Un planeta del universo Star Wars existe: científicos lo encontraron a cientos de años luz
Los fans de Star Wars han pasado muchas décadas soñando que la realidad sea al menos un poco parecida a la ficción de esa galaxia muy, muy lejana.
Y con el nuevo descubrimiento de un grupo de científicos ya están un paso más cerca de un planeta que parece salido de los confines de Lucasfilm.
¿Recuerdas el infame planeta Mustafar? Para quienes lo hayan olvidado por un segundo, es el escenario de momentos muy importantes en las diferentes trilogías de Star Wars.
Pero bueno, mejor no digamos importantes, llamémoslos trágicos.
Mustafar es un planeta conformado en su mayor parte por volcanes y grandes superficies cubiertas de lava.
Quizá recuerden que fue precisamente ahí donde Anakin Skywalker se enfrentó a Obi-Wan Kenobi y acabó perdiendo varias de sus extremidades.
Recordemos el momento.
Debido a este trágico acontecimiento, Mustafar se convirtió en el comienzo del gran villano Darth Vader, quien volvió el planeta su hogar.
Construyó ahí un castillo y Mustafar fue su hogar durante los acontecimientos que vimos en Rogue One hace algunos años.
Lo que sucedió recientemente, es que un grupo de científicos acaban de descubrir ciertas características de un planeta muy parecido a Mustafar.
En el texto publicado el 3 de noviembre en la revista científica Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, se describe un planeta de lava, llamado K2-141b.
Dicho astro se encuentra a cientos de años luz de la Tierra y muestra océanos de lava, vientos que alcanzan velocidades supersónicas y la lluvia está hecha de… no podía ser de otra cosa, más que rocas.
¿Es el caos vuelto realidad? Así parece.
Los científicos se refieren a él como uno de los planetas más extremos jamás descubiertos: su tamaño es parecido al de la Tierra, pero es radicalmente diferente en todo lo demás.
Al analizar los patones de iluminación, encontraron que dos tercios del planeta experimentan luz del día permanente , ya que su proximidad a su satélite gravitacional lo detiene en el mismo lugar.
Esas partes del planeta alcanzan temperaturas de 2,982 grados centígrados, no sólo lo suficientemente caliente para hervir rocas, sino para vaporizarlas y crear una atmósfera no habitable.
El sector que se encuentra en tinieblas tiene temperaturas tan bajas que las han determinado hasta en -200 grados centígrados. La NASA tiene la siguiente visualización del exo-planeta.
Todos los componentes de K2-141b se evaporan y son llevados del lado hirviente al helado por vientos de 4 988 kilómetros por hora.
Entonces el vapor se transforma en rocas que llueven sobre un océano de magma que fluye hacia el lado hirviente, donde comienza el inestable ciclo nuevamente.
Los científicos esperan que dicho ciclo cambie con el tiempo:
El equipo espera obtener más información de dicho planeta cuando el telescopio espacial James Webb esté disponible en 2021.
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