prisión
El fiscal federal Damian Williams dijo en un comunicado que “Jorge Alberto Ramos llevó adelante un esquema para violar, agredir sexualmente y abusar sexualmente de múltiples víctimas de El Salvador después de inducirlas a viajar a Estados Unidos con promesas de una vida mejor”.
Williams dijo además que Ramos se aprovechó de mujeres vulnerables y las llevó a Nueva York "para poder explotar sus cuerpos para su propia gratificación sexual" y felicitó "a las valientes mujeres que dieron un paso adelante para denunciar a Ramos".
Ramos está acusado de siete cargos criminales federales que incluyen incitación a viajar para participar en actividades sexuales ilegales, transporte para participar en actividades sexuales ilegales, conspiración para participar en tráfico de personas, tráfico de personas y albergar a un extranjero.
El acusado enfrenta décadas de prisión si es declarado culpable de todos los cargos.
