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Mundo

Después del coronavirus viene otra amenaza para la sociedad y nadie habla de ello

Publicado 5 May 2020 – 01:09 PM EDT | Actualizado 5 May 2020 – 01:15 PM EDT
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Bajo la perspectiva usual que promueve la opinión pública en las redes sociales, es frecuente toparse con fotografías y artículos que explican cómo la pandemia por coronavirus (COVID-19) ha "beneficiado" al planeta.

Estando la mayor parte de la población humana en cuarentena, la vida silvestre retoma espacios que habían sido invadidos por las urbes: algunos jabalíes salvajes se avistaron en Italia, miles de peces volvieron a ríos previamente contaminados, entre muchos otros ejemplos.

No obstante, instituciones como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y Ocean Conservancy (EE.UU.) advierten que este "respiro" de la naturaleza podría ser temporal e ilusorio sin las políticas públicas correctas.

Dada la prioridad justificable que se vive a nivel global para atender a los pacientes diagnosticados con coronavirus, la escasez de suplementos médicos convive con otro dilema a su alrededor: la contaminación que producirán al ser desechados.

Desde máscaras quirúrgicas hasta bolsas para cadáveres: mientras los gobiernos requieren inevitablemente de aumentar la existencia de estos suministros, es imprescindible tener en cuenta que todo ese plástico terminará en algún lugar.

La mayor parte de los activistas ambientales temen que dichos desechos sean sólo el principio de una nueva cruzada para combatir una contaminación masiva.

En su sitio web, Ocean Conservancy suele destacar los logros que las políticas paulatinas anti-plástico han tenido en el mundo, pero la pandemia por COIVD-19 podría revertir el efecto positivo, e incluso enaltecer una situación peor a la remediada:

quote: La contaminación plástica es un problema global: existía antes de la pandemia (...) pero a futuro, muchos esfuerzos en favor del medio ambiente podrían verse sobajados. Es tiempo de pensar a futuro y ser cautelosos para los desafíos venideros.

En este punto, también destaca la labor del grupo conservacionista OceansAsia, el cual encontró 100 mascarillas desechadas durante tres jornadas realizadas a las islas Soko, localizadas a pocas kilómetros de Hong Kong:

quote: Hasta ahora no se habían encontrado tantas mascarillas en un lugar tan remoto. Evidentemente estos productos se desechan en la calle o en las cercanías de una ciudad, pero siempre terminan en el mar, afectando la vida silvestre o las actividades de pesca.

Por su parte y dejando un tanto de lado los residuos plásticos, los voceros de la ONU coinciden en que cualquier impacto ambiental positivo que ha traído la pandemia (como la "naturaleza reclamando su lugar") sólo podrá permanecer con un cambio de hábitos de producción y consumo:

quote: Es importante aclarar que la pandemia no es un modelo de respuesta ambiental y mucho menos el modelo ideal para mantener. De hecho, la reducción de emisiones por CO2 no será permanente si las empresas contaminantes vuelven a trabajar con las mecánicas usuales.

Sobre la reducción de emisiones, el Instituto Scripps de Oceanografía ya destacó que el uso de combustibles fósiles tendría que disminuir aproximadamente 10% en todo el mundo y mantenerse así durante un año. Esto sólo para que la reducción de contaminantes pudiera reflejarse claramente en los niveles de dióxido de carbono.

Las políticas públicas alrededor del mundo deberán responder a la problemática causada por la contaminación que la pandemia desatará. Los efectos comienzan a ser evidentes y a largo plazo, podrían desatar nuevos conflictos irreversibles.

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