El narco recluta señoras en Facebook para traficar pesticidas usados en sembradíos de marihuana en EEUU
Felipa Oliveros, de 52 años, aceptó el que creía era un trabajo inofensivo: pasar pesticidas mexicanos ilegales por una garita fronteriza en California. Le prometieron un pago de hasta 150 dólares por cada caja con seis botes de un litro y tenía que tomarles fotos al entregarlas en una bodega rentada.
Cuando la arrestaron, las autoridades descubrieron que Oliveros era parte de una red de traficantes de plaguicidas que abastecían a sembradores ilegales de marihuana en California. La jefa de la banda era Sofía Mancera Morales, de 53 años y vecina de la ciudad fronteriza de Mexicali, en Baja California.
La hija de Oliveros, Laura Orellana, también era transportista de la organización.
Los investigadores afirman que Mancera Morales reclutó a personas a través de Facebook para que cruzaran botes de peligrosas sustancias que se venden libremente en México para prevenir plagas, pero que están prohibidas en Estados Unidos porque pueden causar cáncer y dañan el medio ambiente.
Les ofrecía entre 40 y 150 dólares por cada caja que llevaran a un almacén alquilado en la ciudad de Calexico, California. El comprobante del trabajo finalizado eran imágenes que le enviaban a su celular. Ella también les daba una compensación adicional por rentar bodegas a nombre de los cómplices.
Solo una persona cruzó casi 1,000 botellas en un mes. Otros detenidos por agentes aduanales confesaron que hacían entregas hasta cinco veces por semana y que habían visto en los almacenes lo que varios transportistas llevaron: pesticidas, medicamentos veterinarios y alcohol.
Los productos que más traficaba la banda de Mancera Morales eran Bovitraz y Taktic, que contienen una concentración del 12.5% del ingrediente activo amitraz, es decir, hasta cuatro veces más de la cantidad permitida para el control de ácaros en colonias de abejas y en collares antipulgas para perros.
El amitraz está clasificado como posible causante de cáncer ante una exposición a largo plazo y por eso el gobierno de este país prohíbe su uso en plantas.
El riesgo por fumar marihuana fumigada
Las autoridades federales advierten que el tráfico de pesticidas mexicanos se ha incrementado en años recientes, mientras los carteles continúan sembrando marihuana ilegalmente en las montañas de reservas naturales en el norte de California y en zonas desérticas al este de Los Ángeles.
De finales de 2019 a julio de 2021, la llamada Iniciativa Fronteriza contra Pesticidas, en la cual participan varias agencias del orden en la frontera de California, más de 50 personas fueron acusadas de contrabando y delitos ambientales, a la par del decomiso de casi 1,000 botes de plaguicidas.
La mayoría de las incautaciones se registraron en las garitas de San Ysidro y Otay Mesa, en la frontera entre Tijuana y San Diego.
Dicha iniciativa se lanzó porque la exposición a esos pesticidas, durante operativos para destruir cultivos ilegales de marihuana, provocaron la hospitalización de policías, así como la contaminación de arroyos y la muerte de animales.
Al gobierno también le preocupa que quienes fumen las flores de cannabis que fueron fumigadas con dichas sustancias ilegales, “también están en riesgo por la exposición a residuos de plaguicidas”.
“Durante el consumo de cannabis, los pesticidas se transfieren directamente al torrente sanguíneo, lo que aumenta el potencial de exposición”, advierte la Fiscalía federal.
En un estudio, la tasa de transferencia de pesticidas a un fumador que usó una pipa de vidrio llegó al 70%.
Decenas de acusados y multas de $60,000
Un dato que resalta es que varias mujeres de alrededor de 40 años son mencionadas en casos criminales relacionados que han sido interpuestos en el Distrito del Sur de California del Departamento de Justicia.
Verónica Pérez, de 41 años y residente de Hemet, California, ocultó veinte recipientes de fosfuro de zinc en su bolso y no declaró esos artículos cuando intentó cruzar en su vehículo a EEUU el 11 de julio de 2019.
El consumo de una pastilla con fosfuro de zinc puede ser letal para un pájaro o mamífero pequeño. Y solo siete gotas del químico le podrían quitar la vida a una persona de 150 libras (68 kilos) de peso, advierte el gobierno federal.
Pérez se declaró inocente y fue a juicio, donde la evidencia mostrada al jurado la llevó a que le impusieran una sentencia de 60 días en prisión el 9 de julio de 2021.
Castigos relativamente bajos son constantes en otros procesos penales. Por ejemplo, Sofía Mancera Morales, aunque era jefa de una organización delictiva que movió cientos de botes de pesticidas, fue condenada a ocho meses de cárcel y se le ordenó pagar una multa de 7,400 dólares. Mientras que Felipa Oliveros fue sentenciada a tres meses de prisión y su hija Laura Orellana a 92 días tras las rejas.
El Departamento de Justicia señala que de los más de 50 imputados federalmente, 14 fueron condenados por cargos graves y 26 por delitos menores. En conjunto, se les ordenó pagar más de 60,000 dólares para cubrir el costo de desechar los pesticidas ilegales.
“La cantidad significativa de personas arrestadas durante esta iniciativa de varias agencias destaca la generalización y los peligros de las sustancias ilegales que se trafican a través de la frontera entre Estados Unidos y México”, dijo Cardell T. Morant, encargado de la Unidad de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) en San Diego, en un comunicado.
“Estos contrabandistas suelen utilizar los productos químicos prohibidos para cultivar cannabis. Lo más inquietante es que algunos de los productos químicos pueden transferirse directamente al torrente sanguíneo de los consumidores”, advirtió Morant.
Más mujeres detenidas
Otra mujer atrapada en la frontera es Selene Elizabeth Barraza, de 35 años y residente de Visalia, California. Fue condenada por un jurado federal en San Diego por traficar 25 botes de pesticidas y fertilizantes mexicanos, incluidos Metaldane y Furadan. Los llevaba debajo de los asientos de su coche cuando se presentó en una garita el 26 de febrero de 2020.
Por su parte, a Beatriz Santillán, de 30 años, y residente de Menifee, California, la descubrieron con 56 botes de siete tipos diferentes de pesticidas mexicanos, incluidos Qufuran, Metaldane y fosfuro de zinc (bajo el nombre comercial de Rodentox).
Al registrar sus pertenencias, agentes aduanales encontraron recibos de tres compras de sustancias similares y en su teléfono había una conversación con otros traficantes en la que habló sobre el cultivo de marihuana y métodos para combatir las plagas, según la acusación.
Tras declararse culpable, ella fue sentenciada a 70 días de prisión y se le ordenó pagar 20,000 dólares.
También hombres han sido detenidos en las garitas californianas. Uno de ellos es Félix Gutiérrez Valencia, de 41 años y vecino de Perris. Lo detuvieron por intentar traficar 48 recipientes de varios pesticidas que escondió en cajas de cereales y galletas. Su castigo: 90 días tras las rejas.
El gobierno señala que mientras esperaba su sentencia le ofreció a otra persona un pago de 40 dólares por cada pesticida que cruzara a California. Su cómplice fue sorprendido con 30 botes.