Estuviste interpretando mal el cuadro de «El grito» todo este tiempo: es escalofriante
En 1893, cuando Edvard Munch finalmente había terminado « El grito», todavía no imaginaba que ante sus ojos posaba la obra que marcaría su carrera como pintor para siempre. Pues no solo sería su trabajo más celebrado y famoso sino que, además, se convertiría en uno de los exponentes más importantes del expresionismo moderno del siglo XX.
Una de las claves de la popularidad de este cuadro, a través de los años, está en la persona que se observa gritando en aquel puente. El rostro y la angustia de esa figura fantasmagórica llamó tanto la atención, que incluso hoy ya es un elemento más de la cultura pop.
Pero ¿qué había inspirado al pintor para crear tal puesta en escena? En una de sus presentaciones, Munch había asegurado que el cuadro no era más una reminiscencia a un hecho estremecedor, que había vivido en su juventud mientras estaba en Oslo:
La nueva interpretación de «El grito» de Edvard Munch
A partir de ese momento, se interpretó que aquella figura no era más que el propio Munch exclamando un grito ensordecedor. Sin embargo, el Museo Británico, que en abril dará comienzo a una muestra del pintor noruego, ha afirmado, en palabras de la curadora Guilia Bartrum que el cuadro no se trata del autor ni de cualquier otra persona gritando.
En una entrevista con el periódico británico The Telegraph, Bartum explicó que la frase, «Sentí el gran grito en la naturaleza», que se encuentra inscrita en la obra y que el mismo Munch pronunció, en su momento, se trata más bien de cómo el pintor escuchó ese grito y cómo lo dejó tan conmovido. Pero de ninguna manera se trata de él proyectando tal aullido:
La exposición, que será la más grande del autor en 45 años, estará abierta desde el 11 de abril al 21 de julio con el nombre de bajo el título «Edvard Munch: amor y angustia».
¿Qué te parece? ¿Tú creías que el cuadro se trataba de una persona gritando?
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